Puerto Princesa es una ciudad nueva de 150,000 habitantes (fundada sólo en 1970) en uno de los lugares más remotos de las Filipinas. Sus ricos recursos (minerales y marinos) atrajeron muchos emigrantes al área los que se establecieron en grandes asentamientos ilegales a lo largo de la costa y contaminaron las bahías. Este proyecto acierta al desarrollar un sistema altamente pragmático y exitoso que hace frente a los problemas de los ocupantes ilegales de zonas públicas.

Se llevó a cabo en la ciudad un censo para averiguar en que zonas estaban viviendo los ocupantes ilegales. Se implementaron estrictas medidas para prevenir nuevos asentamientos ilegales (se suspendieron los permisos de construcción y se prohibieron las construcciones adicionales, ambas tareas a cargo de la Fuerza Anti Ocupaciones Ilegales). Luego fueron otorgadas viviendas adecuadas y económicas por la autoridad municipal. Un total de 430 familias han sido beneficiadas por este proyecto. Están en trámites y/o vías de realizarse 23 proyectos adicionales. El financiamiento proviene de una diversidad de fondos de beneficencia, nacionales y municipales. Él último de los cuales es la emisión de “Bonos Ecológicos” por la administración municipal para la construcción de 800 unidades de viviendas que no dañan el medio ambiente, denominadas “Casas Ecológicas”. El Proyecto tiene un 80 por ciento de avance.

Las colectividades locales participan en la campaña de lucha contra la proliferación de asentamientos ilegales controlando y reportando a la Fuerza Anti-Invasiones Ilegales. Los asentamientos que necesitan ser relocalizados eligen el lugar al que les gustaría cambiarse. En algunos casos las comunidades han formado una cooperativa la que luego sirve de base para emprender la construcción de las viviendas de las cuales a la larga serán propietarias.

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