Como en muchas ciudades importantes de todo el mundo, en Yakarta hay numerosos asentamientos informales, en los que miles de familias de bajos ingresos hicieron sus casas y establecieron sus negocios. En Indonesia, los asentamientos se conocen como kampungs y suelen ocupar tierras de primera calidad que tienen potencial para el desarrollo comercial. Durante décadas, los políticos han descrito a los kampungs como un gran obstáculo para la creación de una Yakarta moderna, bien planificada e higiénica. Este discurso tuvo gran popularidad entre los ciudadanos, e hizo que los residentes de los kampungs vivieran aterrados por el fantasma de los desalojos forzados.

Entre 2015 y 2016, estos temores se hicieron realidad para más de 10.000 familias que fueron obligadas a abandonar sus casas. La gestión de las inundaciones, la construcción de calles, la planificación urbana y la ocupación ilegal de tierras fueron algunos de los motivos por los que el gobierno municipal implementó los desalojos masivos, que tuvieron un gran apoyo del público en general.

Ante la situación de sinhogarismo, los residentes de los kampungs empezaron a trabajar con organizaciones activas en barrios de bajos ingresos de Yakarta para combatir los desalojos forzados y otras injusticias relacionadas con la vivienda. Juntos, establecieron un proyecto comunitario para presionar por cambios legales y políticos que les otorgaran a los residentes el derecho a permanecer en sus vecindarios y mejoraran las condiciones de vida.

Al principio, el proyecto (“Derechos de vivienda en Yakarta: acción colectiva y promoción de políticas”) se enfocó en dos casos de desalojo de cuatro kampungs de la ciudad: el kampung Akuarium, en el área patrimonial de Kota Tua, y los kampungs Tongkol, Lodan y Kerapu, a las orillas del río.

Mediante una combinación de colaboración comunitaria, promoción de políticas y desarrollo de redes, el proyecto logró detener los desalojos de 256 personas en los kampungs a las orillas del río, y ayudó a 400 familias, que ya habían sido desalojadas del kampung Akuarium, a volver a la zona para vivir en viviendas recién construidas. Además, el proyecto desafió las percepciones públicas negativas con respecto a los asentamientos informales y logró cambios en las regulaciones de la ciudad, que protegen a todos los residentes de kampungs contra los desalojos forzados.

El proyecto en la práctica

La dirección del proyecto está a cargo de tres organizaciones: Jakarta Urban Poor Network (que representa a los residentes de 25 kampungs); Rujak Centre for Urban Studies (un laboratorio de ideas que se especializa en problemas urbanos); y Urban Poor Consortium (una organización de trabajo en red y militancia). Otras organizaciones ofrecen asistencia legal y técnica cuando es necesario.

El gobierno de la ciudad argumentó que los desalojos propuestos para los kampungs de la zona de las orillas del río eran necesarios para mejorar la gestión de inundaciones, el orden público y la planificación espacial. Sobre esta base, los organizadores del proyecto trabajaron junto a los residentes para ver si las casas podían modificarse de manera tal que resolviera estos problemas y les permitiera quedarse.

Se conformó una asociación de residentes, llamada Komunitas Anak Kali Ciliwung (KAKC), y se organizaron una serie de reuniones comunitarias y negociaciones con las autoridades de la ciudad. Se tomó la decisión de mover las casas cinco metros más lejos de la orilla del río para que el gobierno pudiera construir una calle de inspección. Se plantaron árboles a lo largo de la orilla para prevenir derrumbes, y se construyó un terraplén más alto y resistente, para reducir el riesgo de inundaciones.

Se instalaron fosas sépticas en las casas para evitar que las cloacas desagoten en el río, y se agregaron pequeños jardines frente a cada casa. KAKC se contactó con la Universidad de Indonesia para que les enseñaran a los residentes a manejar los residuos, cultivar vegetales y mantener un entorno habitacional saludable. Esto cambió la imagen de los residentes: pasaron de ser la fuente de problemas ambientales a ser los guardianes de las orillas del río.

En el kampung Akuarium, la situación fue diferente. El gobierno municipal dijo que quería revitalizar el área patrimonial de Kota Tua y que el kampung era ilegal. Ya habían desalojado a 400 familias y despejado las tierras, pero algunos residentes habían vuelto y estaban viviendo en condiciones peores a las anteriores. El proyecto los ayudó a presentar una demanda contra las autoridades, alegando procedimientos de desalojo inadecuados.

Un año después del desalojo, el proyecto coordinó un “contrato político” con uno de los candidatos a gobernador de Yakarta. Las comunidades representadas por Jakarta Urban Poor Network aceptaron apoyarlo en las elecciones de 2017 con la condición de que anulara los desalojos del kampung y protegiera los derechos de residencia de la comunidad una vez que asumiera el cargo.

Esta alianza innovadora fue el punto de partida del compromiso político con los residentes del kampung, y generó importantes cambios en las políticas y regulaciones. Entre otras, se incorporó la planificación urbana para este tipo de asentamientos, la legalización de las tierras y el apoyo financiero para mejoras, así como la construcción de cinco edificios de vivienda nuevos en el kampung Akuarium.

En 2019, el proyecto ayudó a los residentes del kampung Akuarium a formar una cooperativa de vivienda. Como organización legal, la cooperativa pudo negociar con el desarrollador para dar forma al diseño de los nuevos edificios de apartamentos y hacerse cargo de la administración de estos. También firmó un acuerdo con el gobierno de la ciudad, que, en el futuro, transferirá la propiedad del edificio a la cooperativa.

Los miembros de la cooperativa realizaron capacitaciones para supervisar la construcción y llevar a cabo trabajos de mantenimiento. Hasta ahora, se finalizaron dos edificios de apartamentos (104 unidades), y los otros tres están en construcción (137 unidades). La cooperativa cuenta con un equipo de jardinería y con un grupo que administra una variedad de actividades internas para la generación de ingresos, como una lavandería, alojamientos familiares y una empresa de catering.

Impacto social

Este proyecto es el primero con estas características en Indonesia, y logró que 1.180 residentes de kampungs conservaran o recuperaran sus derechos de residencia. Más de 900 personas volverán a tener una vivienda en los nuevos edificios de apartamentos del kampung Akuarium, y se renovaron 152 casas en los kampungs a orillas del río.

El pacto que hizo el proyecto con el nuevo gobernador generó cambios en políticas y regulaciones que beneficiaron a miles de residentes de otros kampungs de Yakarta. Estos incluyeron un programa de gobierno para destinar fondos a las mejoras de barrios y otro para incluir a los residentes en estos procesos. El proyecto fortaleció aún más la participación de la comunidad, ya que se establecieron diversas asociaciones y cooperativas de vecinos.

Otros cambios regulatorios fueron la reclasificación de kampungs existentes como asentamientos legales y la emisión de certificados de permiso de construcción para 9.706 casas en 32 kampungs. El proyecto está en curso y pretende garantizar permisos de construcción y cambios de reclasificación para 5.000 familias de kampungs.

Impacto ambiental

En los kampungs que están a las orillas del río se redujo el riesgo de derrumbes de tierra e inundaciones, y disminuyó la contaminación gracias a la incorporación de fosas sépticas y a la mejora de la gestión de residuos familiares.

Los nuevos edificios de apartamentos del kampung Akuarium cumplen con las regulaciones de construcción, que estipulan una proporción de 50/50 de edificios y áreas verdes. Hay un parque comunitario con un estanque y un nuevo sistema de drenaje que se conecta con los canales de la ciudad. Los vecinos administran la recolección y el procesamiento de sus residuos orgánicos.

Los residentes participan en el diseño de los apartamentos, que son muy distintos a las viviendas públicas del gobierno. Todas las habitaciones cuentan con una buena circulación de aire, por lo que no hace falta una ventilación artificial, por ejemplo, con ventiladores o aires acondicionados eléctricos.

Financiación

Las principales fuentes de fondos del proyecto son Rujak Centre for Urban Studies (que recibe la ayuda de diversas fundaciones internacionales), el gobierno, universidades y los propios residentes de los kampungs.

En el kampung Akuarium, se destinaron 1.322.631.975 rupias indonesias (88.900 dólares) a talleres de codiseño y refugios temporarios. Rujak Centre for Urban studies destinó 3.570.660.000 rupias indonesias (240.000 dólares) a servicios de expertos técnicos y arquitectónicos, y el desarrollador pagó un gravamen de infraestructura de 148.236.922.320 rupias indonesias (10.000.000 de dólares). La Universidad de Kioto, la Fundación Toyota y la Fundación Japón destinaron 163.606.661 rupias indonesias (10.994 dólares) al desarrollo de habilidades en la comunidad.

Los residentes pagan a la cooperativa 240.000 rupias indonesias (16 dólares) por mes. Esto es mucho más económico que el alquiler de una vivienda pública, que cuesta, por lo menos, 750.000 rupias indonesias (41 dólares) por mes. Algunas de estas contribuciones se destinan a la operación y el mantenimiento de los edificios, y otras a un fondo de reserva. Los apartamentos no se pueden alquilar ni vender fuera de la estructura de la cooperativa.

Los residentes de los kampungs a orillas del río recaudaron 2.032.380.000 rupias indonesias (137.168 dólares) para saldar los costos de las reformas de los edificios y las mejoras de infraestructura. El gobierno otorgó un subsidio de 50.000.000.000 de rupias indonesias (3.374.471 dólares), y se recibió una financiación adicional del Servicio Latinoamericano, Africano y Asiático de Vivienda Popular (210.000.000 de rupias indonesias/14.170 dólares) y de la Universidad de Indonesia (100.000.000 de rupias indonesias/6.746 dólares).

Las mejoras de las casas se pagaron con contribuciones de los propietarios y préstamos de un fondo de rotación de la comunidad establecido por la asociación de residentes.

Transferibilidad y expansión

En el corto plazo, el proyecto pretende finalizar la construcción de los demás edificios de apartamentos en el kampung Akuarium y concretar la donación del edificio a la cooperativa. También espera poder resolver el estatus legal de los terrenos de los kampungs a orillas del río, para garantizar el derecho de la comunidad de vivir allí.

El enfoque del proyecto ya se está replicando en otros kampungs de Yakarta, y la Indonesia Urban Poor Network está muy interesada en expandirlo a nivel regional y nacional.

Lo que comenzó como una iniciativa localizada para ayudar a algunos residentes a luchar contra los desalojos forzados en cuatro kampungs creció hasta lograr muchos más beneficios para miles de personas que viven en asentamientos informales de toda Yakarta y, posiblemente, de todo el país. A pesar de una larga historia de desalojos masivos, muchos residentes de kampungs ahora tienen derecho a vivir en la tierra que ocupan y con mejores condiciones, mientras que otras personas tienen motivos para creer en un futuro esperanzador.

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