Initiative Développement (Iniciativa de Desarrollo – ID) es una organización no gubernamental francesa que trabaja en el campo de la ayuda internacional, fundada en 1994 en Poitiers, Francia. Durante más de 18 años, ID ha venido trabajando con poblaciones y comunidades empobrecidas en siete países diferentes: Benín, Chad, China, Congo-Brazzaville, las islas Comoras, Haití y Togo. Las áreas de intervención de ID varían de acuerdo con las condiciones y necesidades locales e incluyen el suministro de servicios básicos como agua, saneamiento e higiene; educación y capacitación de maestros; salud y VIH/SIDA; agricultura y desarrollo rural; y energía renovable. En el año 2007, ID inició un proyecto en las provincias chinas de Guizhou y Yunnan, para modernizar las explotaciones agrícolas rurales con el uso de biodigestores conectados a un nuevo servicio higiénico y al corral de animales, lo que permite a los hogares tener acceso a biogás, una fuente limpia de energía renovable. Por medio del esquema de certificación Gold Standard, el proyecto ha garantizado financiamiento hasta el año 2020 con las ventas de créditos de carbono para garantizar el mantenimiento y el uso a largo plazo de los biodigestores y la continua entrega de capacitación a los hogares. Trabajando en alianza con entidades gubernamentales y otras organizaciones en China, el proyecto está ampliando la estrategia de manera significativa, y prevé alcanzar un número adicional de 1,7 millones de hogares para el año 2020.
Descripción del Proyecto
Fines y Objetivos
El proyecto tiene por objetivo mejorar las condiciones de vida y el medio ambiente local en poblaciones rurales de bajos recursos, especialmente de minorías étnicas, en las provincias de Yunnan y Guizhou por medio del acceso a una fuente de energía renovable y limpia.
Contexto
Las provincias chinas de Yunnan y Guizhou se clasifican en los puestos 31 y 29 respectivamente entre las 31 provincias de China en términos del PIB per cápita. ID eligió trabajar en zonas montañosas (altitud promedio 2.100 m) debido a que su ubicación remota las vuelve menos accesibles a la asistencia de otras organizaciones, y porque las condiciones del trabajo agrícola en las inclinadas pendientes son difíciles. La mayor parte del trabajo de arado se hace con animales y los productos son consumidos directamente por los agricultores. La mayoría de los hogares rurales pobres en estas zonas viven en casas hechas de ladrillos de barro y techos de paja que no possen buen aislamiento térmico y donde se gasta una gran cantidad de energía en calefacción durante el invierno. Los residentes no tienen un espacio separado para la cocina, por lo que la preparación de alimentos y otras tareas de cocina se hacen en la habitación principal de la casa. El combustible usado para cocinar generalmente es leña, carbón mineral o residuos agrícolas. Esto, combinado con estufas ineficientes, hace que la cocción de alimentos se convierta en la principal fuente de contaminación del aire dentro de la casa. Adicionalmente, el estiércol animal se apila afuera de la casa antes de ser usado en los campos como abono en la primavera. Algunos problemas de higiene se asocian con estas prácticas, dada la posibilidad de la escorrentía del estiércol hacia los acuíferos y ríos locales cuando llueve, o puede ser una fuente directa de contaminación para los pobladores que viven cerca. Las casas tienen servicios higiénicos muy básicos, con frecuencia un simple hueco en la tierra con un par de tablas encima.
Caracerísticas principales
El rasgo más importante del proyecto es la modernización de las explotaciones agrícolas rurales mediante la construcción de un sistema integrado de manejo de desechos. La infraestructura principal es un biodigestor que se conecta a un nuevo servicio higiénico y a los corrales de animales. Los biodigestores procesan los desechos humanos y animales, un proceso de digestión anaeróbica que convierte la materia descompuesta en biogás y produce biolodo. Los agricultores pueden entonces usar el biogás en la cocina (con una cocina a biogás especialmente diseñada y una olla arrocera) y para la iluminación (lámpara de biogás). El biolodo es usado ya sea directamente en los campos como fertilizante o es sometido a compostaje antes de ser usado. El proceso de digestión anaeróbica mata un 99% de las bacterias nocivas, haciendo que su uso en los campos sea mucho más seguro.
El proyecto se está llevando a cabo en alianza con el Zhaoyang Forest Bureau, una entidad del gobierno encargada de la construcción de biodigestores en la zona, la misma que facilitó el proyecto al presentar a ID a los dirigentes locales del pueblo, lo que fue especialmente útil en el contexto chino.
Lo que diferencia a este proyecto de otros proyectos de biogás en China es que también se centra en la capacitación y mantenimiento de largo plazo de los biodigestores – un tema importante en China – para asegurar que la tasa de funcionamiento sea lo más alta posible. ID brinda tres tipos de capacitación: capacitación a hogares nuevos al final del proceso de construcción; capacitación de actualización cada dos años para revisar y mejorar los conocimientos de los beneficiarios; y capacitación en escuelas primarias para crear conciencia entre los estudiantes sobre tópicos relacionados con el uso de biogás. Ahora la estrategia está siendo considerablemente ampliada y transferida por otras organizaciones y entidades gubernamentales.
El proyecto está registrado en la Fundación Gold Standard, la misma que maneja el programa de certificación de compensaciones de carbono en el mercado del carbono voluntario y es reconocida internacionalmente como referente de calidad en proyectos de energía renovable y de eficiencia energética con compensación de carbono.
Cobertura de costos
Cada biodigestor individual cuesta aproximadamente US$530 en materiales y capacitación de un albañil calificado. Este monto cubre la construcción del nuevo retrete encima del biodigestor, la conexión desde el corral de animales hasta el biodigestor, la cocina de biogás, la olla arrocera y la lámpara de biogás. De estos US$530, entre US$145 y US$200 son pagados por cada hogar, que también aporta mano de obra para la construcción.
Entre 2007 y 2011, el proyecto ha construido 2.750 biodigestores a un costo aproximado de US$1,6 millones, financiados por la Fundación GoodPlanet, la Fundación Trafigura, la Fundación Ensemble y la Embajada de Francia en China. Alrededor de US$602.000 fueron entregados como anticipo por la Fundación GoodPlanet para permitir que el proyecto participe en el programa de compensaciones de carbono con la construcción de los primeros 1.300 biodigestores con el Gold Standard, y el resto del dinero fue entregado como donación no reembolsable. Actualmente el proyecto está en la fase de seguimiento (hasta el año 2020), con un desembolso anual aproximado de US$53.500 para garantizar el adecuado mantenimiento de los biodigestores y para brindar capacitación continua a los hogares. El financiamiento de esta fase se obtiene de los ingresos generados por la venta de los créditos de carbono. Las ventas de créditos de carbono también permiten reembolsar la inversión inicial realizada por la Fundación GoodPlanet para construir los biodigestores.
Impacto
- Entre 2007 y 2011, se construyeron 2.750 biodigestores en igual número de hogares en las provincias de Guizhou y Yunnan. Con aproximadamente cuatro personas por hogar, el proyecto ha tenido un impacto directo en alrededor de 11.000 personas.
- El uso de cocinas de biogás ha mejorado considerablemente la calidad del aire dentro de las casas de los residentes y ha reducido las infecciones respiratorias causadas por la combustión de carbón o leña.
- La reducción del consumo de carbón permite que cada familia ahorre hasta US$115 por año, un monto significativo dados los ingresos anuales promedio.
- Los nuevos retretes construidos en cada hogar y la conexión de los corrales de animales al biodigestor han mejorado la higiene y las condiciones sanitarias en las casas.
- Por medio de la participación en la fase de construcción y en las sesiones de capacitación continua, los habitantes adquieren conocimientos y destrezas en temas de seguridad, el uso de biolodo en los cultivos como fertilizante natural, en higiene, y en el manejo y mantenimiento de los biodigestores y las cocinas de biogás.
- Los alumnos de primaria también aprenden sobre seguridad, higiene, protección del medio ambiente y cambio climático por medio de capacitaciones dadas en las escuelas.
- Se generan empleos locales para técnicos, trabajadores sociales, capacitadores e inspectores.
- Se ha reducido la deforestación (que ayuda a proteger las fuentes de agua) pues el biogás producido permite que los hogares usen menos leña.
- Las encuestas realizadas revelan una reducción promedio de 3,5 toneladas de CO2 por hogar por año. Cada día, el biogás reemplaza entre cinco kilogramos de carbón u ocho kilogramos de leña.
¿Por qué es innovador?
- Aunque el uso de biodigestores es bastante común en China, su mantenimiento de largo plazo era y sigue siendo un gran problema. Este proyecto brinda una solución innovadora al usar el financiamiento del carbono para garantizar el mantenimiento y el uso de largo plazo de los biodigestores y desarrollar un sistema de capacitación y seguimiento efectivo.
- ID fue la primera organización en lograr la emisión de créditos de carbono para un proyecto de biodigestores domésticos en China (la segunda en el mundo).
- El proyecto se centra en la capacitación de los beneficiarios en el uso, manejo y mantenimiento adecuados de los biodigestores.
- También se centra en su impacto y credibilidad, con la certificación Gold Standard, que implica un riguroso sistema de monitoreo y, a diferencia de otros sistemas de certificación, requiere que el proyecto demuestre que está contribuyendo al desarrollo sostenible y que no tendrá ningún impacto socioeconómico adverso.
¿Cuál es el impacto medioambiental?
El proyecto obtiene todo el material de construcción de fuentes locales y las emisiones de gases de efecto invernadero vinculadas a la producción de estos materiales son tomadas en cuenta al calcular las reducciones de emisiones del proyecto en las encuestas de monitoreo semestrales.
La presión sobre las fuentes de leña para combustible y las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyen a medida que el biogás reemplaza el uso de leña o carbón. Además de producir combustible, los biodigestores tienen el beneficio añadido de producir un fertilizante altamente nutritivo a partir de la fermentación anaeróbica de los desechos animales y humanos.
En tanto que proyecto de compensación del carbono con impacto social, el proyecto presenta una oportunidad para la acción de los ciudadanos consumidores, permitiendo a las personas y a las empresas invertir en él para equilibrar sus propias huellas de carbono y ayudar a reducir las emisiones netas.
¿Cómo es su sostenibilidad financiera?
El financiamiento para la fase de seguimiento está garantizado hasta el año 2020 por medio del esquema de compensaciones de carbono. Existe un incentivo de llevar el proyecto hasta un estándar elevado, ya que mientras más eficientemente trabajen los biodigestores, se emitirán más créditos de carbono y se podrá gastar más dinero para garantizar un buen mantenimiento y seguimiento.
El proyecto brinda empleos locales para los técnicos especializados que supervisan la construcción de los biodigestores. La provisión de una fuente de ingresos local para los técnicos es significativa en un contexto en el que muchos trabajadores migran a las ciudades para encontrar trabajo. ID también emplea a un equipo de siete personas del área para coordinar el proyecto, quienes reciben salarios por encima del promedio local.
Menos tiempo dedicado a la preparación de alimentos y a la recolección de leña permite a los agricultores tener más tiempo para la producción agrícola y el mejoramiento de los cultivos, lo que los ayuda a generar más ingresos. Los agricultores ahorran en costos de fertilizantes pues pueden producir un fertilizante con alto contenido de nutrientes a partir del biolodo digerido. Las familias tienen una fuente de energía limpia y fácil de usar para sus necesidades de preparación de alimentos e iluminación durante cuatro a seis horas por día.
En cuanto al financiamiento institucional, ID ha tenido un presupuesto bastante estable de alrededor de US$5,3 millones durante los últimos años. Los fondos vienen de fuentes públicas (60%) y de fundaciones privadas (40%).
¿Cuál es el impacto social?
Las comunidades locales participan en todas las etapas del proyecto. Antes de la implementación, ID organizó una consulta con los actores locales a la que estuvieron invitados los agricultores locales, los dirigentes del pueblo y las ONGs pertinentes. Se recogieron sus comentarios sobre los impactos del proyecto y se los resumió en una matriz de sostenibilidad. También se llevó a cabo una evaluación ‘Do No Harm’ (Acción sin daño) para evaluar cualquier potencial impacto ambiental, social y/o económico con la comunidad, así como una discusión sobre un plan de monitoreo de la sostenibilidad. Gold Standard entregó un informe detallado de esta reunión para su revisión y está disponible al público en su página web.
Durante la fase de implementación, los hogares son responsables de la mayor parte del trabajo de construcción bajo la supervisión de un albañil calificado. También contribuyen financieramente para cubrir los costos de los materiales. El proceso de capacitación incluye el asesoramiento de beneficiarios anteriores que comparten sus experiencias con el biogás y demuestran su correcto uso a los nuevos hogares. El proyecto promueve una mayor cooperación e integración de la comunidad, pues los vecinos se ayudan entre si durante el trabajo de construcción.
Obstáculos Encontrados
Se reveló que la operación y el mantenimiento de largo plazo de los biodigestores eran las principales barreras. Aunque la tecnología es bastante simple, los biodigestores necesitan una operación correcta y un mantenimiento adecuado para que puedan funcionar a largo plazo. Un biodigestor adecuadamente construido y bien mantenido puede durar más de 30 años, pero sin la capacitación y el mantenimiento adecuados, puede dejar de ser usado después de apenas un par de meses.
Para superar este problema, ID puso mucho esfuerzo en la capacitación inicial de los beneficiarios. Personal dedicado ha creado herramientas y contenido de capacitación originales. Las sesiones de capacitación se realizan junto a un biodigestor que ya está construido e incluyen el asesoramiento de un beneficiario anterior que compartirá sus experiencias con el biogás. Se hace un pequeño examen para evaluar el nivel de comprensión del contenido de la capacitación. Cada dos o tres años se organizan capacitaciones de actualización para mantener los conocimientos de los beneficiarios. ID también desarrolló un procedimiento de diagnóstico estandarizado que identifica más de 20 tipos de fallas potenciales que un biodigestor puede sufrir. En los barrios existen técnicos profesionales y talleres de mantenimiento para diagnosticar y reparar los problemas.
Lecciones Aprendidas
- Construir el biodigestor es la parte fácil; el verdadero desafío es proveer un buen sistema de mantenimiento y capacitación para que el biodigestor pueda ser usado efectivamente en el largo plazo.
- ID ha adaptado su sistema de mantenimiento con el paso de los años y ha desarrollado procedimientos estandarizados de diagnóstico y reparación, así como una base de datos dedicada que le permite hacer un seguimiento preciso de la condición de los biodigestores que han sido construidos.
Evaluación
ID ha desarrollado un proceso de monitoreo integral que evalúa no solamente el ahorro de combustible sino también otros impactos del proyecto en el desarrollo sostenible, tales como el mejoramiento de la higiene, los ahorros en la compra de combustible, mejoramiento cualitativo de la calidad del aire dentro de las casas, creación local de empleos, etc. Dos veces al año, se seleccionan 260 hogares al azar para hacer una encuesta para determinar en qué medida se han logrado los impactos antes descritos. Los resultados son verificados independientemente por Gold Standard.
Transferencia
Las considerables ventajas obtenidas en términos de salud, higiene, saneamiento, desarrollo y medio ambiente llevaron a ID a expandir el proyecto rápidamente. En alianza con la Fundación Yunnan Green Environment and Development, ID ha lanzado un proyecto que construirá 150.000 biodigestores en la provincia de Yunnan entre los años 2012 y 2015 y hasta un millón hasta el año 2020. Este proyecto también tiene la certificación de Gold Standard y ya se han construido 26.000 biodigestores. Los ingresos de carbono serán usados para construir centros de servicio locales manejados por técnicos que serán capacitados por ID para mejorar sus destrezas en el manejo de los centros, y capacitar a los usuarios del biogás de la zona para garantizar su mantenimiento en el largo plazo.
El trabajo de ID ha inspirado a otros desarrolladores de proyectos de carbono en China, pues la Fundación Yunnan Green Environment and Development usó el mismo modelo con el apoyo de ID para construir 3.000 biodigestores en la provincia sudoccidental de Yunnan. La Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD) y French Global Environment Facility (FFEM) también han pedido a ID que brinde su experticia y experiencia a proyectos similares implementados en la municipalidad de Qujing en Yunnan para la construcción de 24.000 biodigestores y en la mitad occidental de la provincia de Sichuan para 700.000 biodigestores.
La alianza de ID con las autoridades locales está hecha a la medida de China, donde existe el know-how (y el financiamiento) para construir biodigestores, pero donde su uso de largo plazo es un problema.