Descripción del Proyecto

En 2013, el Tifón Haiyan devastó grandes zonas de las Filipinas, causando significativas pérdidas humanas y destruyendo aproximadamente un millón de hogares. A través del programa de Vivienda de Auto-Recuperación Post-Haiyan (2013-2016), CARE Filipinas ayudó a más de 15.500 familias que habían quedado sin hogar por Haiyan a reconstruir sus hogares.

CARE Filipinas es una de las oficinas de país de CARE Internacional. Existen más de 70 oficinas como esta alrededor del mundo.

CARE Internacional es una organización no gubernamental que trabaja para vencer a la pobreza y lograr justicia social a través de proyectos que enfrentan una amplia gama de cuestiones sociales, incluyendo la respuesta de emergencia luego de desastres naturales, educación, seguridad alimentaria, HIV/SIDA, cambio climático, salud maternal y el empoderamiento de mujeres y niñas. Cada uno de los miembros nacionales de CARE trabaja de manera independiente para liderar programas, recaudar fondos, abogar en cuestiones claves y comunicarse con el público de su país.

CARE Filipinas opera desde 1949 en zonas que son extremadamente propensas a desastres naturales. Desarrolla proyectos que responden a las necesidades de las personas más vulnerables.

Este proyecto fue llevado a cabo en asociación con Accord (Asistencia y Cooperación para la Resiliencia y el Desarrollo de la Comunidad Inc.) y otros actores locales, trabajó con comunidades rurales para permitirles reconstruir sus casas luego del impacto del Tifón Haiyan en la zona en 2013.

Todas las fases del trabajo de reconstrucción se realizaron de acuerdo con los deseos de las familias y se mantuvieron asequibles para que ellos pudieran trabajar dentro de sus posibilidades. Se apoyó a las familias para que reconstruyan sus hogares por sí mismas, por lo que se llama un enfoque de ‘auto-recuperación’. El hecho de trabajar con las familias para desarrollar su propia vivienda es distinto que la mayoría de las respuestas a los desastres naturales, las cuales tienden a enfocarse en soluciones temporarias construidas rápidamente por contratistas externos. El enfoque de ‘auto-recuperación’ también ayuda a las familias a sentirse con mayor poder y a tener un sentido más fuerte de pertenencia en la toma de decisiones, en su vivienda y en sus vidas en general.

El programa de vivienda de Auto-Recuperación Post-Haiyan tuvo un fuerte énfasis en apoyar a las familias que fueron más severamente afectadas y las más vulnerables luego del desastre. Esto fue en parte porque se consideró que eran los que tenían menos probabilidades de resolver su problema de vivienda sin apoyo, pero también porque facilitar que personas muy vulnerables tengan un rol activo en la producción de sus propias soluciones de vivienda era visto como algo muy importante.

Con el apoyo del programa, grupos de diez o más familias trabajaron juntas como comunidades para compartir la responsabilidad de la construcción. Cada hogar reconstruido es único, adaptado a las necesidades y posibilidades de la familia que lo construyó. Algunas familias también se beneficiaron de subsidios de subsistencia para ayudarles a desarrollar pequeños emprendimientos luego de la pérdida de trabajo en muchos sectores (incluyendo la agricultura) después del tifón.

El proyecto brindó asistencia técnica, materiales y subsidios en efectivo para apoyar a algunas de las familias más vulnerables del país para construir nuevos hogares. Esto incluyó la capacitación de personas en habilidades de construcción, también brindando la experticia de carpinteros que viajaron a distintas zonas para ayudar a las familias con la construcción. CARE proporcionó los materiales iniciales para las reparaciones esenciales (incluyendo láminas para techos, correas para huracanes y herramientas y clavos). Las familias compraron luego otros materiales utilizando subsidios en efectivo. Los hogares que fueron construidos eran propiedad de las familias, por lo cual la asequibilidad no es un problema.

El programa de Vivienda de Auto-Recuperación Post-Haiyan desarrolló normas para ‘Reconstrucción Más Segura’ que ayudaron a las familias a asegurar que las viviendas reparadas o reconstruidas sean más resilientes frente a los desastres naturales. Se capacitó a los residentes en cómo utilizar las normas mediante una mezcla de seminarios comunitarios y apoyo individual. A pesar de que la orientación fue proporcionada por CARE, el control y la toma de decisiones en cuanto a la reconstrucción estuvo decididamente en manos de las familias.

A nivel nacional, el Departamento de Bienestar y Desarrollo Social del gobierno de las Filipinas está considerando actualmente si las normas ‘Reconstrucción Más Segura’ desarrolladas en este programa deberían ser adoptadas para ayudar a lidiar con desastres naturales en el futuro.

Fines y Objetivos

La finalidad del programa de Vivienda de Auto-Recuperación Post-Haiyan fue apoyar a familias vulnerables para reconstruir sus hogares luego del desastre del Tifón Haiyan. También ayudó a reemplazar empleos e ingresos que se habían perdido como resultado del tifón.

Los objetivos del programa eran:

  • Enfocarse en las personas más vulnerables en comunidades rurales, quienes son generalmente dejadas afuera por los proyectos tradicionales de reconstrucción después de desastres. Esto incluyó a personas mayores, viudas y viudos, personas con discapacidad, mujeres solteras y mujeres cabeza de hogar, mujeres embarazadas, mujeres con bebés pequeños y familias numerosas/extendidas.
  • Brindar capacitación para que las familias puedan desarrollar su propia vivienda con un estándar mejor que el que tenían antes de la tormenta, aumentando su resiliencia ante futuros desastres naturales. Esto también proporcionó nuevas habilidades que ellos podrán utilizar en el futuro.
  • Brindar materiales a las familias para que se puedan llevar a cabo trabajos de construcción esenciales.
  • Proporcionar subsidios en efectivo a las familias para que puedan comprar más materiales de construcción y/o mano de obra en el caso de que no pudieran llevar a cabo el trabajo por ellos mismos.
  • Desarrollar normas de construcción de ‘Reconstrucción Más Segura’ para que se puedan seguir prácticas de construcción resilientes en ese momento y en el futuro, creando un legado de técnicas de construcción mejoradas.

Alentar el desarrollo de nuevas oportunidades de empleo y de generación de ingresos para reemplazar lo que se perdió como resultado del tifón.Una finalidad de más largo plazo del proyecto fue:

  • Ofrecer una alternativa a la vivienda tradicional post-desastre a través de demostrar que trabajar con personas que están activamente involucradas en ‘construir su propia recuperación’ puede resultar exitoso y efectivo.

Contexto

Tanto como 4,1 millones de personas perdieron su hogar y se cree que más de 10.000 personas murieron en las zonas afectadas después de que el Tifón Haiyan golpeara la zona en 2013. Fue el ciclón tropical más fuerte jamás registrado. Muchos hogares en las Filipinas están hechos de madera y bambú y no pudieron resistir la fuerza del tifón. Más de un millón de hogares en las Filipinas fueron dañados, con casi la mitad de estos siendo totalmente destruidos, por lo cual hubo una necesidad de reconstrucción significativa y extendida.

Además de los tifones, las Filipinas es una zona propensa a múltiples peligros, incluyendo terremotos y erupciones volcánicas. El 80% de la población del país es vulnerable a los tifones y el país es tercero en el mundo después de Vanuatu y Tonga en cuanto a ser el más propenso a desastres naturales. Después de Haiyan, otros tres tifones particularmente fuertes (Hagupit, Haima y Nok-Te) golpearon a las Filipinas y en febrero de 2017, un terremoto de magnitud 6,7 también afectó al país.

El programa de CARE Filipinas trabajó en Zonas Geográficamente Aisladas y Desfavorecidas que fueron las más afectadas por el tifón. Estas incluyeron los barangays (distritos) en las islas de Leyte, Samar y Panay. Estos distritos son pequeñas comunidades que dependen de la agricultura como su principal fuente de ingresos. Este trabajo es generalmente complementado por la operación de pequeños almacenes, pero existen pocas oportunidades para la generación de ingresos. Los ingresos promedios en estas zonas son bajos (US$ 40 – 80 por mes), por lo que la reconstrucción sin ayuda exterior de CARE Filipinas hubiera sido muy difícil.

El ethos de ‘auto-recuperación’ significa que los habitantes del pueblo podían controlar la reconstrucción de sus hogares y que el trabajo de construcción que llevaron a cabo se acomodó a su vida cotidiana. Por ejemplo, si deseaban priorizar un día de trabajo en lugar de completar algún trabajo de construcción, esta era su decisión personal. Esta libertad y flexibilidad significaba que la gente podía aún ganar un ingreso mientras que realizaba trabajos de construcción.

Características clave

El programa de vivienda de Auto-Recuperación Post-Haiyan aseguró que las personas más vulnerables en las comunidades de la zona sean seleccionadas, ya que se consideró que ellas serían las menos aptas para llevar a cabo una auto-recuperación exitosa sin apoyo. Como resultado de este programa, más de 15.000 personas que habían perdido su hogar por el tifón viven ahora en vivienda estable que construyeron ellos mismos.

El programa fue liderado por la comunidad – se priorizaron las opciones y contribuciones de los residentes en el diseño de la vivienda durante todo el proceso. Después de la capacitación, las familias realizaron la reconstrucción por sí mismas pero podían solicitar ayuda de los carpinteros, a quienes se le pagaba mediante el programa.

También se entregaron subsidios, lo cual hizo que las personas que no podían realizar el trabajo de construcción por sí mismas pudieran pagarles a otros para hacerlo. Las comunidades también se agruparon para compartir la mano de obra y ayudarse unas a otras. Estos grupos eran informales pero generalmente diez o más familias se reunían para trabajar en sus viviendas como equipo.

Para guiar el proceso de construcción, CARE Filipinas desarrolló normas de construcción ‘Reconstrucción Más Segura’, las cuales fueron compartidas con las familias. Estas normas se enfocaron en tres técnicas clave que mejoran significativamente la seguridad y son asequibles:

  • Técnicas de construcción que refuerzan los hogares, por ejemplo el reticulado.
  • Construcción de fuertes cimientos como punto inicial para la construcción.
  • Asegurarse de que los techos estén firmemente clavados en la estructura.

Los subsidios adicionales proporcionados por CARE Filipinas ayudaron a algunas familias a desarrollar pequeños negocios además de sus hogares, ayudándoles así a generar ingresos y apoyar a la recuperación más amplia de la comunidad.

CARE Filipinas fue el líder principal del proyecto. CARE también colaboró con Asistencia y Cooperación para la Resistencia y el Desarrollo de la Comunidad (ACCORD), una organización filipina que promueve el desarrollo de capacidades en las comunidades y alienta las prácticas de construcción resilientes. ACCORD lideró en la provisión de capacitación para educar a los residentes cómo reconstruir hogares más fuertes utilizando los mensajes de ‘Reconstrucción Más Segura’. Además de ACCORD, otras organizaciones más pequeñas también actuaron a nivel local como punto de contacto entre CARE Filipinas y las comunidades. Ellos eran responsables por la mayor parte de la implementación cotidiana del programa. Estas incluyeron a cooperativas y ONGs tales como el Centro Leyte para el Desarrollo, la Cooperativa Multi-Propósito Metro Ormoc, y la Fundación de Desarrollo USWAG.

¿Qué impacto ha tenido?

El programa tuvo un impacto positivo de muchas maneras:

  • Asegurando que más de 15.000 personas afectadas por el tifón tengan ahora un lugar seguro adonde vivir, que es más resiliente que su antiguo hogar.
  • Desarrollando un mayor sentido de involucramiento y pertenencia gracias al enfoque de auto-recuperación.
  • Se logró una escala significativa debido a que los recursos se enfocaron en permitirle a la gente ayudarse a sí mismos en lugar de pagar por contratistas más costosos, quienes habrían proporcionado menos viviendas por el mismo presupuesto.
  • Los materiales utilizados y el foco en las normas de construcción de Reconstrucción Más Segura implican que las casas construidas han significado una gran mejora con respecto a los hogares adonde las familias vivían antes del tifón.
  • El foco tanto en la vivienda como en la generación de ingresos significó que las familias tengan un hogar seguro y nuevas oportunidades de trabajo.

El desarrollo de las normas ‘Reconstrucción Más Segura’ ha sido visto como algo positivo por el Departamento de Bienestar y Desarrollo Social del gobierno de las Filipinas. Ahora ellos buscan incorporar estos códigos en futuras respuestas a desastres naturales. El programa también ayudó a inspirar el programa académico de investigación ‘Promoviendo la Construcción Segura, apoyando la auto-recuperación más segura luego de desastres’, el cual destacará el potencial de los enfoques de auto-recuperación en respuestas ante desastres.

¿Cómo se financia?

La mayoría de los costos fueron cubiertos a través de la recaudación de fondos de CARE y donaciones, por un total de 145,6 millones de Pesos Filipinos (US$ 3 millones). Se proporcionaron subsidios de 3.000 Pesos Filipinos (aproximadamente US$ 55) a los propietarios de vivienda para la compra de materiales de construcción.

Cuando este subsidio se utilizó en combinación con los materiales que proporcionó CARE (láminas para techos, correas para huracanes y herramientas y clavos), el costo total para CARE por casa era de alrededor de US$ 190. Se esperaba que los residentes realizaran alguna contribución financiera. Sin embargo, las familias más vulnerables (alrededor del 45% de los beneficiarios del programa) recibieron un subsidio adicional de 5.000 Pesos Filipinos (aproximadamente US$ 90) si no podían contribuir. Las familias también rescataron materiales de los escombros luego de la tormenta y brindaron mano de obra gratuita para reducir los costos.

CARE proporcionó subsidios adicionales de subsistencia tomados de sus reservas de recaudación de fondos para comprar, por ejemplo, ganado. Existe incluso un ejemplo de 70 familias que se reunieron para comprar conjuntamente un molino de arroz.

El apoyo financiero brindado a través del programa significó que las familias tenían menos chances de endeudarse en la reconstrucción de sus hogares.

¿Por qué es innovador?

El uso de ‘auto-recuperación’ a una escala tan amplia es innovador en cuanto se refiere al trabajo post-desastre en vivienda, ya que el trabajo de recuperación es generalmente liderado por expertos más que por las comunidades. Este programa logró alcanzar a más población a través de utilizar el método de auto-construcción. Su éxito ha demostrado el comienzo de un quiebre en la práctica tradicional de refugio humanitario, hacia el reconocimiento de que la auto-recuperación puede ser una respuesta post-desastre efectiva, rápida y sostenible.

La norma es que las comunidades mismas comiencen el proceso de recuperación después de un desastre natural. El programa de Vivienda de Auto-Recuperación Post-Haiyan pudo responder rápidamente y de manera tal que aprovechó el trabajo de recuperación que la comunidad ya había comenzado.

El paquete de recuperación integral de CARE también lo hace innovador. Justo después del tifón, CARE y los asociados locales proporcionaron alimentos, agua y kits de refugio a los beneficiarios. La orientación sobre las normas de Reconstrucción Más Segura fue proporcionada antes de entregar los kits de refugio para asegurar que los beneficiarios supieran cómo utilizarlos. Se proporcionaron subsidios para los medios de vida a las comunidades y CARE y los asociados locales continúan implementando proyectos de recuperación de medios de vida en las comunidades afectadas. Este enfoque es bastante distinto a los proyectos de ayuda frente a desastres que se enfocan mayormente en brindar un producto (por ejemplo, refugio temporario o vivienda base o desplazamiento) durante un período específico de tiempo pero no hacen seguimiento, por ejemplo, con proyectos de medios de vida que necesitan los beneficiarios para poder ganarse la vida y permanecer en la comunidad.

El proyecto puso el control y la toma de decisiones en manos de las familias mismas en lugar de en la organización que implementaba el proyecto, dándole a las familias mayor responsabilidad sobre lo que les había sucedido. Las familias también podrán utilizar en el futuro las técnicas de construcción que aprendieron. El hecho de que se entregó dinero en efectivo a las familias para que pudieran elegir comprar sus propios materiales de construcción y/o pagar por mano de obra significó que el trabajo se llevó a cabo más rápidamente que si hubieran tenido que esperar por ayuda para conseguir esto. La respuesta pudo comenzar rápidamente gracias a este enfoque.

El foco tanto en la vivienda como en la generación de ingresos es un enfoque más integral para la recuperación, reconociendo que la vivienda y los medios de vida están generalmente interconectados.

¿Cuál es el impacto medioambiental?

El proyecto utilizó materiales locales de construcción y rescató escombros luego del tifón para reducir el impacto ambiental. Cientos de miles de palmeras fueron derribadas por el tifón y la madera de coco se convirtió en el principal material de construcción utilizado para construir las casas. Esto también implicó que los materiales se consiguieran lo más localmente posible, generalmente en las inmediaciones de las nuevas viviendas.

El programa también permitió a los emprendedores locales establecer pequeños molinos de cadena para aprovechar la madera caída, brindando nuevas oportunidades de trabajo. La utilización de valiosa madera dura, la cual es menos sostenible ambientalmente, se limitó a los postes de los ejes de los cimientos y fue generalmente reciclada de viviendas destrozadas. También se utilizó el bambú, el cual es un cultivo de rápido crecimiento y ambientalmente sostenible.

‘Auto-Recuperación’ apoya el uso de materiales locales, y los productos importados con alta energía incorporada[1] se limitan a unos pocos materiales. Las casas también se construyen en las mismas zonas adonde estaban antes, lo cual significa que se necesita poca o nada de tierra para la construcción.

Las normas de ‘Reconstrucción Más Segura’ desarrolladas por el programa ayudaron a educar a las comunidades sobre prácticas de construcción sostenibles.

[1] La energía incorporada es la energía consumida por todos los procesos asociados con la producción de un edificio, desde la minería y procesamiento de los recursos naturales hasta la producción, transporte y entrega del producto

¿Cómo es su sostenibilidad financier?

El Programa de Vivienda de Auto-Recuperación Post-Haiyan terminó en 2016 y su meta no era lograr la sostenibilidad financiera para el programa mismo más allá de esa fecha. Sin embargo, este programa de ‘auto-recuperación’ ha sido muy cuidadoso en trabajar con los medios propios de las familias, para que la vivienda misma sea asequible para ellos. Una vez que la reconstrucción estuvo terminada, más de 15.000 familias tenían propiedad de su propio hogar sin depender de ningún financiamiento futuro y sin pagos de alquiler.

Los subsidios en efectivo proporcionados por CARE fueron menores que el valor total del costo de reconstrucción. Esto significó que algunas familias debieron utilizar su propio dinero para financiar la reconstrucción, dentro de los recursos que tenían disponibles.

Los préstamos de efectivo ayudaron a las familias a comenzar el proceso de reconstrucción. Ya que se utilizaba mano de obra local en la reconstrucción, si las finanzas lo permiten en el futuro, las familias pueden continuar realizando mejoras en el hogar utilizando estos contactos.

A pesar de que el impacto de largo plazo del programa es la mayor resiliencia financiera en las comunidades, la recuperación luego de desastres naturales de gran escala siempre requerirá cantidades significativas de financiamiento externo para lidiar con la inmediata destrucción causada.

¿Cuál es el impacto social?

Las comunidades han podido permanecer en sus pueblos luego del tifón, ya que el proyecto ha permitido que se construyan nuevas casas. Ya que las viviendas son más resilientes, las familias deberían poder vivir en ellas en los años por venir, incluso si ocurrieran otros desastres naturales.

La cohesión y cooperación comunitaria fueron desarrolladas a través de que el proyecto se enfocó en que las personas trabajen juntas para reconstruir sus hogares. En las Filipinas, este espíritu comunitario se llama bayanihan. Muchos de quienes estuvieron involucrados en el proyecto creen que el proyecto ayudó a que bayanihan se haga realidad, ya que la gente controló la creación de sus propios hogares. Los vecinos se reunieron para ayudarse unos a otros, lo cual hizo que la gente sienta que estaba trabajando por una meta común. El ser alentados para encargarse de su propia recuperación luego del tifón ayudó a algunas familias a lidiar con el trauma psicológico del evento.

La magnitud del Tifón Haiyan implicó que se perdieran los medios de vida de la gente, además de sus hogares. El proyecto ayudó a muchas familias a desarrollar nuevas habilidades y a acceder a nuevos trabajos. Se apoyaron las oportunidades de generación de ingresos tales como la creación de pequeños negocios mediante los subsidios. Las habilidades de construcción desarrolladas a través del proyecto fueron importantes y las técnicas aprendidas están ahora educando a futuras generaciones sobre prácticas de construcción sostenibles.

CARE está comprometida a nivel global con el empoderamiento de las mujeres, por lo que se adoptó un enfoque con conciencia de género para asegurar la inclusión igualitaria de las mujeres en el proyecto. CARE Filipinas alentó particularmente a las mujeres a tomar un papel activo en la toma de decisiones y la construcción. Los debates de grupos focales al comienzo del proyecto estaban casi completamente conformados por mujeres. En su papel de activistas clave en la comunidad, las mujeres también ayudaron a los carpinteros a brindar apoyo técnico a través de tener conversaciones con sus vecinos para conocer sus necesidades antes de que se le brindaran consejos. Se facilitó la participación de las mujeres en la gestión del proyecto y aumentó su participación en las actividades de construcción en general.

Obstáculos Encontrados

El proyecto enfrentó dos desafíos principales. En primer lugar, a algunas familias les costó encontrar dinero para complementar el subsidio de CARE Filipinas que necesitaban para terminar sus hogares. CARE respondió a esto a través de distribuir un segundo subsidio ‘complementario’ a las familias que tenían mayores necesidades. La combinación de este apoyo llevó a una tasa del 92 por ciento de finalización exitosa de hogares reconstruidos a través del programa de CARE. La provisión de materiales esenciales al comienzo del proyecto también intentó asegurar que las familias pudieran reconstruir sus hogares con buenos estándares sin tener que pedir prestado o gastar grandes cantidades de dinero.

Un segundo obstáculo principal fue asegurar que las familias siguieran las normas Reconstrucción Más Segura en la reconstrucción de sus nuevos hogares. Esto fue solucionado mediante la incorporación de un equipo de carpinteros que brindaron asistencia técnica a las familias. Además, los materiales proporcionados al comienzo del proyecto fueron elegidos para ayudar a que las familias sigan las normas exitosamente.

Lecciones Aprendidas

El proyecto le permitió a CARE Filipinas reflexionar críticamente sobre su trabajo y aprender varias lecciones. Estas incluyen:

  • Los futuros programas deben ser revisados, sea para concentrarse en los más vulnerables o sea para que programas similares sean diseñados para beneficiar a comunidades enteras.
  • Las familias que ya habían reconstruido antes del programa no se beneficiaron del mismo, pero en el futuro el enfoque podría ser rediseñado para que estas familias puedan también tener acceso al subsidio.
  • Si el programa es transferido, habrá necesidad de mejor integración entre el proyecto de vivienda en sí mismo y otros sectores tales como agua y saneamiento.
  • En algunos casos hubo falta de cumplimiento con las técnicas de Reconstrucción Más Segura, lo cual podría haberse evitado si se ofrecía más capacitación y apoyo.
  • Es más efectivo que los materiales y herramientas sean comprados colectivamente por las comunidades en lugar de los individuos. Esta estrategia ha sido implementada en otros programas.
  • Se necesita más apoyo cuando las familias no pueden llevar a cabo la construcción por sí mismos.

Evaluación

El programa de Vivienda de Auto-Recuperación Post-Haiyan ha sido evaluado varias veces de distintas maneras. A través del programa, CARE Filipinas produjo informes regulares para los patrocinadores, y se está terminando una evaluación que lo compara con otras respuestas al Tifón Haiyan. Actualmente CARE Filipinas está desarrollando una presentación final del programa para los patrocinadores, que incluyen al Comité de Emergencias de Desastres (DEC), Asuntos Globales Canadá y Diagio.

El equipo de refugio del Reino Unido de CARE Internacional ha llevado a cabo dos proyectos de evaluación. Uno se terminó después del primer año del programa, investigando en detalle los niveles de finalización de las casas. Se descubrió que la mayoría de las casas habían sido completadas a un estándar aceptable, ya que tenían techo y muros seguros y habían implementado exitosamente las normas ‘Reconstrucción Más Segura’. Sin embargo, algunos residentes sintieron que sus hogares estaban incompletos y tenían mayores ambiciones de mejoras tales como tener muros de madera contrachapada en lugar de bambú. Ellos consideraban que no podían lograr esto debido a la falta de dinero. También hubo preocupación de los residentes en cuanto al criterio de vulnerabilidad y el proceso de selección utilizados.

La segunda evaluación analizó más ampliamente el nivel de recuperación y las lecciones que pueden ser aprendidas del programa. A pesar de las preocupaciones de los residentes ya mencionadas, ambas evaluaciones fueron en general positivas y descubrieron que en términos generales se habían construido hogares mejores, más fuertes, generalmente más grandes. Las familias también expresaron un sentido evidente de orgullo y pertenencia en cuanto a sus logros. Las evaluaciones han sido utilizadas para informar subsecuentes respuestas post-desastre en Vanuatu, Fiji y Nepal.

Actualmente se encuentra en preparación una evaluación separada de Hábitat para la Humanidad Reino Unido y CARE Internacional, titulada ‘Lecciones de Haiyan’, que ofrece una revisión comparativa de las evaluaciones y documentos de aprendizaje de la respuesta al Tifón Haiyan en cuanto al refugio.

El equipo de investigación de CARE Internacional en el Reino Unido está actualmente evaluando la percepción de la ‘recuperación’ desde la perspectiva de las familias afectadas. Este trabajo es parte de un proyecto de investigación interdisciplinar que investiga las trayectorias de auto-recuperación de las familias y cómo las prácticas de construcción más seguras pueden ser integradas de manera más efectiva en las respuestas humanitarias de refugio.

Reconocimiento

El proyecto no ha tenido ningún reconocimiento específico hasta la fecha. Sin embargo, su trabajo ha sido citado en varios informes y artículos como ejemplo de buenas prácticas en la recuperación después de desastres.

Un artículo reciente de Euronews brinda detalles del programa y del trabajo conjunto de CARE Filipinas y ACCORD. También ha sido destacado en la Revista de Revisión sobre Migración Forzada y en la Red de Práctica Humanitaria.

CARE Internacional ha lanzado recientemente una colaboración de investigación entre el Overseas Development Institute (Instituto de Desarrollo en el Extranjero), British Geological Survey (la Encuesta Geológica Británica) y el Engineering Department of University College London (Departamento de Ingeniería de la Universidad Colegio de Londres). Esta realizará investigación sobre técnicas de construcción y procesos de auto-recuperación desde la perspectiva de los afectados, utilizando el programa como un caso de estudio.

Transferencia

El programa se llevó a cabo inicialmente en tres Islas (Leyte, Samar y Panay). Desde la implementación en estas tres ubicaciones, CARE Filipinas comenzó proyectos similares como respuesta a los Tifones Hagupit/Ruby (2014) y el Tifón Haima (2016). Estas transferencias fueron adaptadas en base a las lecciones aprendidas. Por ejemplo, los materiales de construcción se compraron colectivamente para ahorrar en los costos. Los residentes se reunieron para crear una lista de las herramientas que eran necesarias, en lugar de entregar materiales individuales a cada familias. El elemento de capacitación era todavía clave para estos proyectos, utilizando los conocimientos de los carpinteros locales para beneficio de toda la comunidad.

El programa está siendo utilizando como caso de estudio para informar la investigación más amplia sobre la efectividad de la ‘auto-recuperación’ como técnica de construcción post-desastre. Se espera que pueda actuar como modelo para proyectos futuros. Las lecciones influenciaron a proyectos similares en Fiji, Nepal y Vanuatu, llevados a cabo por CARE.