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A cinco años del devastador tifón Haiyan, Patrick Duce descubre que los programas de vivienda para la auto-recuperación de casas siguen tan vigentes y fuertes como siempre.

La semana pasada, World Habitat volvió a Filipinas, cinco años después del tifón más grande que se haya registrado y que devastó islas de todo el este del país. Cuando, finalmente, el supertifón Haiyan llegó a las islas de Sámar y Leyte, trajo consigo vientos inimaginables de hasta 380 km y marejadas ciclónicas de más de nueve metros. Más de 6.000 personas perdieron la vida, más de cuatro millones de personas tuvieron que trasladarse y más de un millón de casas se destruyeron.

En 2017, Care Filipinas, parte de Care International, ganó un Premio Mundial del Hábitat por el increíble trabajo que realizó después del tifón Haiyan junto a organismos humanitarios locales, para ayudar a comunidades rurales a reconstruir sus hogares y recuperar sus medios de vida. Care Filipinas ayudó a más de 15.000 familias que quedaron sin techo a causa del tifón a reconstruir sus hogares, mediante los principios y métodos de la auto-recuperación, que implica el uso de sus propios recursos para reparar y reconstruir sus casas. Este enfoque combina la orientación básica para la reconstrucción (denominada “reconstrucción más segura”), herramientas y recursos sencillos que les permiten a los organismos humanitarios ayudar a más personas durante las etapas iniciales críticas posteriores a las catástrofes. Las comunidades locales tienen una resiliencia humana extraordinaria por naturaleza, y este método ayuda a maximizar el control, la voluntad y las elecciones de las personas en pos de la recuperación de sus propias familias.

Como parte de nuestro compromiso de encontrar y compartir las mejores soluciones de vivienda del mundo, pasamos tres días en Manila reuniendo a colegas humanitarios de toda Filipinas, para compartir las lecciones sobre auto-recuperación aprendidas a partir de las últimas catástrofes. También dedicamos dos días a visitar las comunidades afectadas, para reunirnos con barangays de la zona (administraciones de las aldeas locales), que lideraron los trabajos de planificación y ejecución del enfoque de auto-recuperación en el campo.

“Las víctimas y los sobrevivientes fuimos la respuesta humanitaria. Les dije a los 17 integrantes de mi equipo que podían irse a zonas más seguras si querían. Pero nadie se fue, todos se quedaron, el tifón Haiyan fue una prueba de compromiso, pero también una demostración de nuestro coraje. Los primeros meses, ayudamos a 23.000 familias de tres provincias”. Minet, Directora de LCDE.

Los tifones no son una novedad ni sucesos inusuales en Filipinas. Las cifras son alarmantes: cada año, un promedio de 22 tormentas tropicales azotan las islas. De estas, aproximadamente ocho llegan a la categoría de tifón por su tamaño y gravedad. Visitamos dos aldeas locales de la isla de Leyte que adoptaron los métodos de reconstrucción más segura, que mejora la preparación de cada comunidad ante catástrofes y fortalece su capacidad de respuesta (concepto conocido como bayanihan). Lo notable es que estos tifones más recientes (tifón Lawin, Glenda, Hagupit y Ompong, entre otros) provocaron daños valuados en millones de dólares, desplazaron a miles de locales y devastaron el ganado y las cosechas. Sin embargo, en todas estas aldeas no se destruyó ni una casa, lo cual demuestra que la auto-recuperación —al menos, claramente, en el caso de la vivienda— funciona; y funciona porque coloca a las personas, con sus necesidades y prioridades, en el centro de la atención.

“Existen aspectos de las respuestas humanitarias ante catástrofes que son universales, pero hay contextos locales importantes que deben analizarse según cada caso”. Jerome, Care Filipinas

 

 

El taller que organizamos en Manila incluyó las experiencias de organismos que enfrentan los impactos de tifones y otros desastres, y que lograron establecer paralelismos claros entre la experiencia de Filipinas y otras catástrofes naturales de todo el mundo. Al igual que unas pocas semanas antes de este taller el ciclón Idai sembró el caos en zonas de Mozambique y Zimbabue, en 2013, las personas del sur de Filipinas no contaban con los equipos ni la preparación suficientes para enfrentar una catástrofe de la magnitud del Haiyan. A medida que, con el tiempo, aumenta la escala de los desastres climáticos —fomentados por la aparición del fenómeno del cambio climático—, cada vez más regiones son propensas a enfrentar desafíos similares y, como demuestra la experiencia con el Haiyan, las consecuencias serán más fatales en las zonas pobres con viviendas inadecuadas. Por este motivo, World Habitat tiene tanto interés en contribuir con el movimiento creciente en todo el mundo que considera que la auto-recuperación de casas es crucial, tanto para el éxito de las etapas iniciales de respuesta ante una catástrofe, como en la transmisión efectiva de métodos de reducción del riesgo de desastres (DRR, por sus siglas en inglés) y la mejora de la preparación ante catástrofes.

Durante tres días, los colegas de Care Filipinas también compartieron sus conocimientos y prácticas recomendadas para la respuesta ante conflictos (como el complejo conflicto de Mindanao, al sur de Filipinas), las erupciones regulares del Monte Mayón y los terremotos recientes que han generado crisis cíclicas, con el desplazamiento interno de miles de personas y la declaración de aldeas enteras como “demasiado peligrosa” para vivir.

A muchas de estas catástrofes —tanto naturales como humanas— no se las visibiliza en los medios internacionales, por lo que el “efecto CNN” se pierde. Precisamente por este motivo, es fundamental que se encaren las respuestas a catástrofes desde una perspectiva de auto-recuperación. Esto les permite a las comunidades ser ellas mismas las primeras en responder a los desafíos más grandes, en lugar de esperar a las ONG internacionales en el caos y la confusión inmediatamente posteriores a una catástrofe.

“La auto-recuperación es el derecho de las personas de tomar sus propias decisiones tras las catástrofes. Es responsabilidad de los organismos humanitarios de cualquier lugar del mundo apoyar esto”. Bill Flinn, Asesor Sénior en Refugio, Care International Reino Unido

Durante las próximas semanas, World Habitat trabajará en contacto directo con expertos líderes en refugio de Care International para crear algunas orientaciones sobre los principios de la auto-recuperación, basados en las experiencias de Filipinas. También realizaremos un video para que quienes vivieron la auto-recuperación puedan seguir visibilizando la experiencia con sus propias palabras ante un escenario mundial, a fin de asegurarnos de que sus méritos se comprendan a nivel global.


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