Más que nunca, el año que pasó puso en destaque la importancia de contar con una casa segura, ya que la vivienda se convirtió en la primera línea de defensa contra la pandemia de COVID-19.
Nuestra red de socios de toda Europa trabajó sin descanso para proteger a las personas que duermen en la calle, proporcionarles alojamiento de emergencia para que pudieran mantenerse aisladas y, sin dudas, salvar vidas. Más allá de los desafíos que presentó el año, en este informe se demuestra que, con el compromiso adecuado y trabajo en equipo, podemos dar pasos enormes con el fin de eliminar el sinhogarismo en la calle.
Compartimos las increíbles historias y el impacto de organizaciones que hicieron que todas las personas accedieran a un techo, así como el apoyo crucial proporcionado en áreas en las que muchas otras quedaron afuera.
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