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Hoy se reconoció con un Premio de Plata de los Premios Mundiales del Hábitat de este año a un proyecto que les permite a los emprendedores locales construir casas ecológicas en comunidades de Nepal afectadas por catástrofes, a la vez que genera microemprendimientos sostenibles.

El equipo de Ladrillos de tierra comprimida y emprendimientos comunitarios brinda apoyo a comunidades y microemprendedores rurales para que construyan casas respetuosas con el medioambiente y resistentes a terremotos, con materiales del lugar y a un bajo costo, mediante la fabricación de ladrillos de tierra comprimida (bloques de tierra comprimida estabilizados o CSEB).

Establecido por la organización social nepalesa sin fines de lucro Community Impact Nepal (Impacto Comunitario en Nepal, CIN), el proyecto ya llegó a los 31 distritos de la región central de Nepal que sufrieron el impacto de grandes terremotos en 2015. Hasta la fecha, se construyeron más de 3.500 casas, que albergan a 17.500 personas, se establecieron 200 microemprendimientos y se generaron 2.200 puestos de trabajo. El proyecto también representó un gran aporte con respecto a la inclusión social y a temáticas de género, ya que promovió la participación de mujeres y de grupos marginados.

La residente Shanti realizó capacitaciones para construir su propia casa en la aldea Majhigaun. Nos contó lo siguiente: “Fue el trabajo más difícil de mi vida, pero también fue gratificante sentir que era capaz de hacer mis propios bloques y de construir yo misma mi casa. El día que instalamos el techo y pintamos los últimos rincones me sentí inmensamente satisfecha. Estaba feliz de haber construido la casa con mis propias manos. Después de vivir debajo de una lona por varios años, fue muy reconfortante tener una casa cómoda.

“Ver nuestra casa convertida en escombros, vivir debajo de una lona, construir mi propia casa y, ahora, vivir en esta: es una historia de adversidades y alegrías a la vez. Estoy orgullosa de haber tenido la fortaleza y el coraje para intentarlo, y de haber sido capaz de construir una casa para mi familia”.

David Ireland, Director Ejecutivo de World Habitat, dijo: “La tierra se ha utilizado como material de construcción desde los inicios de la civilización. Es abundante, económica, ecológica y mucho más segura para los habitantes de la casa en caso de terremotos. Pero con el advenimiento de materiales modernos, como el hormigón y el acero, esta pasó de moda en países como Nepal. Este proyecto logró cambiar la mirada de las personas a través de la fabricación de bloques de tierra entrelazados que les permiten construir casas modernas con todos los beneficios de las estructuras de barro tradicionales. Lo que es fantástico con relación a este proyecto es la manera en que alentó y promovió el uso innovador de bloques de tierra por parte de microemprendimientos. El resultado es una economía local más dinámica, que utiliza materiales de construcción más sostenibles desde el punto de vista ambiental”.

El jurado de los Premios Mundiales del Hábitat dijo: “Este proyecto comenzó para brindar alivio tras una catástrofe, pero se convirtió en mucho más que eso. Lleva la tecnología de CSEB a regiones muy complejas y parece que no se le escapa ningún detalle: género, inclusión social, bajas emisiones de dióxido de carbono, tecnología aceptada por los residentes de la zona, asequibilidad e incentivo de la inversión local. La transición de un alivio tras una catástrofe a un programa de viviendas permanentes se realizó de manera orgánica, progresiva y sostenible. No muchas organizaciones gestionan el cambio con tanto éxito”.

Cada año se entregan los Premios Mundiales del Hábitat a los proyectos de vivienda más destacados e innovadores del mundo.


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