Cada año, entre enero y marzo, los Premios Mundiales del Hábitat reciben candidaturas de todos los rincones del mundo. Poco después del cierre de la convocatoria se inicia un riguroso proceso de evaluación en el que participa un grupo asesor independiente de expertos en vivienda.
Entre ocho y doce proyectos que demuestran un trabajo excepcional en la provisión o promoción del acceso a una vivienda adecuada se preseleccionan como finalistas cada año.
Luego, un pequeño equipo de evaluación visita a un máximo de cuatro proyectos antes de presentar sus recomendaciones a un panel de jurados externos, entre los que se encuentra el Director Ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat).
En la fase final, dos proyectos se convierten en ganadores de premios de Oro y los restantes, en ganadores de premios de Plata o Bronce.
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Los Premios se organizan en asociación con ONU-Hábitat.