Enclavada en el corazón del valle del M’Zab, un sitio que es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, la iniciativa de vivienda Tafilelt Tajdit de 1.050 casas ofrece un modelo innovador para la vivienda sostenible, en uno de los ambientes más hostiles del mundo.
El valle del M’Zab, un oasis cultural y ecológico en el vasto desierto del Sahara, ha sufrido una presión cada vez mayor en las últimas décadas. El crecimiento demográfico, la construcción incontrolada y la falta de una gestión consistente de los residuos sólidos y del agua, han amenazado las formas de vida tradicionales. Durante las últimas décadas, condominios de viviendas insostenibles en la zona agravaron estos problemas, lo que provocó una degradación ambiental y una fractura de la cohesión social.
La Fundación Amidoul, que creó, desarrolló y administra Tafilelt Tajdit, está profundamente comprometida con la restauración y preservación de las tradiciones culturales de los mozabitos, que se basa en el movimiento ibadí del islam. Esta ideología alienta la ayuda mutua y la solidaridad, en el sentido de que las familias y personas tienen un deber moral de ayudar a la comunidad a través de acciones benéficas y limosna.
El proyecto no tiene fines lucrativos y depende de contribuciones voluntarias de los miembros de la Fundación, arquitectos, residentes y otras fuentes, así como de un subsidio público para la vivienda. También se hace hincapié en la transmisión y el fortalecimiento de los valores ancestrales, las creencias y la identidad cultural.
En las casas y los espacios públicos, el diseño de Tafilelt Tajdit combina la arquitectura tradicional de la región (que se adapta al clima del desierto) con la comodidad moderna. Las casas adosadas y el entrecruzamiento de calles estrechas funcionan como una barrera contra las tormentas de arena. La sombra se obtiene a través de cambios en la dirección y la profundidad de las calles, callejones cubiertos y balcones en voladizo. Las casas de tres niveles tienen una altura idónea para permitir el ingreso de la luz del sol a todos los pisos, mientras que las ventanas y las fachadas dejan entrar el aire, pero no el calor.
Elementos tradicionales, como una muralla con grandes puertas de madera, pozos, torres de minarete, así como una torre de vigilancia, rinden homenaje a características de las ciudades históricas del valle de M’Zab llamadas ksour. Sin embargo, las calles se ensancharon para permitir el acceso de automóviles, y las habitaciones de las casas también son más amplias para que quepan muebles, cocinas y baños modernos.
Impacto social
La iniciativa se basa en los principios de la sociedad ibadí. Todas las casas tienen el mismo aspecto y no hay signos de estatus económico. El proyecto incluye una mezcla social de grupos de ingresos medios y más altos, así como una combinación de géneros en cuanto a la propiedad de las casas. Gracias al apoyo económico de la comunidad, algunos hogares vulnerables de bajos ingresos también pudieron integrar el proyecto.
Casi todos los residentes de Tafilelt Tajdit provienen de la vieja ciudad o ksar Beni Isguen, a tres kilómetros de distancia, lo que permite que muchas familias jóvenes se independicen de sus padres y puedan acceder a una vivienda propia. Tafilelt Tajdit ofrece viviendas asequibles a la vez que mantiene altos estándares de igualdad y sostenibilidad ambiental.
Impacto ambiental
Una característica central de Tafilelt Tajdit es la inclusión de un ecoparque que promueve la gestión responsable del medioambiente. Especies de plantas nativas y prácticas de paisajismo con un consumo eficiente del agua ayudan a conservar la biodiversidad de la ciudad, y a mitigar los efectos del cambio climático.
Los residentes son responsables del mantenimiento del parque y deben plantar árboles. La iniciativa también incorpora fuentes de energía renovable y medidas para la reducción de los desperdicios de agua. Las reglas de Tafilelt Tajdit intentan formar ciudadanos más respetuosos y conscientes con respecto al medioambiente: se enseña a los niños en la escuela y a los residentes sobre protección de la flora y la fauna, reciclado de residuos y limpieza de espacios públicos.
Financiación
El costo total del proyecto fue de 2.352.000.000 de dinares argelinos (29,2 millones de dólares, según la tasa de cambio de 2014), del cual un 25 por ciento proviene de subsidios públicos para la vivienda.
La fundación financió el proyecto etapa por etapa. Como la costumbre ibadí prohíbe los préstamos bancarios, empezaron a recaudar dinero a través de financiamientos sin interés provenientes de residentes ricos de Beni Isguen. Este dinero se usó para comprar el terreno al estado y construir las primeras 100 casas, que se finalizaron en noviembre del año 2000. Cuando esas casas se vendieron, las ganancias se usaron para construir otras 100 casas, y así sucesivamente. Para el año 2005, había 750 casas. Luego, 950 en 2010, y, por último, 1.050 casas en 2014.
Los residentes ayudan con el desarrollo del proyecto, que es otra característica de la tradición ibadí. Estos aportan mano de obra gratuita durante los fines de semana, para limpiar los espacios públicos, plantar árboles y ayudar con la construcción de espacios públicos y la mezquita.
La fundación recaudó donaciones adicionales de la comunidad y consiguió subsidios públicos para desarrollar el ecoparque y la planta de tratamiento del agua.
Transferibilidad y expansión
La Fundación Amidoul suele recibir a arquitectos, alumnos de doctorado e investigadores que desean estudiar el enfoque único de Tafilelt Tajdit. De esta manera, esperan garantizar la financiación de nuevas investigaciones sobre la mejora de la gestión de residuos y la producción de energía renovable, a fin de seguir reduciendo el impacto ambiental del condominio. Si bien en la Fundación Amidoul no prevén la creación de otro desarrollo habitacional, están ansiosos por compartir sus experiencias, conocimientos y aprendizajes con personas en otros países de la región.
La sostenibilidad de Tafilelt Tajdit en el largo plazo dependerá de los esfuerzos continuos para adaptarse a las condiciones cambiantes y para abordar los problemas que surjan. El cambio climático, las fluctuaciones económicas y los movimientos demográficos requerirán un control y un ajuste continuos.
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Tafilelt Tajdit propone un modelo innovador para la sostenibilidad, la participación comunitaria y la preservación de la cultura. Los residentes viven en armonía con la naturaleza y entre sí, y tienen casas asequibles de alta calidad. El enfoque único del proyecto con relación a la financiación comunitaria ofrece una alternativa a la financiarización de los desarrollos de vivienda del valle del M’Zab. Al combinar métodos de construcción tradicionales con perspectivas modernas, el proyecto ofrece un modelo de vivienda que supera en calidad a las iniciativas gubernamentales o privadas, y que podría ser adoptado por comunidades en otras ciudades y otros países.
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