Hoy se reconoció con un Premio de Bronce de los Premios Mundiales del Hábitat de este año a un proyecto amplio que trata los problemas de pobreza y salud, que se relacionan entre sí, mediante la oferta de servicios básicos en hogares de toda Guatemala.
El programa Hogares Saludables para la Humanidad les proporciona a las familias que viven en situación de pobreza una estufa para cocinar sin humo, un filtro de agua y una letrina sanitaria. Las familias participan en todas las etapas del proceso y aprenden a instalar, usar y mantener los productos. Estos Kits Saludables para el Hogar ya beneficiaron a cerca de 300.000 personas marginadas y vulnerables, al mejorar la salud, la dignidad y el empoderamiento personal.
La pobreza es un problema que crece a pasos agigantados en Guatemala. Tres de cada cinco personas (60 por ciento) sobreviven con menos de 4 dólares por día, y millones viven en condiciones insalubres que ponen en riesgo sus vidas. Menos de la mitad de los guatemaltecos tienen acceso a servicios de saneamiento adecuados, como resultado, un 95 por ciento del agua está contaminada. Las enfermedades de transmisión hídrica son responsables de un 40 por ciento de la mortalidad infantil, y más de la mitad de la población padece enfermedades respiratorias.
Hábitat para la Humanidad Guatemala primero introdujo el programa Hogares Saludables en 2010, para tratar estos problemas, con un foco en las familias indígenas. En una comunidad, las familias experimentaron una reducción del 83 por ciento en los casos de enfermedades respiratorias durante los seis meses posteriores a la instalación de estufas sin humo, y una reducción del 81 por ciento en los casos de diarrea durante el año posterior a la llegada del filtro de agua y la letrina sanitaria a sus casas. Hoy, el programa está activo en los 22 departamentos administrativos de Guatemala.
Alian Sicay, una joven indígena de 27 años de la cultura maya Kaqchikel, vive con su esposo y sus dos hijos. Nos contó lo siguiente: “Hasta hace varios meses, yo cocinaba sobre una llama abierta que generaba muchísimo humo. La cocina pequeña se llenaba de humo, pero lo peor es que sucedía lo mismo con los pulmones de mis hijos, que se la pasaban tosiendo. Teníamos una letrina improvisada que consistía en un inodoro hecho con pedazos de madera y no había demasiada privacidad. A menudo me preguntaba si el motivo de que mi familia tuviera problemas estomacales eran las malas condiciones de nuestro baño.
“Un día, estaba charlando con mi cuñada sobre todos los problemas que enfrenta mi familia, y ella me contó sobre Hábitat para la Humanidad Guatemala. Me puso en contacto con ellos, y tuve la suerte de participar en varias capacitaciones para aprender a usar y cuidar mis productos: una estufa, una letrina y un filtro de agua. Lo mejor fue que mis vecinos y otros miembros de la comunidad atravesaron el proceso en la misma época, por lo que pudimos trabajar en equipo para convertir este proyecto en una realidad”.
David Ireland, Director Ejecutivo de World Habitat, dijo: “Estas intervenciones sencillas y de bajo costo hicieron una diferencia enorme para miles de personas en uno de los países más pobres de América Latina”.
El jurado de los Premios Mundiales del Hábitat dijo: “Se trata de una solución muy práctica y asequible para mejorar la calidad de las casas de las personas, integrada con el contexto y la cultura locales. Están logrando mejoras básicas en los hogares de las personas, y de una escala significativa a nivel nacional. Al enfocarse en las familias que viven en situaciones de pobreza absoluta en uno de los países más pobres de América del Sur, están haciendo una diferencia enorme en la salud de miles de Guatemaltecos”.
Cada año se entregan los Premios Mundiales del Hábitat a los proyectos de vivienda más destacados e innovadores del mundo. En 2019, participaron en los Premios cerca de 200 proyectos y programas.
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