Mauro Striano, funcionario de FEANTSA, explica cómo las asociaciones de caridad que combaten el sinhogarismo en toda Europa están abriendo camino en el área de servicios innovadores basados en derechos para ciudadanos de la Unión Europea (UE) que no tienen hogar, y les pide a las autoridades públicas que trabajen en equipo con otras asociaciones para buscar soluciones.
Miles de ciudadanos de la UE se han mudado a otro estado miembro y se quedaron sin hogar. Durante los últimos diez años, las cifras de estos casos aumentaron por muchos motivos, como los que se mencionan a continuación:
- personas que tienen trabajos mal remunerados y les resulta difícil encontrar viviendas asequibles;
- personas que se quedaron sin trabajo y no hicieron los aportes suficientes para recibir asistencia social;
- personas que viven y trabajan en el “país de destino” hace más de una década, pero sin un contrato formal de trabajo, y ahora son demasiado grandes para trabajar o tuvieron un accidente;
- personas que viven en la calle hace demasiado tiempo y padecen enfermedades mentales o trastornos relacionados con el consumo de sustancias; y
- profesionales del sexo cuyo lugar de vivienda depende de sus empleadores y que, aunque puedan llegar a registrarse como trabajadores autónomos, se los obliga a no hacerlo.
La variedad de servicios necesarios para abordar este rango tan amplio de circunstancias es particularmente compleja y supone un gran desafío. Sin embargo, durante los últimos años, se desarrollaron diversos programas específicos para los ciudadanos de la UE migrantes que han quedado desamparados. Es importante destacar que la mayoría de estos programas se establecieron debido a la falta de servicios y reconocimiento de esta necesidad cada vez más urgente. No fueron las autoridades públicas, sino las organizaciones para personas sin hogar las que tomaron la iniciativa y propusieron una respuesta. Servicios como Europa Brücke, en Münster, y Kompasset, en Copenhague, orientan a ciudadanos de la UE migrantes que han quedado desamparados, durante procedimientos administrativos que son fundamentales para ayudar a las personas a restablecerse —encontrar trabajo y obtener un seguro médico.
Otros tipos de asistencia consisten en registrar una dirección postal, obtener un número de identificación fiscal, abrir una cuenta bancaria, inscribir a los niños en la escuela y apelar ante una decisión tomada por el gobierno. Stockholm City Mission fue uno de los primeros proveedores para personas sin hogar en desarrollar servicios de asesoramiento y orientación de este tipo, mediante su proyecto “Crossroads”. Más tarde, y gracias a una red de City Missions, este proyecto se implementó en otras ciudades de Suecia como Gotemburgo y Malmö.
FEANTSA trabaja hace mucho tiempo con ciudadanos migrantes de la UE que no tienen hogar, y gracias, en gran parte, a nuestro proyecto actual PRODEC (Protección de los Derechos de Ciudadanos de la UE Migrantes Desamparados), nos ha ayudado a identificar uno de los desafíos principales: el poco vínculo, o inexistente, entre los profesionales que trabajan con las personas sin hogar y los conocimientos jurídicos.
Por un lado, los proveedores de servicios para personas sin hogar muchas veces no cuentan con los conocimientos jurídicos necesarios para brindar una respuesta adecuada a las necesidades de sus beneficiarios. Por el otro, a los expertos en el área legal a veces les falta información específica sobre los problemas que enfrentan los ciudadanos de la UE migrantes que han quedado desamparados. Por lo tanto, es crucial que intentemos conectar estos dos mundos que hoy están divididos. Por ejemplo, el Public Interest Law Center (Centro de Derechos de Interés Público, PILC) presentó una línea telefónica de asesoramiento y derivación, promocionada por las principales organizaciones que trabajan en los ámbitos relacionados con el sinhogarismo y la migración en Londres. El PILC también ofrece cursos legales mensuales, a través de ocho socios, a los que los ciudadanos de la UE sin hogar recurren en busca de vivienda, beneficios sociales y acceso a asistencia laboral. Al igual que en otros servicios que trabajan con ciudadanos de la UE migrantes, las labores de asesoramiento y orientación se complementan con actividades de asistencia en la calle, que el PILC lleva a cabo junto al Roma Support Group para la enorme cantidad de gitanos que se vieron afectados por las medidas y normas de inmigración impuestas a lo largo de los años.
Además de las condiciones precarias de trabajo, la explotación laboral, los obstáculos administrativos y la falta de soluciones de vivienda, el acceso a atención médica básica es otro gran desafío para los ciudadanos de la UE migrantes que quedaron desamparados y que no tienen seguro médico en el país en el que viven actualmente. Esto resulta particularmente difícil para las personas que tienen enfermedades crónicas, para las que la administración regular y continua de la medicación es crucial. Los ciudadanos de la UE migrantes que no tienen una cobertura enfrentan un gran problema que, en algunos casos, representa un riesgo para sus vidas. Para evitar que estas enfermedades crónicas se intensifiquen y requieran un tratamiento de emergencia, es fundamental garantizar el acceso a la atención primaria. Los miembros de FEANTSA desarrollaron algunas soluciones extraordinariamente efectivas para esto. Por ejemplo, en Viena, neunerhaus dirige un centro de salud al que puede acceder cualquier paciente, tenga seguro o no, y en el que los ciudadanos de la UE migrantes que quedaron desamparados pueden recibir el tratamiento básico que necesitan.
En un mundo perfecto, todos deberían poder acceder a estos servicios en la ciudad en la que viven. Lamentablemente, esto no sucede. Para recibir servicios y beneficios sociales, el requisito es tener derecho de residencia. Pero los derechos de residencia para los ciudadanos de la UE migrantes pueden ser un problema muy complicado. La normativa de la UE cubre a ciertas categorías de ciudadanos migrantes de la UE definidas con precisión, pero para otras el tema no queda claro. Además, la interpretación que hacen las autoridades nacionales y, por lo tanto, la implementación de la normativa de la UE a nivel nacional pueden ser especialmente problemáticas. En los últimos años, se ha observado una clara tendencia hacia la restricción de los derechos de residencia para los ciudadanos de la UE migrantes.
Las autoridades públicas, en especial en las ciudades, están buscando soluciones desesperadamente, y la colaboración entre estas y los proveedores de servicios para personas sin hogar debe mejorar. Es particularmente urgente evitar situaciones en las que el apoyo de ONG pueda poner en riesgo los derechos de residencia de los ciudadanos migrantes de la UE. Durante los últimos años, los proveedores de servicios para personas sin hogar se vieron muy presionados por las decisiones políticas, en especial en lo que respecta a brindar asistencia a migrantes de residencia irregular, incluidos los ciudadanos de la UE.
En FEANTSA, bregamos por el acceso a los servicios para todas las personas, independientemente de su situación administrativa particular, y somos conscientes de los desafíos que enfrentan nuestros miembros y de las decisiones difíciles que tienen que tomar. Apelamos a todas las autoridades públicas para que trabajen junto a nosotros en la búsqueda de soluciones.
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