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Juha Kaakinen es el CEO de la Y-Foundation de Finlandia, que ganó un Premio Mundial del Hábitat en 2014. La Y-Foundation es pionera en Vivienda Primero como manera de reducir el sinhogarismo, la principal inspiración para nuestra Campaña Europea para Terminar con el Sinhogarismo en las Calles. Aquí, nos cuenta el impacto positivo que Vivienda Primero puede tener si se implementa de forma adecuada, y por qué piensa que el sinhogarismo sigue aumentando en el Reino Unido.

En Finlandia, el sinhogarismo ha disminuido considerablemente y continúa en descenso. Según la encuesta más reciente, a fines del año pasado hubo 415 personas solteras sin hogar en refugios o durmiendo a la intemperie, 244 en alojamientos temporarios y 428 en viviendas institucionales. Además, hubo 214 familias sin techo con 102 niños. Y 5.528 personas solteras vivieron de forma provisoria con amigos o parientes.

Aún hay mucho por hacer, y, la primavera que pasó, el gobierno actual tomó una decisión para reducir el sinhogarismo a la mitad en cuatro años. Tenemos muchos motivos para pensar que es posible, pero solo se trata de una meta intermedia, previa a la erradicación definitiva del sinhogarismo.

La política finlandesa se basó en Vivienda Primero, que implica proporcionarles a las personas sin techo apartamentos de alquiler permanente sin condiciones (y, de ser necesario, con asistencia), en lugar de viviendas provisorias en refugios y albergues. Se ha demostrado que esta solución es sostenible, incluso a nivel económico. Pero para tratar la raíz de las causas del sinhogarismo, queda claro que la prevención estructural es la medida más importante y efectiva. En este punto, el rol del gobierno es crucial.

En la práctica, esto implica proporcionar nuevas viviendas accesibles de alquiler social y beneficios de vivienda (subsidio de alquiler). Cada año, en Finlandia se disponibilizan entre 6.000 y 9.000 apartamentos nuevos para vivienda accesible de buena calidad. Actualmente, se están construyendo aproximadamente 7.000 apartamentos para vivienda social, y en cada zona nueva de viviendas de las grandes ciudades, la proporción de apartamentos para vivienda social es de al menos 1 de 5, lo cual garantiza una buena combinación social de diferentes tipos de vivienda. En promedio, la construcción de nuevas viviendas sociales demora 14 meses. El año pasado, el total de la factura de beneficios de vivienda superó los 2.000 millones de euros. El beneficio de vivienda también permite que las personas de bajos ingresos alquilen un apartamento en el mercado privado.

Durante los últimos dos años, he estado en el Reino Unido varias veces y me reuní con muchas personas que trabajan en los sectores de vivienda y sinhogarismo. En especial después de la implementación de la Ley de Reducción del Sinhogarismo, la esperanza de que se produzca un cambio real en las políticas de sinhogarismo aumentó muchísimo. Al igual que la Comisión de Refugios, con su visión sobre la vivienda social, la crisis propició la confección de un plan excelente y detallado para acabar con el sinhogarismo. Por lo tanto, cuentan con todo el conocimiento necesario, no hace falta que le copien nada a Finlandia.

En Escocia y en algunas ciudades, se observan avances prometedores, pero, aún así, el sinhogarismo está aumentando. Si observamos este desarrollo desde afuera, los motivos parecen obvios: el pasaje de las palabras a la acción ha demorado demasiado, y las medidas no fueron suficientes, en especial con respecto al suministro de viviendas sociales (según identificó la Comisión de Refugios). Además, Vivienda Primero aún no se implementó a una escala nacional, y el enfoque general depende fuertemente de los alojamientos temporarios en refugios y albergues. Pero, tengo entendido que el obstáculo más grave para el cambio de paradigma es cultural: una forma británica muy civilizada de “no trabajar en equipo”.

Sentí mucha tristeza y desilusión cuando leí los comentarios que hizo James Brokenshire, el Secretario de Vivienda del Reino Unido, para eximir de responsabilidad al gobierno con respecto a causas individuales de sinhogarismo. Esto siempre es responsabilidad del gobierno nacional, al igual que el fracaso de sus políticas son la causa del crecimiento del sinhogarismo. Por el simple hecho de que el gobierno tiene el poder y las herramientas para prevenir el sinhogarismo y para ayudar a las personas a salir de este, si existe la voluntad de hacerlo.

Hasta el momento, el invierno ha sido relativamente suave, pero seguramente tendrán días más fríos. Esto generará mucha compasión y benevolencia por un tiempo, pero muchas personas sin techo enfrentan la dura realidad de las calles y se siguen preguntando: “¿Hasta cuándo?”.

Uno puede recurrir a un refugio para resguardarse de una tormenta, pero para tener una vida decente, hay que tener un hogar. Acabar con el sinhogarismo no es una ideología utópica. Se trata de derechos humanos y de salvar vidas. Como dijo George Orwell: “O todos vivimos en un mundo decente, o nadie lo hace”.

Una versión editada de este blog apareció por primera vez en The Guardian.


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