Tal vez usted todavía no haya escuchado hablar de la Red de Vivienda MOBA, pero últimamente este ha sido un tema de gran entusiasmo y emoción entre aquellas personas del sector de vivienda que sí la conocen. MOBA, que significa «autoconstrucción mediante ayuda mutua» en serbocroata, es un grupo de cooperativas de vivienda pioneras del centro y sudeste de Europa que promete un nuevo enfoque para resolver las problemáticas de vivienda específicas de la región.
¿Pero cómo lo harán? ¿Y qué hace que MOBA sea una propuesta única? La red surgió de un grupo de personas y organizaciones comprometidas que ya luchaban con objetivos similares en sus países, antes de juntarse para dar una respuesta a la crisis de vivienda. Cada grupo —de Croacia, Serbia, Hungría, Eslovenia y República Checa— trabaja para establecer un programa piloto de viviendas cooperativas, el primero con estas características, en cada país.
En un sistema en el que las fuerzas del mercado determinan prácticamente la totalidad de las reglas, la vivienda en el centroeste y sudeste de Europa —al igual que en cualquier lugar— se considera un recurso costoso que demasiadas personas simplemente no pueden adquirir. Muchas familias no cumplen los requisitos para un préstamo hipotecario ni tienen el capital necesario para adquirir su propia casa. Sin embargo, con más de un 90 por ciento de las viviendas ocupadas por sus propietarios —un legado de la caída del socialismo de estado, que generó la privatización del parque de vivienda— y la posterior falta de programas de construcción para alquileres, las opciones para quienes no cuentan con ningún título son limitadas. Para las personas cuyos ingresos son bajos, los alquileres privados son la única opción disponible, y los precios son exorbitantes, es decir que muchas familias tienen problemas para cubrir el resto de sus gastos, y viven atormentadas por el riesgo de desalojo y el estrés de no llegar a fin de mes. Las personas jóvenes son las más afectadas por esta situación, y la respuesta, en muchos casos, ha sido la migración forzada a otras regiones u otros países. Los miembros de MOBA no están dispuestos a aceptar este status quo sin más, y están determinados a crear nuevas posibilidades en sus países. Estos pioneros en vivienda están «reinventando el acceso a la vivienda desde los cimientos hacia arriba» con creatividad y determinación, para acabar con la especulación en el sector de la vivienda.
Cada miembro de la red se encuentra en una etapa diferente de su desarrollo piloto, y, si bien cada proyecto es único, los desafíos que enfrentan son similares: falta de apoyo del gobierno, falta de acceso a fuentes «tradicionales» de financiación para grupos de bajos ingresos, y estructuras legales que no contemplan la propiedad compartida. Pese a las dificultades, en Budapest se lograron avances significativos: este año, un número de residentes se mudó a la primera cooperativa de vivienda de propiedad colectiva basada en alquiler de Hungría. Todos los grupos se están acercando cada vez más a sus objetivos de proporcionar viviendas asequibles, gracias a su creatividad y a su actitud desafiante frente a los sistemas y estructuras actuales.
Al ser una red regional, MOBA está creciendo y obteniendo apoyo a nivel internacional dentro del sector de vivienda. Con determinación y mucho esfuerzo, y a pesar de los recursos limitados y el poco tiempo libre con el que cuentan, los miembros del grupo se reúnen con regularidad para compartir sus conocimientos, habilidades y experiencias.
MOBA aspira alto y se inspira en experiencias similares de otras partes del mundo, como Lilac y Radical Routes en el Reino Unido, La Borda en España, y FUCVAM en Uruguay. Su objetivo es proporcionar viviendas asequibles mediante la creación de un modelo para la transformación sistémica de los mercados de vivienda en todos los lugares del mundo, basándose en los principios de la propiedad colectiva, el crédito y el riesgo colectivos, y la participación activa de los miembros de la cooperativa, a fin de garantizar la asequibilidad para los residentes. Pretenden brindar asistencia técnica y financiera a los proyectos locales, influenciar la política y el compromiso institucional a nivel regional, abrir nuevos canales financieros, y desarrollar estándares para las cooperativas de vivienda emergentes en la región.
Si bien MOBA está dando sus primeros pasos, su potencial también ha sido una fuente de inspiración para otros. Hace un par de años, empezaron como un grupo aislado de «soñadores», hoy representan un proyecto activo e influyente en el sector de vivienda. Desarrollaron herramientas fundamentales, como OpenFRM, una calculadora de análisis de costos que les permite a los usuarios obtener datos detallados sobre los costos que implican el desarrollo, el mantenimiento y el funcionamiento de edificios de múltiples apartamentos. Hoy, OpenFRM está disponible como herramienta de código abierto para iniciativas pioneras del estilo.
Pero este grupo capaz y ambicioso quiere ir más lejos: el próximo paso es desarrollar un fondo común de rotación para respaldar los proyectos piloto y una entidad legal para MOBA —una sociedad cooperativa europea— para seguir generando compromiso y asociaciones con organismos gubernamentales e instituciones locales.
Más allá de las dificultades, el compromiso y la determinación de las personas involucradas me llena de esperanzas: esta es la generación que cambiará la situación de la vivienda en la región. Quieren (y pueden… y lo harán) cambiar la realidad actual de escasez de vivienda y de inasequibilidad para ellos mismos y para otros. Están dispuestos a esforzarse y comparten generosamente sus ideas, soluciones y recursos con los demás. Ese gesto en sí mismo ya hace una diferencia.
Obtenga más información sobre MOBA aquí.
Imagen = Lilac en Leeds, Reino Unido.
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