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Ryan Conlin es Director de Personal en EarthEnable, y Vanessa Nkesha es Socia Ejecutiva. EarthEnable fue finalista de los Premios Mundiales del Hábitat de 2018, por su exitoso trabajo de sustitución de pisos de tierra por pisos de arcilla asequibles en zonas rurales de Ruanda y Uganda.

En Ruanda, el primer caso confirmado de COVID-19 se registró el 14 de marzo de 2020.[1] Hasta el momento de la redacción de esta publicación, hubo 5.665 casos en total, de los cuales 5.164 se recuperaron y 47 fallecieron.[2] Unas semanas después del primer caso, Ruanda impuso un confinamiento nacional que duró tres meses. EarthEnable es una empresa que se dedica a mejorar la salud de las familias de zonas rurales a través de la construcción de pisos asequibles, por lo tanto, nos preocupamos mucho por los clientes que se vieron seriamente afectados por el coronavirus. A las familias de zonas rurales a las que prestamos servicios les cuesta mucho llegar a fin de mes mediante la agricultura de subsistencia, y suelen tener un servicio de saneamiento deficiente, que genera problemas de salud. Para los niños de las familias ruandesas de zonas rurales el riesgo de contraer enfermedades es aún mayor, ya que juegan, comen y duermen sobre pisos de tierra. Como durante la época de confinamiento las escuelas estuvieron cerradas, estos niños pasaron todavía más tiempo en contacto con los pisos de tierra de sus casas. Como consecuencia, las probabilidades de que estos pisos propagaran parasitosis, enfermedades respiratorias e, incluso, COVID-19, fueron más altas que nunca.

Durante el confinamiento nacional, en EarthEnable adaptamos el servicio telefónico de atención al cliente, les seguimos pagando a los empleados y hasta intentamos capacitar a los clientes de forma remota para que construyeran pisos de arcilla. El servicio telefónico de atención nos ayuda a seguir en contacto con los clientes, ya que podemos llamarlos para asegurarnos de que estén satisfechos con los productos. Cuando surgió la amenaza del coronavirus en Ruanda, desde el servicio telefónico de atención nos pusimos en contacto con la mayor cantidad posible de clientes para brindar información a las familias de zonas rurales sobre las prácticas recomendadas para evitar el contagio y la propagación del virus. Debido a la falta de otras opciones de ingreso disponibles para nuestros empleados durante el confinamiento, no despedimos a nadie por la pandemia y, además, pagamos los salarios completos. Por último, ofrecimos capacitaciones por videollamada —e incluso llamadas telefónicas— para que nuestros clientes pudieran construir sus propios pisos con materiales de la zona, mientras se encontraban en casa. Estas medidas nos ayudaron a seguir aportando valor para nuestros clientes y empleados en medio de la incertidumbre que generó el confinamiento por coronavirus en Ruanda.

En junio, una vez que finalizó la etapa de confinamiento de tres meses, Ruanda reabrió el país con ciertas vacilaciones. El virus sigue dominando la vida diaria: las mascarillas y el lavado de manos son obligatorios en lugares públicos, las reuniones de muchas personas están restringidas, y algunos lugares, como bares y gimnasios, siguen estando cerrados. Afortunadamente, estas medidas de salud pública en combinación con el confinamiento de tres meses, los análisis de detección y el rastreo de contactos, ayudaron a que la curva se aplanara en Ruanda. Hasta la fecha, la cifra de muertes por COVID-19 sigue siendo relativamente baja, los visitantes están empezando a volver a Ruanda, y la actividad económica viene aumentando de forma sostenida. La pandemia ha perjudicado las vidas y los ingresos de personas de todo el mundo. Ruanda no es la excepción, pero el trabajo que hicieron allí para hacer frente a la tormenta es admirable.

Tras la pandemia de COVID-19, será más importante que nunca ofrecer casas higiénicas a las familias de zonas rurales. Algunos estudios que se realizaron después del brote de COVID-19 evidencian que la enfermedad puede propagarse a través del polvo que generan los pisos de tierra.[3] Desde hace tiempo, hay pruebas de que los pisos sellados y lavables disminuyen la propagación de todo tipo de virus dentro de las casas de zonas rurales.[4] Además, enfermedades preexistentes provocadas por pisos de tierra (p. ej., infecciones de las vías respiratorias) hacen que las pandemias como la de la COVID-19 sean más letales para las familias que viven en casas con este tipo de suelo.[5]

Para ampliar nuestro impacto, mejorar la salud en toda Ruanda y minimizar el impacto de la pandemia sobre nuestros clientes, en EarthEnable estamos haciendo una transición rápida a un nuevo modelo comercial de “microfranquicias”. Bajo este nuevo modelo, cada albañil vende e instala nuestros pisos de manera independiente con materiales accesibles en los patios de los clientes. Cada albañil se convierte en una pequeña franquicia de EarthEnable o en un “microfranquiciatario”.

Antes de la pandemia, en EarthEnable supervisábamos directamente todas las ventas y construcciones de pisos, y éramos responsables de adquirir y transportar los materiales necesarios. Con el tiempo, mediante este modelo comercial se generó una mano de obra de albañilería especializada, un departamento de calidad sólido y grandes conocimientos institucionales sobre cómo construir y vender pisos de arcilla en mercados rurales. A fines de 2019 y principios de 2020, primero empezamos a capacitar a los albañiles con mejor rendimiento para que construyeran y vendieran los pisos de forma independiente. Observamos que cuando encomendábamos a los albañiles las tareas de vender pisos, adquirir materiales y supervisar su propia calidad, podíamos reducir los precios y seguir ofreciendo pisos de alta calidad. En marzo, cuando llegó la pandemia, en EarthEnable ya estábamos planificando una transición lenta a este nuevo modelo comercial de microfranquicias.

La pandemia nos presionó para que aceleráramos el proceso de cambio de modelo. Para llegar a las familias más pobres de Ruanda tras la recesión económica, teníamos que encontrar la manera de reducir el precio de los pisos. Al empoderar a los albañiles para que se desempeñen como emprendedores en el sector de los pisos, disminuimos los costos estructurales, y trasladamos esos ahorros directamente a los clientes. Como resultado, minimizamos el impacto de la COVID-19 sobre las operaciones y seguimos planificando la construcción de más pisos durante 2020 que durante cualquiera de los años anteriores.

Desde que terminó la etapa de confinamiento, en EarthEnable construimos pisos limpios para alrededor de 10.000 personas de Ruanda en total, y prevemos alcanzar las 16.000 para fines de este año.

[1]Tracking Coronavirus (COVID-19) in Rwanda”. Google News, Google.

[2] Ibidem.

[3] Setti, Leonardo, et al. “The Potential Role of Particulate Matter in the Spreading of COVID-19 in Northern Italy: First Evidence-Based Research Hypotheses”. MedRxiv, Cold Spring Harbor Laboratory Press, 1 de enero de 2020.

[4] Cattaneo, Matias D.; Galiano, Sebastian; Gertler, Paul J.; Martinez, Sebastian; Titiunik, Rocio (2009). “Housing, health, and happiness”. American Economic Journal. Economic Policy: 75–105.

[5] Mengersen K, Morawska L, Wang H, Murphy N, Tayphasavanh F, Darasavong K, Holmes N. The effect of housing characteristics and occupant activities on the respiratory health of women and children in Lao PDR. Sci Total Environ. 15 de marzo de 2011; 409(8):1378-84. doi: 10.1016/j.scitotenv.2011.01.016. PMID: 21300397.


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