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Una de las grandes recompensas de trabajar en cuestiones de vivienda en países de rápida urbanización es la oportunidad de ver cuán ingeniosas son las personas cuando se trata de obtener tierra y vivienda, incluso cuando tienen recursos extremamente limitados. Los Premios Mundiales del Hábitat, organizados y financiados por la World Habitat, proporcionan una abundancia de ejemplos de este tipo de innovación y yo estuve agradecido de haber sido invitado por su Director, David Ireland, a visitar el proyecto finalista de los Premios Mundiales del Hábitat 2016-17 en Senegal.

Un Techo, Una Habilidad, Un Mercado’ fue la inspiración de un albañil francés que visitó Burkina Faso en 1998. Él vio el vasto potencial de la arquitectura con barro y las áridas zonas rurales del Sahel y propuso que la forma de Nubia de bóvedas con ladrillos de barro sea revivida como una forma de construcción que sería más confortable, asequible y ambientalmente sostenible que las estructuras convencionales reforzadas de hormigón. Su ventaja estructural única es que a través de construir las bóvedas de manera tal de que se apoyen sobre el muro trasero, los ladrillos siguientes pueden apoyarse sobre las bóvedas anteriores, de forma tal que no sea necesario utilizar un encofrado de madera hasta que la bóveda esté completa. Esto significa que el sistema puede crear bóvedas de cualquier largo y no necesita utilizar madera, la cual es cada vez más escasa y costosa, durante el proceso de construcción.

El programa comenzó en Burkina Faso en el año 2000 con el apoyo del gobierno francés y un pequeño equipo de comprometidos profesionales. La Asociación de Bóvedas de Nubia ya ha completado más de 2.000 viviendas en Burkina Faso, Mali y Senegal, las cuales varían en tamaño y superficie, desde modestas estructuras de una planta hasta lujosas residencias de dos pisos.

Con un alcance máximo de 3,25 metros, los edificios proporcionan espacios agradables y calmos y pueden tanto vincularse a bóvedas contiguas para crear distintas composiciones, como incluir vigas reforzadas de hormigón para poder crear grandes espacios abiertos. De esta manera, el sistema estructural puede ser adaptado para servir a distintos usos y el programa ya ha inspirado a grupos locales para construir edificios escolares, centros comunitarios, mezquitas y centros maternales.

Lo que hace tan especial a ‘Un Techo, una Habilidad, un Mercado’ no es, sin embargo, sólo los edificios, por más que estos son muy buenos. El logro más grande es que el equipo que lo promueve ve al enfoque como una oportunidad creciente de empleo para la gente con distintos niveles de habilidades en un contexto adonde el crecimiento de la población ha excedido al crecimiento económico, causando una migración masiva hacia afuera de la región. También está cuidadosamente basado en los costos de mercado, para demostrar su viabilidad económica en comparación a los materiales importados que son costosos y menos eficientes en cuando al medio ambiente. Al ser 100 por ciento libre de carbono, también ha sido aceptado por los gobiernos de Burkina Faso y Senegal como parte de sus políticas nacionales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible globales.

Senegal photo for blogDurante una visita breve pero sumamente productiva y agradable, el equipo de proyecto de Cecilia Rinaudo y Emmanuelle nos mostraron impresionantes proyectos en las zonas rurales cerca de Dakar, el pueblo patrimonio de la humanidad de St Louis y Podor, en la frontera con Mauritania. Una comunidad que gestiona una reserva ambiental nos dijo, “nosotros podemos gestionar la reserva de mejor manera, ahora que tenemos un espacio desde donde gestionarla”, mientras que una escuela que había estado previamente reportando resultados bajos en los exámenes se convirtió en la mejor del año luego de que el edificio abovedado haya sido completado, debido a que el confort termal mejorado ayudó a los estudiantes a concentrarse. Un emprendedor local nos dijo que sus vecinos esperaban que su casa sea arrastrada con las primeras lluvias, y se sorprendieron cuando no sólo resistió las lluvias, ¡sino que las sobrellevó igual de bien cuando él agregó un segundo piso! Finalmente, un médico dijo que estaba dispuesto a pasar horas extras en el trabajo ¡porque la clínica adonde trabajaba era más confortable que su propia casa!

El programa se ha estado expandiendo a un 30 por ciento por año y tiene planes ambiciosos para mantener esta inercia, para que el sistema sea aceptado como apropiado para distintos tipos de edificios y también de casas, y pueda operar sin apoyo financiero externo.

Mientras que la mayoría de los edificios que utilizan el sistema están en zonas rurales adonde vive la mayoría de la población, existe un considerable potencial para las zonas urbanas y particularmente sub-urbanas, adonde la presión poblacional está aumentando la demanda de vivienda asequible y adonde los métodos de trabajo intensivo son ideales. La Asociación de Bóvedas de Nubia espera emplear el enfoque a través de toda la región del Sahel, desde el Atlántico hasta el Mar Rojo, y desde Algeria en el norte hasta Nigeria en el sur. Hasta planean re-introducirlo en el desierto de Nubia en Sudán, adonde originalmente comenzó esta tradición hace siglos, un gran ejemplo de aprender del pasado para enfrentar los desafíos del presente y futuro.

¡El programa y el dinámico equipo que lo gestiona son merecidos ganadores de los Premios Mundiales del Hábitat de este año!

Geoffrey Payne es miembro del consejo de administración de la World Habitat.


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