Esta es la primera de una serie de publicaciones de la Campaña Europea para Terminar con el Sinhogarismo en las Calles de la ciudad de Torbay, en Reino Unido.
John Hamblin es director ejecutivo de Shekinah Mission, una organización benéfica con sede en Devon y Cornwall que ofrece oportunidades a personas en recuperación o que desean recuperarse. Esto incluye a personas sin hogar, con problemas de drogas y alcohol, comportamientos delictivos o enfermedades mentales.
Cuando Shekinah y el Concejo de Torbay aceptaron unirse a la Campaña Europea para Terminar con el Sinhogarismo en las Calles, no nos imaginamos que nos embarcaríamos en una aventura vertiginosa que desafiaría de un modo inusitado nuestra forma de pensar y la manera en que ofrecemos servicios.
Tras varias reuniones con el Concejo de Torbay y World Habitat, Shekinah se unió a la campaña en noviembre de 2016. Hubo diversos aspectos que nos motivaron, pero el compromiso contundente de terminar con el sinhogarismo en las calles, en lugar de solo «gestionar» el problema, fue fundamental.
Gran parte del trabajo de los primeros días tuvo que ver con sumar personas al proyecto, y explicarles nuestros objetivos y cómo podrían contribuir e involucrarse. Al principio, hubo mucha discrepancia entre las diferentes perspectivas y opiniones presentadas. Se dedicó una cantidad enorme de tiempo a reuniones, capacitaciones, debates y, en ocasiones, a ponerse de acuerdo en discrepar con las personas que querían involucrarse. Pensándolo bien, tal vez subestimamos la cantidad de tiempo, perseverancia obstinada y dedicación que requeriría la tarea de sumar personas. El lado positivo es que, sin dudas, desarrollamos nuestras habilidades de escucha y negociación.
Desde que nos unimos a la campaña, hemos realizado cuatro Semanas de Conexiones, y reclutamos y capacitamos a una gran cantidad de voluntarios locales. Todavía recuerdo con nitidez el emotivo momento de ese primer año, de ver a las personas saliendo a recorrer las calles. Solo puedo asociarlo a la sensación de orgullo y satisfacción que genera el ver a los niños yendo a su primer día de escuela. También había otro momento mágico para mí, que atesoro y me gustaría compartir: la manera en que un voluntario le hablaba a alguien que estaba viviendo a la intemperie. Era uno de esos momentos especiales en los que escuchas a dos seres humanos teniendo una conversación sobre la vida, sin agendas, preconceptos o prejuicios. Muchas veces recuerdo eso cuando observo a «profesionales» teniendo conversaciones similares con personas que utilizan servicios y pienso en los voluntarios y en todo lo que podemos aprender de personas a las que, generalmente, se las considera «no profesionales».
Entonces, ¿en qué lugar nos encontramos hoy? Desarrollamos con éxito una alianza entre el Concejo de Torbay y Shekinah, y, con el apoyo de la Fundación Nationwide y Crisis, realizamos un estudio de viabilidad de Vivienda Primero. Esto nos aseguró una financiación mediante el Concejo de Torbay para incorporar a un nuevo equipo de Vivienda Primero, que comenzó a trabajar en abril de este año. Actualmente, el equipo brinda apoyo a 13 personas, para conseguir viviendas permanentes, acceder a tratamientos para el abuso de sustancias y seguir adelante con sus vidas después de vivir en las calles.
No puedo evitar sentir que la campaña ha sido un catalizador para muchos de estos proyectos, y nos ha otorgado a todos un enfoque y los cimientos para dar batalla a la injusticia del sinhogarismo en las calles.
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