Descripción del Proyecto

Fines y Objetivos

  • El objetivo del programa es brindar apoyo y mejorar las condiciones de vida de los grupos indígenas y de las familias de bajos ingresos en las zonas rurales de todo el país.
  • También apunta a fomentar una mayor actividad económica a través de la prestación y mejoramiento de la vivienda rural y la infraestructura y a ayudar a las personas a mejorar su posición económica.

Contexto

Argentina tiene una elevada tasa de urbanización, al punto que las diez áreas metropolitanas más grandes representan a la mitad de la población, y mejor dicho, una de cada diez personas vive en zonas rurales. Es un país de múltiples culturas donde históricamente la elite terrateniente siempre se ha beneficiado y los residentes rurales pobres y los indígenas han sido excluidos tanto social como económicamente. Las zonas rurales nunca se han beneficiado de manera justa de la inversión nacional, y los habitantes del campo, que no han podido comprar sus propias tierras, se han visto forzados a migrar hacia las ciudades. Esta tendencia se exacerbó aún más por las generalizadas políticas de privatización durante la década de los 1990. Argentina sufrió un deterioro económico entre 1981 y 2001, que causó el colapso de su economía en el año 2002. Entre el año 2003 y el 2008, la economía creció, inclusive durante la recesión global del año 2009. Las distorsiones creadas en el mercado por la agricultura a gran escala han desalentado a los pequeños productores, quienes no han podido competir con los grandes terratenientes. Muchas de estas son familias indígenas que están recibiendo ayuda a través de este programa para hacer  valer sus derechos, preservar su cultura y recuperar sus tierras. El Estado Nacional dio respuesta a las demandas históricas insatisfechas planteadas, desde el año 2006 en materia habitacional.

Características clave

Luego de implementar una serie de proyectos desde 2006 en adelante para abordar las necesidades de las zonas rurales, el Estado Nacional introdujo un gran programa de obras públicas a fines de 2008, con una inversión planificada de US$ 32 mil millones de los que el Programa de Mejoramiento de Vivienda y Hábitat para pueblos originarios y rurales fue una pequeña parte. Debido a la enorme demanda por su trabajo, fue aprobado y regulado como un programa aparte en octubre de 2010 y ahora dispone de un presupuesto y metas independientes. Es un programa descentralizado, que trabaja con socios locales, por lo general con Gobiernos provinciales y municipales, ONGs y organismos que representan a comunidades de pueblos indígenas y rurales, quienes desarrollan propuestas locales y las presentan para su aprobación al Grupo de Trabajo. Algunos de estos socios también proporcionan terrenos para nuevas construcciones donde son necesarias.  Los diseños de las viviendas y las mejorías realizadas a las mismas reflejan las tradiciones locales y las necesidades culturales.

El programa considera a la casa como el centro de la actividad social y económica y la base del desarrollo rural, poniendo énfasis en la inversión que promueve la construcción de infraestructura rural. El programa se divide en cuatro áreas de actividad clave:

  • Construcción de nuevos hogares: para familias con ingresos por debajo la línea de pobreza y grupos vulnerables.
  • Mejoramiento de hogares existentes: ampliación y renovación de casas, especialmente cuando es construida por la misma familia.
  • Obras de infraestructura rural: construcción y recubrimiento de carreteras, abastecimiento de agua potable y sistemas de disposición de desechos.
  • Creación de modos de vida estables: alentar el potencial productivo de las familias rurales y de pueblos indígenas.

El programa es implementado en terrenos que son, ya sea de propiedad de pueblos indígenas, o donados por los Gobiernos provinciales o municipales. Cualquier pequeño productor o indígena con necesidades básicas insatisfechas (NBI), que reside en una zona rural o sub-rural sin ser necesariamente propietario de tierras es elegible para el programa. Los tipos y las características de las viviendas varían dependiendo de la zona, pero las casas deben tener un tamaño mínimo de 55 m2 y al menos dos dormitorios. El número total de viviendas en el programa (a enero de 2011) es 2.625, de las que 201 han sido terminadas, 526 están bajo construcción y 1.928 son hogares que han firmado contratos en relación con el programa. El número de personas que se benefician directamente del proyecto es 13.125, y 10.500 beneficiarios indirectos más por la creación de empleos.

Los trabajadores técnicos y sociales de los órganos ejecutores brindan capacitación a las personas de la comunidad que van a realizar los trabajos de construcción, lideran reuniones y asambleas para alentar la participación de la comunidad en los procesos de toma de decisiones. También trabajan promoviendo actividades de generación de ingresos (por ej., crianza de animales, agricultura, etc.) con la comunidad local. Además, otros departamentos del Gobierno Nacional, como el Instituto Nacional de Tecnología Agrícola, brindan oportunidades de capacitación.

Cobertura de costos

El programa es operado por el Estado Nacional, financiado dentro del presupuesto anual de la Secretaría Nacional de Obras Públicas. La inversión total hasta la fecha para 2.625 hogares es US$ 70 millones a un promedio de US$ 29.000 por unidad.

Los costos estimados para las nuevas construcciones son US$ 29.000 por unidad de 55 m2, mientras que los costos de mejoramiento de casas existentes tienen un tope de US$ 17.000. Los costos de infraestructura rural varían de acuerdo con las condiciones y exigencias locales, pero deben cumplir las normas requeridas.

Los órganos ejecutores (ONGs, Estados locales y otros) reciben un subsidio no reintegrable del Estado Nacional para ejecutar cada uno de los acuerdos suscritos. Los beneficiarios reembolsan el costo de sus casas a los órganos ejecutores a 30 o 40 años sin intereses o con tasas de interés muy bajas o nulas. Las familias que no pueden pagar las cuotas pueden solicitar un subsidio total. Los fondos reembolsados deben ser reinvertidos por los órganos ejecutores en nuevas casas o instalaciones comunitarias. Las ONGs como los órganos ejecutores pueden recibir fondos del Estado Nacional por hasta el 15% más del total recibido por la implementación del programa, para cubrir sus costos (por ej., problemas de logística por trabajar en áreas remotas, servicios de capacitación, asistencia técnica, etc).

Impacto

  • Se crean oportunidades de empleo y se mejoran las viviendas y la calidad de vida de las poblaciones rurales.
  • Se han desarrollado las economías regionales y el desarrollo en las regiones más aisladas se ha acelerado.
  • La sociedad civil es más capaz de organizar y consolidar redes sociales, reduciendo el aislamiento rural.
  • Se ha desarrollado una relación inter-institucional más cercana a través de la implementación del programa.
  • El programa ha sido aprobado por la Secretaría de Obras Públicas de la Nación y ha sido incluido en el programa de vivienda del Estado Nacional, representando un cambio significativo de enfoque con respecto a las administraciones anteriores.
  • El financiamiento centralizado con una ejecución descentralizada ha implicado una mayor responsabilidad a nivel local y el rediseño de políticas locales. Los órganos ejecutores han tenido que modificar algunas estructuras internas y sistemas de gestión obsoletas para poder crear un conjunto general de directrices que pueden ser aplicadas a nivel nacional.
  • El programa ha alentado una mayor conciencia entre los órganos ejecutores locales y entre dirigentes políticos y partidos locales sobre temas que afectan a los pueblos indígenas, que deben influir en el Congreso Nacional sobre la temática de la vivienda rural y generar un mayor debate con órganos nacionales y provinciales y otras organizaciones sobre formas de desarrollar esfuerzos conjuntos para mejorar la vivienda de los pueblos originarios y rurales. En Misiones, por ejemplo, en el año de 2009 se aprobó un Reglamento de Tierras para permitir a los inquilinos de granjas calificar para poder acceder a los  beneficios del programa.

¿Por qué es innovador?

  • El programa fue introducido como parte de una estrategia nacional para disminuir el déficit de vivienda por un lado y al mismo tiempo reactivar al sector de la construcción, focalizado hacia personas que estaban por fuera del sector económico productivo.
  • Asume abiertamente una postura política con respecto de la inclusión social y cultural, reconociendo la activa participación de las comunidades en la toma de decisiones como un elemento vital para los grupos históricamente víctimas de discriminación y apunta a generar un verdadero proceso de inclusión social. Al considerar a la evolución del hábitat como una forma de promover el desarrollo de comunidades con sensibilidad respecto de los pueblos indígenas –originarios y temas de propiedad de tierras, y crear un sentido de pertenencia y orgullo, ha dado grandes pasos para mejorar los hábitats rurales y devolver la tierra a las comunidades indígenas.
  • Incluye capacidades de producción como un componente del hábitat y reconoce la importancia de contar con medios de vida estables para mejorar la calidad de vida.
  • Ofrece capacitación y financiamiento a ONGs para que repliquen el programa en otros lugares.

¿Cuál es el impacto medioambiental?

  • El uso de materiales disponibles localmente reduce la demanda energética.
  • 27 casas en Chubut usan energía renovable bajo la forma de paneles solares y molinos de viento.
  • Los paneles solares son empleados en 50 casas en Río Negro y en instalaciones comunitarias en la provincia de Misiones.
  • Los hornos solares y ‘las paredes de calor’, son usadas para reducir el uso de energía eléctrica, especialmente en la región fría de Patagonia.
  • Con la conciencia generada a través del programa, se ha aportado a un proceso de recuperación de tierras por los pueblos originarios y mantenerlas con toda su rica diversidad y tradiciones culturales.
  • El programa alienta la producción auto sostenible de alimentos, como huertos orgánicos e invernaderos, reduciendo la dependencia de la producción agrícola de gran escala y mejorando la biodiversidad local.

¿Cómo es su sostenibilidad financiera?

  • Bajo la actual administración, la inversión en este programa es segura, porque es parte del plan de inversión estratégica del Estado Nacional en obra publica e infraestructura* aprobado a fines del año 2008. El programa es responsabilidad de la SSDUyV y es considerado un programa permanente del Estado Nacional, pues su presupuesto y sus metas se extienden más allá de la vida de la administración actual. Además, los órganos ejecutivos locales deben reinvertir los reembolsos recibidos, garantizando la continuidad del programa en el territorio.
  • Al adquirir materiales localmente, alentando la inversión, y creando oportunidades de empleo, el programa contribuye como motor de la reactivación de la economía local.
  • La capacitación proporcionada por el programa para realizar el trabajo de construcción abre nuevas oportunidades de empleo para el futuro.
  • Las personas y comunidades locales reciben ayuda para crear o impulsar nuevos emprendimientos, entre las que se incluyen el cultivo de frutas orgánicas, bodegas para el almacenamiento de herramientas, cría de animales, etc.
  • La mayoría de las personas que se benefician del programa vivían previamente en viviendas deficitarias de mala calidad, a menudo de madera, y no podían acceder a préstamos para renovar o construir una casa. Al organizar grupos de construcción autónomos, eliminando a las empresas privadas, y dando subsidios estatales para todos los otros costos administrativos y trabajos de inspección, el costo de un nuevo hogar se reduce en hasta un 65%.

¿Cuál es el impacto social?

  • Con la conciencia generada a través del programa, se ha aportado al proceso de recuperación de tierras de los pueblos indígenas y mantenerlas con toda su rica diversidad y sus tradiciones culturales.
  • El programa alienta la producción auto sostenible de alimentos, como huertos orgánicos e invernaderos, reduciendo la dependencia de la producción agrícola de gran escala, y aumentando la biodiversidad local.
  • Los participantes están capacitados para brindar mano de obra no especializada, así que se mejoran las destrezas de construcción y organización. Las familias aprenden a llevar una mejor gestión financiera; y por medio de proyectos complementarios como cultivo de frutas orgánicas o invernaderos, las familias desarrollan sus destrezas de manera autosuficiente.
  • Las personas son más saludables y seguras como resultado del programa. Las mejorías en el suministro de agua y en los sistemas de saneamiento han reducido la incidencia de enfermedades, especialmente entre los niños. Los hogares están mejor ventilados y son más acogedores, mejorando tanto la salud como la calidad de vida. Adicionalmente, se alientan nuevas prácticas relacionadas con el mantenimiento de animales domésticos, con mejores condiciones de higiene y sanidad. Lo que es más, para reducir el riesgo de desastres, los terrenos de los nuevos hogares son cuidadosamente seleccionados para garantizar que sean estables y libres de riesgo de inundaciones.
  • Se ha incluido en las decisiones las opiniones de los pueblos indígenas, ayudando así a reducir las desigualdades sociales. El programa ha realizado grandes avances al hacer énfasis en las barreras contra la inclusión social a las que se enfrentan los pueblos indígenas, con frecuencia como resultado de la discriminación, y los habitantes de zonas rurales aisladas en general debido a las necesidades básicas insatisfechas.
  • Existe una activa participación de la comunidad en los procesos de toma de decisiones y las actividades de construcción, con el reconocimiento que las comunidades rurales y los pueblos indígenas tienen un papel importante que contribuir a la sociedad. Al aprender a trabajar juntos, se producen cambios positivos en el comportamiento y las actitudes y se empodera a las personas para que participen activamente en otros aspectos dentro de su comunidad local.

Obstáculos Encontrados

  • La  falta de coordinación en la participación de los pueblos indígenas en algunas áreas fue superada al garantizar la búsqueda de consenso e insistir en la observación de las tradiciones y pautas culturales por el Estado Nacional. El trabajo conjunto con el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas también permitió asegurar el reconocimiento de las diversas formas de vida de cada comunidad.
  • Los órganos ejecutores hicieron énfasis en los problemas relacionados con fuertes nevadas, dificultad de acceso y variadas condiciones geográficas (por ej., ríos, montañas, yunga o valles), para luego tomar las disposiciones necesarias en términos de logística y personal etc., para enfrentarlos; se necesita mayor flexibilidad y mejor planificación en las zonas afectadas.
  • El proceso de consolidación para constituirse como un Programa con presupuesto y metas propias donde influyeron cuestiones presupuestarias, burocráticas y de trabajo vinculadas al territorio. Cabe aclarar que el programa, anteriormente era una línea de acción dentro de un programa federal.
  • Se produjeron dificultades en la definición de las intenciones del programa, por la falta de reglas a nivel provincial, en especial relacionada con la conciencia de los problemas a los que deben hacer frente los pueblos indígenas, por las actitudes de los órganos ejecutores que debían tomar decisiones políticas para facilitar el programa, de cómo incorporar las diferentes políticas locales dentro de un conjunto general común de directrices y políticas territoriales, etc.

Lecciones Aprendidas

  • La importancia de una activa participación de la comunidad, así como el apoyo local.
  • Los beneficios de descentralizar las acciones, permitiendo que las provincias, municipalidades y ONGs participen en la implementación en lugar de mantenerlo como un programa de vivienda centralizado.
  • La necesidad de interacción y comunicación con los pueblos indígenas y campesinos, reconociendo sus diferentes culturas con el fin de entender su modo de vida y adaptar los tipos de vivienda para acomodarse a sus hábitos culturales relacionados con el uso del espacio etc.
  • La necesidad de alcanzar zonas aisladas, a pesar de que en éstas el acceso es difícil y pueden no existir obras de infraestructura.

Evaluación

  • El Grupo de Trabajo realiza acciones de monitoreo y seguimiento en la oficina y en el campo y hace recomendaciones para el cambio basadas en sus hallazgos. Los registros de pago de los trabajos de construcción son supervisados a través de un sistema digital intranet.
  • Los órganos ejecutores llevan a cabo inspecciones in situ y presentan informes al Grupo de Trabajo.

Transferencia

El programa comenzó como un sub-programa de otro programa de vivienda nacional en 2006, pero debido a la elevada demanda fue aprobado y reglamentado en octubre del año 2010, y ahora tiene un presupuesto y metas independientes. Su escala ha aumentado y ahora alcanza a nueve de las 23 provincias (seleccionadas debido a la elevada demanda) en las zonas costera, Patagonia y norte en 100 municipalidades, y varias otras zonas deberán ser cubiertas este año.

Inicialmente, solamente los órganos del Gobierno local (provincias y municipalidades) eran socios; el programa incluye ahora a ONGs y asociaciones civiles de pueblos indígenas como socios.