Cuando en 1996, después de 36 años, terminó la guerra civil en Guatemala, el país quedó fragmentado y con una desigualdad extrema entre sus habitantes. Hoy, poco más del 1 por ciento de la población es dueña de más de la mitad de las tierras (60 por ciento), y casi tres de cada cinco de los 17,5 millones de guatemaltecos viven en situación de pobreza, con menos de 4 dólares por día para sobrevivir.
Muchas familias viven en condiciones insalubres que ponen en riesgo sus vidas: utilizan estufas de llama abierta, tienen letrinas de fosa séptica antihigiénicas o usan el método de defecación al aire libre, y consumen agua contaminada. Las enfermedades respiratorias y gastrointestinales son frecuentes, en especial en zonas rurales, en las que la pobreza prevalece aún más.
El objetivo del proyecto Hogares Saludables para la Humanidad es brindarles a las familias que viven en situación de pobreza acceso a tres servicios básicos en sus casas: una estufa para cocinar sin humo, un filtro de agua y una letrina sanitaria. En conjunto, estas intervenciones conforman el Kit Saludable para el Hogar. La dirección del proyecto está a cargo de Hábitat para la Humanidad Guatemala (Hábitat Guatemala), una organización sin fines de lucro que ayuda a familias de bajos ingresos a mejorar sus condiciones de vida. Hábitat Guatemala se fundó en 1979 y es la filial más grande de la organización global sin fines de lucro, Hábitat para la Humanidad.
El programa Hogares Saludables para la Humanidad se está implementando en los 22 departamentos administrativos de Guatemala. Desde que el programa comenzó en 2010 con la estufa sin humo – el filtro de agua se agregó en 2011 y la letrina sanitaria en 2013 – Hábitat Guatemala lo replicó todos los años. Durante los últimos años, la cantidad de soluciones para Hogares Saludables que se implementaron aumentó en un promedio de un 16 por ciento por año, y se estima que ya se beneficiaron con el proyecto 300.000 personas.
Hogares Saludables en acción
Hábitat Guatemala trabaja con una red de voluntarios que hablan los idiomas maya locales. Estos ayudan a la organización a conectarse con las familias con más necesidades y a asegurarse de que el programa Hogares Saludables para la Humanidad llegue incluso a las zonas más remotas del país.
La estufa sin humo, el filtro de agua y la letrina sanitaria, componentes del Kit Saludable para el Hogar, son productos simples que tienen un impacto enorme sobre la calidad de vida y la salud de las personas. Al cocinar en estufas de llama abierta las familias inhalan grandes cantidades de humo, y sus probabilidades de desarrollar enfermedades respiratorias crónicas y sufrir quemaduras aumentan. Esto afecta, particularmente, a las mujeres y los niños, que pasan más tiempo en casa. La estufa sin humo está hecha de ladrillos de adobe e incluye una chimenea para guiar el humo hacia fuera de la vivienda.
La instalación de filtros para purificar el agua también trae aparejados grandes beneficios para la salud. Más de cuatro millones de personas que viven en la zona rural de Guatemala no tienen acceso a agua potable para beber. Como resultado, 5 de 20 de las causas de muerte más frecuentes se relacionan con la contaminación del agua. Una de los motivos principales de esta contaminación es el sistema de saneamiento deficiente. Solo menos de la mitad de los habitantes de Guatemala tiene acceso a servicios de saneamiento adecuados, por lo que se utilizan letrinas improvisadas, de mala calidad, o directamente ninguna estructura. En general, las aguas residuales se derraman en fuentes hídricas locales. La instalación de letrinas sanitarias ayuda a reducir la contaminación, y a mejorar la salud y la seguridad de las comunidades.
Las familias participan en todas las etapas del proceso de Hogares Saludables y aprenden a instalar, usar y mantener los productos. Por ejemplo, cada familia aprende a usar materiales locales para hacer los ladrillos de adobe para la estufa sin humo. Luego, construyen las paredes de la estufa junto a un albañil local, para instalar la hornalla y la chimenea. En el caso de la letrina sanitaria, la familia cava un pozo de 2,6 metros sobre el que el albañil instala una base de hormigón. La familia construye la estructura de la letrina con madera, u otros materiales disponibles en la región, y vuelve a trabajar con el albañil para instalar el inodoro y el tubo de ventilación.
Si bien los tres productos que componen el Kit Saludable para el Hogar son estándar, se han hecho adaptaciones para tener en cuenta diferencias físicas y culturales entre las comunidades indígenas. Por ejemplo, en las zonas montañosas del oeste, la estatura promedio de las personas es menor, por lo tanto, la altura de las estufas sin humo se disminuye para que queden en una posición más cómoda para cocinar. En la región selvática de bosques lluviosos del este, las familias prefieren que la estructura de las hornallas de las estufas sea de madera.
El proyecto también incorporó dos productos adicionales al Kit Saludable para el Hogar, a fin de adaptarlo a problemas regionales. Estos son pisos de hormigón, que se instalan para promover superficies limpias dentro de las viviendas, y sumideros de aguas residuales, que filtran el agua de los lavabos y las duchas en zonas donde no hay desagües. Esto evita la contaminación del suelo con detergentes y jabones, y ayuda a reducir el desarrollo de afecciones contagiosas, ya que se eliminan las fuentes de agua estancada que atraen insectos transmisores de enfermedades.
Se les pide a las familias que contribuyan con un 5 por ciento del costo de las soluciones de Hogares Saludables que se les ofrecen (alrededor de 20 dólares por todo el kit). Aproximadamente un 90 por ciento de las familias paga este costo en una cuota, pero un 10 por ciento paga mediante un micropréstamo sin intereses. El resto del costo se cubre con el presupuesto anual del programa Hogares Saludables para la Humanidad, de 675.000 dólares.
Impacto social y ambiental
Desde 2010, a través del programa Hogares Saludables para la Humanidad, se implementaron más de 50.000 soluciones, que beneficiaron de forma directa a aproximadamente 300.000 personas. El proyecto está ayudando a tratar problemas de salud graves en Guatemala, donde un 95 por ciento del agua está contaminada, y un 40 por ciento de la mortalidad infantil tiene su origen en enfermedades de transmisión hídrica. Prácticamente todas las familias rurales (90 por ciento) utilizan madera como fuente principal de combustible, y más de la mitad de la población (52 por ciento) padece enfermedades respiratorias.
En un estudio de impacto realizado en 20 familias de comunidades de los alrededores de San Lucas Tolimán, se observó que estas experimentaron una reducción del 83 por ciento en los casos de enfermedades respiratorias durante los seis meses posteriores a la instalación de estufas sin humo, y una reducción del 81 por ciento en los casos de diarrea durante el año posterior a la llegada del filtro de agua y la letrina sanitaria a sus casas.
El programa Hogares Saludables para la Humanidad ofrece asistencia económica a los proveedores locales de materiales y transporte, y trabajo para los albañiles de la zona. El proyecto también promueve el empoderamiento local y ayuda a fomentar el desarrollo de la comunidad mediante sus programas educativos y de capacitación técnica. Por ejemplo, después de aprender cómo hacer ladrillos de adobe para las estufas sin humo, muchas familias siguieron incorporando bloques de adobe a otros elementos de sus casas, como hornos y paredes internas.
Además de estos evidentes beneficios sociales y para la salud, el programa tiene un impacto ambiental significativo. La eficiencia de las estufas sin humo reduce el consumo de leña como combustible de cada familia a casi la mitad (43,6 por ciento), lo que ayuda a evitar la deforestación en Guatemala y a disminuir las emisiones de monóxido de carbono en los hogares en un 98 por ciento. Hacer ladrillos de adobe requiere menos agua, energía y transporte (debido a la disponibilidad local de los materiales) que la fabricación del hormigón. Las letrinas sanitarias protegen las fuentes de agua contra la contaminación, ya que eliminan la defecación al aire libre y el uso de fosas sépticas.
El futuro
En 2023, Hábitat Guatemala pretende llevar a cabo una evaluación externa completa del programa Hogares Saludables para la Humanidad, a fin de seguir analizando el impacto. El programa ya está activo en toda Guatemala y sigue creciendo. El objetivo del proyecto es ofrecer 8.000 soluciones más para familias en 2019, incluidas 5.250 estufas sin humo, 800 letrinas, 800 Kits Saludables para el Hogar completos (estufa, filtro de agua y letrina), 375 sumideros de aguas residuales y 775 pisos de hormigón.
Lamentablemente, la necesidad de Hogares Saludables también se está agravando. Entre 2011 y 2014, los niveles de pobreza extrema en Guatemala aumentaron en un 10 por ciento, lo que implica que 1,8 millones más de guatemaltecos viven por debajo de la línea de pobreza extrema. Esta tendencia continúa, y cada vez son más las familias que no pueden satisfacer las necesidades más básicas. El programa Hogares Saludables para la Humanidad está brindando asistencia a personas marginadas y vulnerables, con más salud, dignidad y autoempoderamiento.
Vea el resumen completo del proyecto aquí – disponible sólo en Inglés