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Ayer, el Ministerio de Vivienda, Comunidades y Gobiernos Locales (MHCLG) publicó las cifras anuales de 2018 de personas que duermen a la intemperie para cada autoridad local de Inglaterra. Se estima que la cantidad total de personas que duermen a la intemperie por noche en 2018 es de 4,677, lo que representa una disminución del 2% con respecto a 2017. Es la primera vez que las estadísticas oficiales de personas que duermen a la intemperie caen desde 2010.

Esta cifra es una excelente noticia, especialmente para el gobierno, dado el gran incremento en la financiación para el sinhogarismo de los últimos años. Pero, ¿qué otra cosa nos cuentan las cifras? ¿Podemos celebrar si, en realidad, la cantidad de personas que duermen a la intemperie aumentó un 165% desde la introducción de los informes actuales en 2010?

¿Cómo se mide la cantidad de personas que duermen a la intemperie?

La tarea de recopilar cifras de personas que duermen a la intemperie es responsabilidad de cada una de las 326 autoridades locales de Inglaterra, y la metodología prácticamente no ha cambiado desde 2010. Durante una noche determinada de otoño, las autoridades locales pueden optar por hacer un estimativo basado en evidencias o un levantamiento manual de las personas que duermen a la intemperie. Si bien no son completamente precisas, ambas alternativas de metodologías permiten que las autoridades locales de zonas urbanas con alta densidad de población y de regiones rurales remotas evalúen la cantidad de personas que duermen a la intemperie. El uso consistente de esta metodología les permitió a las autoridades locales hacer un seguimiento de los niveles actuales de personas que duermen a la intemperie, y medir el impacto de las intervenciones y la asistencia a nivel local.

Claramente, se trata de un tipo de estadísticas polémicas del gobierno, y tanto las cifras como la metodología deben escrutinarse. Es importante contar con datos precisos y detallados sobre las personas que duermen a la intemperie para obtener resultados sostenibles para aquellos que necesitan asistencia, pero también, para fortalecer la confianza pública en lo que se observa a diario en las comunidades locales.

De hecho, en 2015, la Agencia de Estadísticas declaró que los informes del gobierno sobre cifras de sinhogarismo ya no sirven para dicho objetivo. Si bien hay más soluciones efectivas disponibles a nivel local para una recopilación más rigurosa y precisa de información de personas que duermen a la intemperie (como la base de datos CHAIN de Londres), todavía no existe un método universal o una base de datos unificadora para evaluar el contexto de personas que duermen a la intemperie en todo el país. Por otro lado, la organización benéfica nacional para el sinhogarismo Crisis estima que la cantidad total de personas que duermen a la intemperie en Gran Bretaña es de 24.000.

Entonces, ¿qué nos cuentan las cifras?

Si leemos entre las líneas de los titulares sobre una disminución marginal de las personas que duermen a la intemperie, encontraremos narrativas más profundas en cuanto a la escala y la naturaleza de la problemática en toda Inglaterra.

  • La cantidad de personas que duermen a la intemperie en áreas metropolitanas está empeorando de forma significativa, con incrementos en Londres en su totalidad (13%), Birmingham (60%), Manchester (31%) y Westminster (41%).
  • Los ciudadanos no británicos siguen representando una gran proporción de los cálculos —un 22% eran ciudadanos de la Unión Europea, en comparación con el 16% de años anteriores.
  • Las mujeres que duermen a la intemperie conforman el 14% de las personas incluidas, y un 6% tiene menos de 25 años.
  • Londres representó el 27% de toda la cifra nacional, lo cual implica un aumento con respecto al 24% del año pasado.
  • En las 83 regiones que recibieron financiación de la Iniciativa para Personas que Duermen a la Intemperie (RSI) la cantidad de personas que duermen a la intemperie disminuyó en 639 personas, o un 23%, de 3.387 personas en 2017 a 2.748 personas en 2018.

¿Hay que profundizar más?

En World Habitat pensamos que, para acabar con el sinhogarismo en las calles, es necesario acceder a datos confiables, que recopilen información durante un período de tiempo. Esto nos permitirá comprender mejor por qué las personas se quedan sin hogar.

Se trata de un principio clave de la Campaña Europea para Terminar con el Sinhogarismo en las Calles, una red de 13 ciudades europeas que trabajan juntas para lograr una mayor participación de las comunidades a fin de saber quién está durmiendo a la intemperie en su región, y ofrecer campañas inspiradoras que brinden soluciones duraderas para el sinhogarismo crónico.

Nuestra experiencia de trabajo en toda Europa nos ha demostrado que una de las maneras más exitosas de hacer esto es a través de las Semanas de Conexiones, en las que miembros de la comunidad local trabajan en equipo con proveedores de servicios profesionales para el sinhogarismo. Los voluntarios dedican un tiempo a conocer a las personas que viven a la intemperie en su zona por su nombre, y recopilan información detallada sobre cada caso, en lugar de hacer un simple “recuento de cabezas”. Involucrar a los miembros de su comunidad local es fundamental para generar una responsabilidad colectiva en el trabajo para que no haya más personas durmiendo a la intemperie de forma crónica, y mejora la conciencia pública con respecto a los problemas que enfrentan las personas sin hogar.

Para terminar con el sinhogarismo en las calles hay que desarrollar soluciones locales y mejorar la provisión y el acceso a Vivienda Primero. La información que se recopila a través de las Semanas de Conexiones puede conformar los cimientos del cambio de los sistemas locales para mejor. Si bien entendemos que las cifras del MHCLG que se presentaron esta semana no nos muestran la historia completa, nos complace que las ciudades con las que trabajamos hayan reducido la cantidad de personas que duermen a la intemperie. Brighton y Hove presentaron las mayores disminuciones en las cifras de personas que duermen a la intemperie a nivel nacional, con una reducción de 178 en 2017 a solo 64. En Torbay también cayeron los números de 24 a 19, y esta semana anunciaron sus planes de iniciar una asociación piloto con Vivienda Primero, por primera vez.

De todas maneras, todavía no estamos satisfechos. Las intervenciones mediante financiación a corto plazo no pueden enmascarar la crisis continua que observamos en las calles del Reino Unido, y, en realidad, en toda Europa. La necesidad de mejores datos y soluciones de vivienda permanentes con niveles adecuados de asistencia para las personas que terminan en la calle sigue siendo crítica. Y, a través de nuestra campaña, en asociación con 13 ciudades europeas, seguiremos trabajando por nuestra meta de acabar definitivamente con el sinhogarismo crónico en las calles.


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