Un innovador modelo de cooperativa de vivienda con “derecho a uso” de Cataluña, España, que ofrece casas de asequibilidad permanente a precios más bajos que los del mercado, ganó el prestigioso Premio Mundial del Hábitat de Plata.
Sostre Cívic, que significa “techo cívico” en catalán, se fundó en 2004 como una alternativa a los modelos tradicionales de alquiler y propiedad individual de vivienda. A diferencia de estos, como cooperativa de “derecho de uso”, Sostre Cívic tiene la propiedad colectiva de los inmuebles, y sus miembros adquieren el derecho de uso de las viviendas por tiempo indefinido.
Los Premios Mundiales del Hábitat, que organiza World Habitat en asociación con ONU-Hábitat, son los premios líderes en vivienda. A través de estos, se reconocen y destacan ideas, proyectos y programas innovadores, excepcionales y revolucionarios de todo el mundo relacionados con el sector.
En un país en el que, históricamente, la política de vivienda ha favorecido la ocupación del propietario (solo un 15 por ciento de las casas de España están disponibles para alquiler y un dos por ciento se destina a alquileres sociales), en Sostre Cívic tienen la ambición de diversificar las opciones de tenencia del mercado de vivienda de Cataluña en el largo plazo, para que en los próximos 20 a 30 años, el 10 por ciento de las casas de la región sean cooperativas con derecho de uso.
Al ser una organización aglutinadora, brindan asistencia a grupos de cooperativas para la compra o el desarrollo de edificios, y luchan por el sector en Cataluña y en toda España.
Los residentes hacen un aporte inicial, que se les devuelve si deciden dejar la vivienda, y pagan una contribución mensual que suele ser más baja que el alquiler de una propiedad similar en el mercado privado. La organización recibe el apoyo de las autoridades locales, a través de subvenciones, subsidios y cesi
Chuz Ezquerra fue una de las primeras integrantes de Sostre Cívic y ahora vive en el primer proyecto de la organización, Princesa 49, que se encuentra en el barrio del Born de Barcelona.
Antes de mudarse a Princesa 49, Chuz vivía en un apartamento en Barcelona y tenía que subalquilar cuartos para poder pagar la renta.
Expresó lo siguiente: “La vivienda cooperativa es una opción más segura que alquilar porque el precio es estable y nadie puede echarte de tu casa, como me sucedió a mí.
“Para promover una conciencia cooperativa, hay que ser muy servicial y empático con los vecinos. Llegar a una casa de este tipo significa compartir, entregarse y empatizar con los vecinos. Es un sistema de vida más familiar, y cada uno tiene su propio espacio privado”.
Chuz agregó que vivir en la comunidad de la cooperativa fue especialmente útil durante la pandemia de COVID-19. “Tengo problemas de arritmia y tuve que ser muy cuidadosa”, contó. “Pero, vivir en una comunidad me ayudó. Los vecinos hacían las compras por mí, compartíamos lo que cocinábamos, como tortas y sopas. Nos cuidamos entre todos, si había sol, íbamos a la terraza y, si alguien tenía algún problema, lo ayudábamos”.
David Ireland, Director Ejecutivo de World Habitat, dijo: “Sostre Cívic es una organización desarrolladora de viviendas sin fines de lucro que ha sido un catalizador para el crecimiento de las viviendas lideradas por la comunidad en Cataluña y otros lugares.
“El compromiso que tienen para transformar la provisión de viviendas en Cataluña y otros lugares es evidente. Con cada proyecto, la organización ofrece una alternativa asequible, sostenible y ética a los modelos tradicionales de propiedad y alquiler, y desafía el significado que tiene para las personas el hecho de tener un techo sobre la cabeza”.
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