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Los residentes de la favela Trapicheiros, en Río de Janeiro, están desarrollando el primer Fideicomiso de Tierras Comunitarias (FTC) de Brasil, con el apoyo de Catalytic Communities y World Habitat.

La favela Trapicheiros existe desde hace aproximadamente un siglo, pero recientemente, los residentes se vieron presionados por amenazas de desalojo. Este nuevo Fideicomiso de Tierras Comunitarias de la favela asegurará que los vecinos mantengan el control de todas las iniciativas, incluida la propiedad colectiva de la tierra. Además, garantizará que puedan seguir viviendo en sus comunidades, y evitará que las autoridades o las fuerzas del mercado inmobiliario los obliguen a reubicarse.

Inspirado en el trabajo del Fideicomiso de la Tierra del Caño Martín Peña – proyecto ganador de los Premios Mundiales del Hábitat de 2015 -, el grupo de trabajo del Fideicomiso de Tierras Comunitarias de Río de Janeiro, que actualmente cuenta con más de 170 miembros, está desarrollando un programa piloto en Trapicheiros y otras comunidades. Sus integrantes presentarán soluciones innovadoras para los derechos sobre la tierra, que desafían la grave situación de tenencia que caracteriza a todas las ciudades brasileñas.

Mediante talleres y encuestas puerta a puerta, se entró en contacto con alrededor de dos tercios de los vecinos de la comunidad (65%). Prácticamente todos (90%) demostraron interés en el modelo del FTC que se presentó como una vía para incrementar la resiliencia y la solidaridad, y fortalecer a la comunidad para que pueda lidiar con la COVID-19 y otras crisis, ya sean de origen natural o artificial.

Una serie de socios están involucrados en el grupo de trabajo, por ejemplo, líderes de las comunidades (Trapicheiros, Esperança, Indiana, Vila Autódromo y Vila Cruzeiro, entre otras), representantes del sector público (como defensores de oficio especializados en derechos sobre la tierra; miembros del ITERJ, organismo que regula la titulación de la tierra en el estado de Río de Janeiro; y la Fundación Oswaldo Cruz, Fiocruz), arquitectos y planificadores urbanos, y grupos de la sociedad civil, como el colectivo del Projeto Manivela, Ingenieros Sin Fronteras, TECHO y el movimiento por el derecho a la vivienda, União por Moradia Popular (UMP).

Actualmente, el grupo de trabajo está desarrollando una propuesta legislativa para regular el FTC a nivel nacional. Esta establecerá un modelo en el sistema jurídico brasileño y generará las condiciones necesarias para su divulgación masiva. En el ámbito local, gracias al proceso de movilización de Trapicheiros, los residentes pudieron presionar a los representantes para que presentaran el proyecto de ley 1356/2019, que, de aprobarse, declarará a la comunidad como un Área de interés social especial. A través de esta medida se realizarán ajustes en los requisitos de zonificación de la comunidad para que sean más coherentes con la realidad, ya que tendrán un papel crucial para garantizar viviendas asequibles, y proporcionarán las condiciones de respaldo necesarias para el establecimiento de un FTC en Trapicheiros en el futuro. En comparación con los títulos individuales, la opción del Fideicomiso de Tierras Comunitarias garantiza que la comunidad en su totalidad puede conservar las tierras y propiedades, y asegura una asequibilidad permanente.

Ailton Lopes, Subsecretario de la Asociación de Vecinos de Trapicheiros, dijo:

“El FTC es una herramienta proteccionista, que brinda seguridad a la comunidad ante posibles desalojos y la especulación inmobiliaria. El FTC está conformado por un grupo de aliados técnicos, voluntarios y líderes comunitarios, y está comprobado que funciona. Trapicheiros y Esperança son dos comunidades que están desarrollando proyectos piloto, y creemos que el FTC tendrá mucho éxito en Brasil, porque estamos muy comprometidos con la causa”.

Maria da Penha Macena, una líder que resistió un desalojo violento en la favela Vila Autódromo, antes de las Olimpíadas, dijo:

“El FTC ofrece una [opción] legislativa mejor para las tierras en general. Hablaré desde mi experiencia: las alternativas de titulación existentes no nos garantizan que podamos permanecer en nuestras tierras. Yo tenía dos títulos de concesión de uso del gobierno estatal, y aún así, casi pierdo la vida para poder quedarme en mi tierra. Nuestros funcionarios electos no respetan este derecho. Creo que lo que necesitamos en las favelas es la garantía de que podemos permanecer en nuestras tierras, y la concesión de uso no sirve para eso. El FTC sí, nos permite proteger la tierra. El título de concesión de uso que teníamos [en Vila Autódromo] era más bien una herramienta para luchar por los derechos sobre la tierra y no una garantía de estos. Mediante un FTC adquirimos las tierras, para poder dejárselas a nuestros hijos cuando ya no estemos”.

Orlando Santos Junior, Profesor de Planificación urbana en el Observatório das Metrópoles de la Universidad Federal de Río de Janeiro, dijo:

“La importancia del proyecto del FTC es crucial debido a su potencial para garantizar el derecho a la vivienda de las clases populares, ya que combate las fuerzas de la especulación inmobiliaria y el riesgo de desalojos. Se trata de un proyecto que promueve la solidaridad local, el sentido de pertenencia a la comunidad propia y el derecho de ciudadanía”.

Maria Lúcia Pontes, Defensora de Oficio especializada en derechos sobre la tierra, de la Defensoría Pública de Río de Janeiro, dijo:

“Con el crecimiento de la financiarización del capital, el proyecto del FTC surge como una oportunidad para que los residentes de las favelas debatan acerca del rol de los títulos de propiedad individual y sus limitaciones para proteger el derecho a la vivienda como un derecho humano básico, y propongan otro medio de protección legal”.

Theresa Williamson, Directora Ejecutiva de Catalytic Communities, dijo:

“Más allá de la tenencia de la tierra, los FTC también ofrecen una vía para asegurar y conservar un verdadero desarrollo comunitario que se basa en las cualidades de la vida en comunidad inherente a las favelas.

“Gracias al apoyo de World Habitat, estamos trabajando con los vecinos de Trapicheiros, mediante diferentes talleres, reuniones, eventos y actividades puerta a puerta; para lograr una movilización de los residentes; elaborar mapas de la comunidad; realizar planificaciones comunitarias; y diseñar leyes alternativas, a fin de facilitar la implementación de los FTC, no solo en Trapicheiros, sino en todo Brasil”.

David Ireland, Director Ejecutivo de World Habitat, dijo:

“Cerca de mil millones de personas de todo el mundo viven en asentamientos informales. Muchas de ellas padecen la deficiencia de las garantías sobre la tierra y de las infraestructuras. El proyecto del Caño Martín Peña, en Puerto Rico, fue pionero en el uso de los Fideicomisos de Tierras Comunitarias para regularizar la propiedad sobre las tierras para la comunidad, otorgarles el control a los residentes y allanar el camino para la mejora de servicios.

“Trapicheiros es el próximo, y ansiado, paso de este recorrido que ofrece la esperanza de un futuro más digno para millones de personas que viven en asentamientos informales de todo el mundo”.

El FTC piloto de Trapicheiros será el primer paso de un movimiento que trabaja para establecer el derecho a una vivienda adecuada y asequible en Brasil, inicialmente, para todos los residentes de Trapicheiros. Una vez que se haya establecido, servirá como modelo para guiar la planificación de otros FTC, e inspirar una legislación que respalde la expansión de esta herramienta en el futuro.


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