La parte más difícil es decirle a ocho finalistas que no han ganado; difícil porque todos los finalistas de los Premios Mundiales del Hábitat son extraordinarios.
Son programas de vivienda llevados a cabo con pasión y entusiasmo por personas comprometidas a mejorar las condiciones de vida de la gente. Cada año vemos una diversidad extraordinaria, distintos enfoques y nuevas ideas. Pero también existen temáticas comunes. Es una maravillosa oportunidad para ver cómo las comunidades responden al desafío de proporcionar vivienda decorosa para la gente.
Si pudiera elegir una temática este año, sería comunidad; gente que, en lugar de esperar que el sistema les dé, se han reunido para alojarse a sí mismos. La realidad en muchos países es que el sistema de vivienda está roto, el mercado ha fallado en su misión y el estado no puede proporcionar una alternativa.
Existe una parte tan grande de la economía del mundo invertida en inmuebles que cuando existe una crisis financiera, hay también una crisis de vivienda. Cuando hay un boom, el mercado de vivienda se vuelve un imán para los especuladores. Es una mezcla toxica para las personas comunes que solamente quieren un lugar adonde vivir.
Un antídoto perfecto para esto es el enfoque llevado a cabo por nuestro ganador Fideicomiso de la Tierra del Caño Martín Peña en Puerto Rico. El Caño Martin Peña fue alguna vez un canal que corría por el centro de un asentamiento informal en la capital de Puerto Rico, San Juan. Tiene limo, está contaminado y es propenso a inundaciones. La respuesta de ingeniería a este problema es dragar y canalizar el canal. Pero si esto sucediera, es probable que la tierra, una vez que esté libre de inundaciones y contaminación, se dispare en valor. Llegarían los especuladores y la misma comunidad a la cual la obra buscaba ayudar, sería desplazada.
La respuesta fue crear un fideicomiso de la tierra (FT) reuniendo la propiedad de la tierra en un fideicomiso sin fines de lucro con reglas que regulan las ventas y previenen la especulación. El FT brinda un propósito común para la comunidad. Todos tienen una voz y todos participan. Podría decirse que es el lugar más democrático de la tierra. Ha logrado conseguir esa rara combinación de vivienda mejorada y asequibilidad.
Canopy y Giroscope también han tomado los asuntos en sus propias manos. Son dos organizaciones diferentes trabajando en distintas ciudades en el Reino Unido y son ganadores conjuntos de los Premios Mundiales del Hábitat – los primeros ganadores del Reino Unido en más de una década. Ellos vieron los problemas de sinhogarismo en sus ciudades y también vieron miles de viviendas vacías. Decidieron hacer algo sobre ambas cuestiones a través de renovar propiedades y ponerlas nuevamente en uso. Las casas terminadas proporcionan vivienda de bajo costo para las personas sin hogar de la zona, o para aquellas con necesidad de vivienda.
Para mucha gente, Canopy y Giroscope proporcionan una solución que otras organizaciones pasan por alto o descartan. En el corazón de su trabajo está la gente. Personas desfavorecidas o aisladas tienen la oportunidad de aprender nuevas habilidades y desarrollar confianza en camino a ser adecuadamente alojados y empleados. Estas dos organizaciones benéficas también han inspirado a más de 100 organizaciones en el Reino Unido a seguir su modelo de Vivienda de Auto-Ayuda.
Ya se encuentra abierta la recepción de solicitudes para la competencia de los Premios Mundiales del Hábitat 2016-17. Durante 30 años, estos Premios han celebrado proyectos de vivienda extraordinarios que han superado problemas de vivienda y mejorado la vida de la gente. Es increíble ver como ganadores anteriores han influenciado e inspirado a otros, y han visto a sus ideas difundirse a través del mundo. Los detalles completos pueden encontrarse en la página de los Premios Mundiales del Hábitat
Las solicitudes serán recibidas hasta el 29 de abril de 2016.
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