Desarrollado por la Fundación Hábitat de Kirguizstán, este proyecto de vivienda, proporciona casas asequibles y ambientalmente sostenibles, para las familias de bajos ingresos, usando una tradicional técnica de construcción, que combina la vara de caña y la arcilla, con un innovador circuito en espiral bajo el suelo, para proveer el sistema de calefacción. Las casas son sísmicamente estables, cumpliendo con los códigos locales de construcción. La construcción de las viviendas, es 40 por ciento más económica, comparada con la vivienda convencional y los gastos de energía, son 75 por ciento, más bajos. A la fecha, 48 casas han sido construidas, usando la auto-construcción y el trabajo de voluntario para reducir gastos. Los préstamos para vivienda popular, ayudan a asegurar la accesibilidad financiera.

 

Descripción del Proyecto

Fines y Objetivos

Proporcionar una solución de vivienda, asequible, ambientalmente sana, sísmicamente estable y transferible y un sistema de calefacción para las familias de bajos ingresos en Kirguizistán.
Contexto

Con una población de 5.4 millones, Kirguizistán es uno de los países más pobres de la antigua Unión Soviética. Aproximadamente el 70 por ciento de la población vive en viviendas de condiciones inferior al nivel normal, en habitaciones, con los familiares y amigos o en las calles. Durante los cinco años anteriores la población en Bishkek ha aumentado de 800.000 a 1 millón y medio de habitantes, pues las familias de bajos ingresos de las zonas rurales, se han trasladado a la capital en busca de refugio y empleo. La capital, esta sobre ocupada y con necesidades latentes de vivienda digna, asequible. Casi 700.000 personas, viven en nuevos complejos de vivienda en las afueras de Bishkek, sin el acceso a la infraestructura básica, y no es inusual encontrar tres generaciones de familia hacinadas en una habitación sencilla, sin calefacción o agua corriente.

La construcción de una vivienda en Kirguizistán es costosa, al igual que el sistema de calefacción, que durante inviernos rigurosos las familias gastan hasta el 50 por ciento de sus ingresos, en tal servicio. La calefacción tradicional de combustible sólido, usada por el 80 por ciento de la población, es más barata que la calefacción eléctrica, pero es ineficaz, además de contaminar el aire, de contribuir a la tala de árboles y al agotamiento de las reservas de carbón. Las mujeres y los niños pasan horas diarias recolectando la leña para calentar la casa y para cocinar, por lo tanto la creciente necesidad reemplaza cualquier conciencia familiar del riesgo físico, y de las graves consecuencias para el medio ambiente que la calefacción por medio del combustible sólido, puede generar. Kirguizistán consume más carbón, aceite y gas natural que lo que produce; al mismo tiempo, la producción de electricidad local, es casi, un 50 por ciento más alta, que el consumo corriente. El Programa, relativamente nuevo, de desarrollo de energía del país apunta a reducir la pérdida de energía, introduciendo tecnologías de ahorro y tomando medidas para luchar contra la contaminación y tratar el cambio climático.

Este proyecto ha sido desarrollado por la Fundación Hábitat de Kirguizistán (HFK), a fin de abordar los temas de  vivienda en condiciones subnormales, el uso erróneo de los recursos energéticos, la dependencia por la energía importada y la carencia de la asequibilidad, en términos de vivienda y  costos de calefacción.

Características Principales

Este proyecto proporciona vivienda asequible y ambientalmente sostenible para las familias de bajos ingresos en Kirguizistán, por medio del uso de una tecnología tradicional de construcción, usando vara de caña y arcilla, combinado con un sistema en espiral de calefacción bajo el suelo. Esta tecnología permite que las familias ahorren, hasta el 40 por ciento en los costos de construcción, en comparación, con el costo de construcción de una vivienda convencional en ladrillo y hasta un 75 por ciento, de ahorro adicional, en costos energéticos. El sistema de calefacción es limpio, con eficiente conducción de energía  y respetuoso con el medio ambiente, así como simple de utilizar, seguro y fácil de instalar.

El enfoque, estimula la utilización de recursos disponibles localmente y la reactivación de una tecnología constructiva tradicional, rentable y de uso general, aprovechada en el siglo XIX, pero olvidada en el diecinueve. HFK, ha adaptado el método tradicional de construcción con vara de caña que incluye un marco de madera, en las secciones de pared, relleno con caña y arcilla, dando como resultado, un mejor aislamiento térmico y resistente a los terremotos, de conformidad con el código técnico de construcción local.

El sistema de vara de caña y arcilla, se utiliza, en el piso, las paredes y el techo. La sección de las paredes, aseguran el marco de madera, el cual es adherido con un yeso impermeable de cemento estabilizado. Todos los materiales usados están localmente disponibles. El esquema se basa en las paredes de cimentación, conteniendo una capa de grava, una capa de arcilla y la vara de caña cubierta por un plástico protector, una membrana de plástico o de metal reflexivo, las  múltiples capas de plástico aisladas, envolviendo totalmente los tubos de agua del piso y un revestimiento de concreto final. El sistema de calefacción, de circuito en espiral por debajo del suelo es comprimido entre las losas de caña y arcilla y la placa final de concreto para el piso. El tubo de agua en polietileno de 1cm de diámetro, es enrollado, por todo el piso de la vivienda, con un espacio de 12cm, entre centros, asegurando una distribución uniforme del calor en la construcción. El sistema utiliza una bomba de circulación de 3.4kW y el tanque calentador de agua tiene una capacidad de 10 litros. La combinación del delgado diámetro de los tubos instalados con el aislamiento reflexivo de la hoja y de la caña, maximiza la conducción de calor y reduce al mínimo el volumen de agua necesario para el circuito (30 litros en total), sin comprometer la cantidad de calor producido y generado.

Las familias Hábitat, adquieren la responsabilidad de comprar su hogar con una hipoteca a largo plazo, del cero-por ciento de interés y se comprometen a construir su hogar junto con otros voluntarios usando el “ashar”, tradicional método de ayuda mutua. Cada familia contribuye aproximadamente con 500 horas de jornal, trabajando con la colaboración de los voluntarios locales e internacionales. Los diseños del hogar son cuidadosamente desarrollados para hacer uso de los materiales locales y ser fácilmente legibles, para que puedan ser construidos, casi íntegramente por los residentes y los voluntarios. Para asegurar estándares similares en la calidad de la construcción, las familias no saben qué casa será la suya hasta que la obra esta terminada. Cada familia es entonces responsable de la gerencia y del mantenimiento continuo de su propiedad. Las casas pueden ser construidas, aproximadamente en tres meses, en donde el personal de Hábitat, las familias y los voluntarios trabajan juntos para formar una comunidad de apoyo, integrada.

Costos

Los costos del proyecto se han respaldado con donaciones de trabajo y en especie de residentes y del gobierno local. La financiación también se ha obtenido de organizaciones internacionales y de organismos donantes. Ganar el Premio Global de Mercado de Desarrollo en el 2006, llevó a recibir una concesión por el Banco Mundial, que se ha utilizado para construir diez casas adicionales de vara de caña. Alguna financiación básica, ha sido proporcionada por Hábitat Internacional para la Humanidad, pero HFK conduce sus propios programas para recaudar fondos y de enlace, para financiar proyectos y cubrir algunos de sus gastos operacionales. HFK ha desarrollado una sociedad con las agencias estatales y la tierra es a menudo obtenida gratuitamente, por parte del gobierno local, con el entendimiento, que la tierra debe ser utilizada como parte de un programa de desarrollo de comunidad.

Las contribuciones mensuales de reembolso de la hipoteca de los residentes y contribuciones por  donación, se ponen en un fondo rotatorio, que alternadamente se utiliza para desarrollar nuevos proyectos y para construir más hogares para las familias de bajos ingresos en el país. Los préstamos de hipoteca del cero por ciento de interés, proporcionados a las familias son reembolsables en periodos de 10 a 25 años, con cuotas mensuales de US$30-50 por mes.

Impacto

  • En los estudios de post-ocupación realizados por HFK, las familias reportaron, mejoramiento en la condiciones de vida e incrementado amor propio, al estar habitando un hogar decente. Entre tanto, los niños se pueden concentrar en las tareas escolares, por las cómodas condiciones de vida y la salud ha mejorado, debido a una mejor calidad del aire interno, ya que los hogares permanecen calientes durante los crudos inviernos y la energía y los costos corrientes se han reducido enormemente.
  • La construcción con vara de caña y el uso de los sistemas de calefacción por debajo del suelo ha reducido el impacto sobre el medioambiente.
  • En comparación con la vivienda convencional, los costos de construcción han sido reducidos en un 40 por ciento y los costos de calefacción en un75 por ciento.
  • Los voluntarios locales e internacionales que participan en el proyecto, están en capacidad de ganar habilidades, por medio del proceso de construcción así como de llevar lecciones a sus propios países y contextos.
  • HFK ha desarrollado una fuerte sociedad con las agencias estatales, recibiendo la ayuda de la ciudad de Bishkek (donación de tierra y el suministro de la infraestructura) y del comité de arquitectura y construcción (regularizando la tierra, proporcionando asistencia técnica y ayuda en los diseños, y facilitación de los permisos necesarios).

 

¿Por qué es innovador?

  • El proyecto implica una combinación de una tecnología tradicional de construcción (vara de caña y arcilla), con un nuevo sistema innovador de calefacción, usando un circuito en espiral por debajo del suelo. Con esta combinación, HFK, ha alcanzado costos bajos de construcción y mantenimiento de la calefacción, sin comprometer integralmente la estructura de la vivienda.
  • En comparación con la vivienda convencional, este sistema de construcción a bajo costo, ha mejorado las características de aislamiento, es sísmicamente estable, cumple los códigos técnicos locales de construcción y presenta un reducido impacto ambiental
  • HFK ha desarrollado una manera innovadora de instalar el sistema de calefacción y el piso en un solo paso, y el sistema de calefacción por debajo el suelo utiliza tubería extra delgada, localmente producida, reduciendo así al mínimo el volumen de circulación de agua.
  • HFK es la única organización en el país que proporciona hipotecas al cero interés. Los pagos mensuales de la hipoteca, se ponen en un fondo rotatorio, que entonces se utiliza para construir más hogares, para las familias de bajos ingresos.

 

¿Cuál es el impacto medioambiental?

Kirguizistán experimenta climas extremos, inviernos crudos y veranos muy calientes y la vara de bastón ofrece un mejor aislamiento que el ladrillo. Lo cual, permite mantener controlados los costos de calefacción y de enfriamiento, traducido tanto a ahorros de energía, como ahorro en general para la familia. El sistema eléctrico de calefacción por el suelo, requiere solamente 30 litros de agua para calentar la casa entera, entonces aplicando la tecnología combinada de las casas de vara de caña y de la eficaz calefacción de piso, las comunidades pueden ahorrar hasta 3000 KW al mes por familia. Esto contribuye a una reducción en la dependencia de fuentes extranjeras de combustible sólido y reduce la contaminación.  El bastón de caña,  usado en la construcción de la vivienda, es un recurso renovable, localmente producido. Cosechada anualmente, la caña mantiene la vida en los estanques y en los lagos; sus raíces también estabilizan la tierra circundante, previniendo la erosión del suelo. El uso de la caña también reduce la quema y mal uso de los bosques. Otros materiales de construcción usados en el proceso son originarios localmente, incluyendo los tubos usados en el sistema de la calefacción por el suelo, que son producidos localmente por una compañía asociada.

 

¿Cómo es su sostenibilidad financiera?

El fondo rotatorio establecido con el programa, asegura la continuidad financiera del proyecto. Con una combinación de las contribuciones financieras de los donantes internacionales y locales y de los pagos mensuales de hipoteca, por los dueños de las viviendas, el fondo ha crecido año tras año, teniendo en cuenta, un número cada vez mayor de los nuevos hogares por construir y los proyectos desarrollados. HFK busca continuamente otras formas de ayuda y de financiación, por medio de asociaciones con otras ONG, subsidios y patrocinios. El proyecto invierte en la economía local, empleando mano de obra de la comunidad para cosechar la caña, que se entrelaza en un marco de madera, así como en el acopio de la arcilla, la arena y del fango usado para reforzar la caña. En algunos casos, los residentes han podido conseguir empleo permanente como resultado del entrenamiento recibido durante el proceso de construcción. Un ejemplo, es un ex-doctor que, después del proyecto y de las dificultades financieras y con la inconstante situación económica, decidió abrir su propia firma privada de construcción y ahora trabaja en sociedad con HFK. La tecnología de la vara de caña, aumenta la asequibilidad, mientras que ofrece una reducción del 40 por ciento en el costo de vivienda comparado con la vivienda convencional de ladrillo. Las familias están involucradas en el proceso de construcción y los ahorros mensuales de US$60 en costos de calefacción, permiten que las familias hagan cómodamente los pagos de las hipoteca exentas de intereses de US$30 a US$50 por mes. Las familias que participan en el proyecto son seleccionadas, sobre la base que, ellas no pueden acceder a una vivienda convencional, pero tienen ingreso suficiente, para pagar las cuotas y otros costos asociados con la propiedad. Cada hogar debe tener una renta per cápita de al menos el 75 por ciento del ingreso per cápita medio de la comunidad, pero no más del de 40 por ciento de la renta mensual de una familia debe ser destinado para la vivienda Los planes están actualmente en curso, para el desarrollo de un edificio y de un centro de capacitación, donde todos los materiales de construcción para ser utilizados en las viviendas de Hábitat serán producidos, bajando aun más los costos a las familias participantes.

 

¿Cuál es el impacto social?

HFK trabaja no sólo para construir casas, sino también comunidades. Un comité de apoyo a la Familia, ha sido establecido, para acoger con propiedad, a las nuevas familias en la familia de Hábitat y para facilitar entre ellas un sistema de apoyo mutuo, oportunidades educativas y un foro de discusión, referente a la propiedad de Hábitat. Las familias son capacitadas, antes, durante y después del proceso de construcción, en temas relacionados, manejando desde el mantenimiento del presupuesto doméstico hasta el desarrollo de habilidades de construcción y mantenimiento de la casa. Esto es pronunciado, más a fondo por medio de el “ashar” proceso de construcción de ayuda mutua, el cual, no sólo ha permitido a los residentes conseguir entrenamiento, transmitido a través de la construcción de vivienda, si no también ha ayudado a facilitar mayor cooperación e integración entre las familias implicadas en el proyecto.

  • Las casas de la vara de caña son sismo-resistentes, proporcionando seguridad adicional en áreas montañosas.

El programa de Hábitat, se basa en el principio de ofrecer ayuda, no de ayudar con una ofrenda y HFK ha trabajado para reducir desigualdades económicas y sociales. Como resultado del proyecto, las mujeres particularmente han reportado mejores condiciones en la calidad de vida, ya que no requieren más, de la recolección de leña, lavar los platos y la ropa afuera y a mano, y cocinar en un espacio reducido, teniendo ahora tiempo y energía para buscar trabajo fuera del hogar, por lo tanto se ayuda a aumentar los ingresos familiares. La reducción en el uso de combustible sólido,  también ha disminuido los niveles de contaminación atmosférica interna y por lo tanto la salud, ha mejorado, con un particular descenso de las enfermedades respiratorias.

Las familias son animadas a comenzar a ser líderes en la comunidad, orientando sobre los compromisos de Hábitat, por ejemplo, a través del Comité de Soporte Familiar y asistiendo en otros proyectos de construcción.

Obstáculos Encontrados

  • Durante la construcción de las primeras tres casas de vara de caña en el 2004, las grandes barreras, estuvieron relacionadas con, las difíciles condiciones climáticas. Así mismo, durante el proceso, la búsqueda de un surtidor confiable de la vara de caña y la búsqueda de los materiales apropiados, localmente producidos, tales como, la tubería y las calderas plásticas, fue complicada. Pero finalmente HFK, pudo encontrar surtidores y contratistas locales confiables, como en el caso de Chelebi, que no solo podía proporcionar los materiales de alta calidad y a buen precio, sino que también estuvo dispuesto a formar una sociedad a largo plazo con HFK, participando en el desarrollo de nuevos proyectos y proporcionando asistencia técnica.
  • Las rumores sobre la inestabilidad política y otros riesgos tales como, la fiebre aviar, pudieron llevar a los voluntarios internacionales a abstenerse de viajar a Kirguizistán, para participar en el proyecto. En tales casos, HFK trabaja para mantener a los voluntarios informados de la situación y tomar medidas para reducir el riesgo, implicando más voluntarios locales en el proceso.
  • La situación política cambiante del país ha llevado a cambios del personal en las autoridades locales y a una carencia de la continuidad. Por lo tanto ha sido necesario en algunos casos, más tiempo, para la obtención de los documentos y los  permisos necesarios.

Lecciones Aprendidas

  • La carencia de proveedores confiables, puede comprometer cualquier iniciativa excelente, al igual que en el caso presentado durante la construcción de las primeras tres casas experimentales en el 2004. Posteriormente, estableciendo una sólida relación con el surtidor de la vara de caña y asegurando el soporte técnico del contratista local, en este caso Chelebi, las nueve casas siguientes fueron construidas en un lapso de tres meses.
  • La combinación de tradicionales y modernos métodos de construcción, funciona! HFK intenta continuar encontrando nuevas soluciones de vivienda y trabajar para restablecer y/o para adaptar métodos tradicionales de la construcción.
  • Los sistemas de calefacción, cuidadosos con el medio ambiente no tienen que necesariamente tener instalaciones y mantenimiento, costosos.
  • Es importante permitir un plazo suficiente a la hora de obtener los permisos necesarios y tener un plan de contingencia en el caso de una crisis.

 

Evaluación

La fundación Hábitat de Kirguizistán, supervisa regularmente sus proyectos y esta en contacto permanente, con los  dueños de la casa. Los resultados claves de un estudio de evaluación reciente, demostraron resultados positivos, con un promedio de ahorro en las familias alrededor de los US$60 por mes en los costos de la calefacción, con temperaturas medias entre 18-20° durante el invierno, buenos niveles de mantenimiento, altos niveles de satisfacción de los usuarios con el diseño de vivienda, térmicamente funcional y mayor integración entre las familias a consecuencia del proceso de ayuda mutuo.

 

Transferencia

Además de las 48 viviendas de vara de caña, el sistema de calefacción por el suelo, se ha aplicado a las viviendas existentes en Kirguizistán, por medio de otros proyectos de HFK. La organización está planeando construir su primer complejo multifamiliar,  para diez hogares, usando el sistema tecnológico de la vara de caña y de la calefacción por el suelo, en un terreno donado por la ciudad de Bishkek.

El gobierno de Kirguizistán, ha expresado un interés en la transferencia del sistema de la tecnología combinada, de la construcción de vara de caña y la calefacción por el suelo a otras áreas. El acercamiento, se está transfiriendo actualmente al país vecino de Tajikistan. Se han establecido sociedades con dos organizaciones en Tajikistan y los primeros proyectos de demostración deben ser construidos en Dushanbe y Sahrtuz en el 2008.

Los métodos de construcción usados en los sistemas de construcción de vara de caña y calefacción por el suelo, son simples, económicos y fáciles de aprender y allí es potencial fuerte para la transferencia del enfoque a otros países y contextos donde la vara de caña y la madera, están disponibles.

HFK está actualmente, en el proceso de escalamiento de sus actividades, la organización trabajó el año pasado con 80 familias, en el año 2007 trabajarán con un total de 400 familias y en el 2008 la organización está planeando trabajar con las 800 familias adicionales, está introduciendo nuevos proyectos y está extendiendo su trabajo a otras partes del país. Este trabajo incluirá una combinación de la construcción de vara de caña (un mínimo de 15 hogares por año, incluyendo el 2009), de renovación de las construcciones de viviendas prefabricadas y de mejoras para los proyectos de terminación del hogar. Aproximadamente el 50 por ciento de los costos para los nuevos proyectos, será cubierto por el fondo rotatorio y la financiación adicional será obtenida de diversas fuentes, incluyendo las contribuciones de los donantes y los ahorros de los residentes.