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Los gobiernos nacionales deben abordar de manera urgente los desafíos que presentan la emergencia climática y la necesidad de hacer cumplir el derecho a la vivienda para todas las personas. Si bien muchas ONG y gobiernos locales están dando respuesta a estos problemas, la escala y la urgencia de estas crisis requieren la participación de los gobiernos nacionales mediante financiación y legislación, para ofrecer y respaldar soluciones en los casos en los que sean necesarias.

Este fue el mensaje principal de un evento especial organizado por World Habitat para celebrar y debatir los notables logros de los proyectos que ganaron nuestro premio en 2020.

Profesionales y personas voluntarias de todo el mundo que trabajan en el sector de vivienda escucharon a expertos que lideran el sector y a representantes de los proyectos ganadores de los Premios Mundiales del Hábitat de Oro de 2020:

  • el Concejo Municipal de Newcastle, Reino Unido, que desarrolló un enfoque revolucionario para abordar el sinhogarismo y evitó que 24.000 familias se quedaran sin hogar; y
  • la Agencia Aga Khan para el Hábitat, Pakistán, que trabajó en las líneas de frente de la batalla contra la emergencia climática, para fortalecer a las comunidades indígenas rurales, mediante el uso de herramientas tecnológicas clave de adaptación al clima.

También participó el ganador de la primera edición del Premio a la Contribución Destacada en Vivienda, la organización TECHO, liderada por jóvenes, que realiza un increíble trabajo para proporcionar viviendas de emergencia seguras a miles de personas de 18 países de América Latina y el Caribe.

David Ireland, Director Ejecutivo de World Habitat, dio inicio al debate, retomando el argumento que había planteado Maimunah Mohd Sharif, Directora Ejecutiva de ONU-HÁBITAT (organización que codirige los Premios Mundiales del Hábitat junto con World Habitat) acerca de que “el cambio climático es un multiplicador de pobreza”, y que “necesitamos un enfoque que favorezca a las personas que viven en situación de pobreza para la planificación, la edificación [y] la emulación de ciudades”. David dijo que esto ilustra el hecho de que las viviendas deficientes y la emergencia climática son responsabilidad de todas las personas.

Neil Munslow, del Concejo Municipal de Newcastle comentó que lo que lo conmovió fue que “no importa dónde se encuentre la persona, ya sea en el Reino Unido o en cualquier otro lugar —como Pakistán—, el impacto de perder su casa es el mismo”. Agregó que el trabajo que hacen para prevenir el sinhogarismo “evitó que más de 24.000 familias se quedaran sin hogar desde 2014. La pobreza y la privación eran problemas de larga data antes de que, hace ya una década, el programa de austeridad redujera los presupuestos municipales en casi un tercio y determinara recortes drásticos en el gasto social”.

En respuesta a esto, Christophe Lalande, de ONU-HÁBITAT, dijo: “Esta batalla contra el sinhogarismo realmente [puede] ser valiosa para otras ciudades y otros alcaldes de la región europea. El sinhogarismo ha ocupado un lugar central en [nuestro] trabajo durante los últimos dos años. Newcastle ha sido un ejemplo muy ilustrativo para nosotros, para poder influenciar a otros legisladores con el fin de prevenir […] este problema, pero también para entender mejor todo lo que está en juego. Al promover este tipo de prácticas, realmente estamos generando un cambio en todo el mundo, y [el Concejo Municipal de] Newcastle está dando un ejemplo excelente con esta política basada en evidencias, al reunir a todas las partes asociadas para combatir al sinhogarismo. Creo que es extremadamente inspirador”.

La Directora Global de The Shift e integrante del jurado de la etapa definitoria de los Premios Mundiales del Hábitat Leilani Farha agregó: “Lo que ha hecho [el Concejo Municipal de] Newcastle es maravilloso […] realmente único. El sinhogarismo representa una violación prima facie del derecho a la vivienda, ya que está claramente asociado al derecho a la vida —la morbilidad y la mortalidad de una persona disminuyen cuando esta no tiene una casa—, el derecho a la dignidad, el derecho a la educación y el derecho al trabajo. En este sentido fundamental, intentar prevenir el sinhogarismo es una acción en favor de los derechos humanos. Los gobiernos de las ciudades, así como los de todos los niveles, deberían estar haciendo todos los esfuerzos posibles para prevenir el sinhogarismo, ya que este representa una violación básica de los derechos humanos”.

Luego, agregó: “Pero Newcastle va mucho más allá, ya que el modelo es holístico e integrador. Entiende que hay muchas piezas involucradas en la conformación del sinhogarismo […] y que este solo puede prevenirse si se tienen en cuenta todas estas piezas y si todos los actores trabajan en conjunto para tal fin. Es un modelo […] para otras ciudades […]. Hacer que todas las piezas colaboren y trabajen juntas no es una tarea fácil”.

Onno Ruhl, cuyo trabajo con la Agencia Aga Khan para el Hábitat está ayudando a proteger a las comunidades que viven en los lugares más afectados por la emergencia climática en Pakistán, dijo: “Hay millares de personas viviendo en las zonas de las montañas y alrededores, por lo tanto, queremos aprender de quienes trabajan allí, compartir nuestros conocimientos y hacer que la conservación y la mejora del hábitat de las comunidades de la montaña sean factores de motivación importantes en la lucha contra el cambio climático y en favor de la adaptación al clima”.

También expresó: “Es crucial que permitamos que estas personas construyan un futuro mejor donde están. Debemos adaptarnos al clima […] pero no hay ningún motivo que impida mejorar las viviendas a raíz de esa adaptación. Esto no debe implicar que las consecuencias sean catastróficas para las personas, pero solo lo lograremos si hacemos algo”.

En respuesta a Onno, Leilani Farha dijo: “Muchas veces, las personas se apropian del conocimiento indígena sin reconocerlo. Ese no fue el caso aquí, en el proyecto se entendió que era conocimiento indígena el que se estaba aprovechando. Y lo más interesante es que este se utilizó junto con […] la tecnología más moderna, algo que no se ve con frecuencia. Es un modo de interacción muy grato entre el conocimiento indígena y las nuevas formas de pensar y de hacer las cosas con medios digitales”.

La Dra. Claudia Murray, de la Universidad de Reading, habló sobre las magnitudes que adquirió TECHO: “Es imposible que los gobiernos los ignoren”. También elogió a la organización por cómo […] “propicia la adquisición de habilidades y el empoderamiento de las comunidades en la región. Las ayuda a comprender su derecho a tener un refugio. Les da voz o las ayuda a encontrar sus propias voces”.

La Dra. Murray también desafió a TECHO a considerar los próximos pasos, y sugirió que pueden crear una asociación de vivienda o implementar soluciones de mayor escala, como fideicomisos de la tierra.

Héctor Guarda, de TECHO, habló sobre cómo proporcionaron viviendas de emergencia, pero, aun así, tienen “que trabajar en pos de una América Latina mejor, en la que las personas tengan acceso a casas dignas. En la actualidad, hay millones de familias en América Latina que ni siquiera tienen un suelo firme sobre el que empezar a soñar. Sabemos que la vivienda de emergencia no es una solución definitiva, pero es una base firme a partir de la cual se puede empezar a soñar. Nuestro desafío es ayudar a las familias a acceder a una casa permanente y digna, con servicios urbanos disponibles, salud, educación, cultura y ocio […]. Queremos que las personas de otros lugares vean a América Latina como una tierra de oportunidades”.

En respuesta a una pregunta de la Dra. Murray sobre si estaban haciendo algún tipo de trabajo que deberían hacer los gobiernos, porque “estos ignoran a las personas en situaciones de mayor vulnerabilidad con la excusa de que TECHO se está haciendo cargo del problema”, Héctor Guarda dijo: “Nuestro papel no es sustituir a los gobiernos, pero hay tareas que estos no están haciendo, y no vamos a esperar a que las hagan”.

Leilani Farha agregó lo siguiente: “TECHO está desempeñando un papel fundamental, lo hace bien y está cerca de la gente. Con su labor, visibiliza a los invisibles. [Le da] reconocimiento a quienes no lo tienen. Nadie quiere que TECHO deje de desempeñar ese papel, pero los gobiernos deben entender que son los principales responsables de garantizar los derechos humanos y que, si otro actor está cumpliendo esa función, necesita los recursos y las competencias para hacerlo bien, y hacerlo de manera que tenga un impacto a largo plazo. Esto ocurre en muchos países […]. Las ONG desempeñan un papel muy importante, pero no siempre cuentan con los recursos necesarios para hacerlo”.

Después del evento, David Ireland dijo:

“Lo que las personas y organizaciones que trabajan en todo el mundo en el sector dejaron muy claro es que los gobiernos no están dando respuestas lo suficientemente rápidas ni acordes a la magnitud de la necesidad urgente de viviendas. Lo que se necesita son iniciativas como las de TECHO, que expandió su escala geográfica muy rápido para llegar a tantas personas que no tienen una vivienda. Lamentablemente, demasiados gobiernos demoran en responder o se desentienden, ya que existen ONG, como TECHO y Aga Khan, que llenan estos vacíos. La urgencia que plantean la emergencia climática y la crisis mundial de vivienda no dejan margen para la espera. Los gobiernos deben coordinar medidas con el trabajo de las ONG ya mismo”.

Y agregó:

“Los tipos de desafíos que enfrenta el sector de vivienda en este momento adquirieron una magnitud nunca antes vista. De cara a la COP26, todos queremos que los gobiernos se pongan de acuerdo para establecer medidas que limiten la crisis climática. Pero, para implementar esas medidas, el sector de vivienda tendrá que transformarse y ofrecer, como mínimo, más casas de bajo costo con cero emisiones netas. Para que esto suceda, los gobiernos deben generar, de manera urgente, las condiciones legales y financieras correspondientes”.

Para cerrar, David Ireland hizo un aporte optimista:

“Los proyectos y programas que recibieron nuestro premio me dan esperanzas. Porque demuestran, en primer lugar, que hay personas que ya están solucionando estos problemas y, en segundo lugar, que las innovaciones pueden ampliarse para implementar soluciones mundiales”.

Aquí se puede ver el video en el que celebramos el notable trabajo de los proyectos que ganaron nuestro premio en 2020.

Y el debate del evento está disponible aquí.

Además, si conoce algún proyecto que piensa que deberíamos apoyar, comuníquese con nosotros a: wha@world-habitat.org


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