Comunidades de todo el mundo están creando formas prácticas e innovadoras de afrontar los impactos de la crisis climática, desde la protección de hogares hasta la protección de los medios de vida. Estas soluciones locales demuestran que quienes viven los peores efectos de la emergencia climática poseen las respuestas más eficaces.
El problemaLas estrategias de adaptación climática están resultando insuficientes
Millones de personas sufren consecuencias devastadoras a medida que se intensifica la crisis climática, enfrentándose a inundaciones, sequías, olas de calor y al aumento del nivel del mar. Sin embargo, muchas estrategias de adaptación de los gobiernos resultan insuficientes, a menudo ignorando las realidades, los conocimientos y las prioridades de las comunidades que buscan proteger.
Los grupos marginados, especialmente las mujeres, los jóvenes y los residentes de asentamientos informales, suelen quedar excluidos de los procesos formales de planificación, a pesar de estar entre los más vulnerables y los que mejor conocen los riesgos locales. La adaptación suele limitarse a soluciones técnicas, sin contar con la infraestructura social, la participación y la justicia, que son la base de una resiliencia local a largo plazo.
La SoluciónAdaptación liderada por la comunidad en acción
En todos los continentes, las comunidades se movilizan con creatividad, conocimiento y solidaridad para afrontar los riesgos climáticos. Los proyectos reconocidos por los Premios Mundiales del Hábitat ejemplifican cómo el liderazgo y la colaboración locales pueden impulsar un cambio significativo.
en Senegal, la UrbaSEN y la Fédération Sénégalaise des Habitants (Ganadora del Oro de la WHA 2023) abordó las frecuentes inundaciones en los asentamientos informales de Dakar. Más de 15,000 mujeres unieron sus ahorros para acceder a microcréditos para mejorar sus viviendas, codiseñaron sistemas de drenaje, crearon alertas de inundación y produjeron materiales de construcción climáticamente inteligentes a partir de recursos locales como arcilla y plantas invasoras. El proceso combinó la organización comunitaria con la innovación técnica, empoderando a los residentes e influyendo en la planificación de infraestructuras públicas.
En Puerto Rico, tras la devastación causada por el huracán María, Fideicomiso de Tierras Comunitarias Caño Martín Peña (Ganador de Oro de la WHA 2021) respondió asegurando la tenencia de la tierra, reconstruyendo viviendas con características resilientes al clima y restaurando los ecosistemas naturales. Su enfoque integral combinó el empoderamiento legal, el diseño participativo y la gestión ambiental, garantizando la seguridad y la dignidad a largo plazo de las comunidades de bajos ingresos en San Juan.
Mientras tanto, en Kenia y Tanzania, la Servicio de pronóstico meteorológico y alerta temprana de DARAJA (Ganador del Premio Bronce de la AMS 2024) desarrolló pronósticos hiperlocales codiseñados en colaboración con residentes de asentamientos informales. Estas herramientas generaron alertas vitales e información climática práctica, fortaleciendo la preparación comunitaria ante lluvias extremas e inundaciones urbanas.
En Nepal Grupo de apoyo Lumanti para refugios Ayuda a las comunidades a reconstruirse tras los terremotos de 2015 utilizando materiales locales y un diseño adaptado al clima. Su enfoque va más allá de la vivienda, integrando la captación de agua, la preparación ante desastres y la planificación de infraestructuras liderada por la comunidad.
Y en El Salvador, Programa de fortalecimiento de capacidades rurales de FUNDASAL (Ganador de Bronce de la WHA 2025) capacitó a comunidades para la autoconstrucción y modernización de viviendas resilientes. La iniciativa conectó la adaptación climática con la seguridad alimentaria y los medios de vida locales, ofreciendo un modelo holístico para la resiliencia rural.

El impactoResiliencia que funciona
Estos ejemplos comparten puntos en común: procesos locales, gobernanza inclusiva y resultados sostenibles.
- En Dakar, más de 20,000 personas se beneficiaron de mejoras de infraestructura guiadas por el mapeo y la planificación comunitaria, redefiniendo las prioridades de inversión municipal.
- En San Juan, la propiedad comunitaria de la tierra garantizó que las viviendas y las mejoras ambientales estuvieran protegidas del desplazamiento y de futuros desastres.
- Los pronósticos de DARAJA permitieron respuestas en tiempo real a los riesgos climáticos, salvando vidas y propiedades en áreas urbanas de alto riesgo.
- El trabajo de FUNDASAL fortaleció a las comunidades rurales no sólo frente a los choques climáticos sino también frente a vulnerabilidades crónicas como la inseguridad habitacional y la pobreza.
Cada caso demuestra que cuando las comunidades toman el liderazgo, ofrecen más que infraestructura: construyen sistemas adaptativos, tejidos sociales resilientes y voces poderosas para el cambio de políticas.







