Miranda Keast es coordinadora del proyecto Dying Homeless (Personas que mueren en situación de sinhogarismo), del Museo de Sinhogarismo, un museo de justicia social del Reino Unido impulsado por la comunidad, que crearon y dirigen personas con experiencia directa en la vida sin un hogar.
Hablar de la muerte puede resultar difícil, pero en el Museo de Sinhogarismo (MoH, por su sigla en inglés), pensamos que eso es justamente lo que hay que hacer.
Durante los últimos seis meses, he estado trabajando en el proyecto Dying Homeless que dirige el MoH. Es una manera de recordar con amor y dignidad a las personas que murieron mientras se encontraban en situación de sinhogarismo, y de propiciar un espacio y una red que nos permita apoyarnos mutuamente durante el duelo y luchar para evitar muertes innecesarias en el futuro.
En los comienzos del museo, este tema surgía con frecuencia. En debates grupales, cuando pensábamos en qué podía ser el MoH, las personas decían: “Necesitamos un espacio en el que podamos llorar y recordar a la gente que conocimos y perdimos”. El MoH todavía no tiene un lugar físico propio —lo establecimos en 2015 y nos encontramos en Londres, donde puede ser difícil conseguir una sede. Pero mientras la buscamos, nuestra página de homenaje funciona como sustituto y alivia nuestro deseo de ofrecer este espacio tan necesario. Aquí, recordamos a todas las personas que murieron y, siempre que podemos, hacemos publicaciones personales para rendirles homenaje. Pretendemos que nuestro trabajo sea un recordatorio de que cada estadística representa a un ser humano que, como todos nosotros, tuvo una vida y personas que lo amaban.
Además, a través del proyecto Dying Homeless, el MoH investiga las muertes de personas que no tienen hogar en el Reino Unido, y utiliza los datos que obtiene para intentar promover un cambio. Acabamos de publicar los resultados de nuestro trabajo del año 2020: registramos 976 muertes en Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte —un incremento del 37 por ciento con respecto a las cifras que informamos en el estudio de 2019. Los datos se recopilaron mediante más de 300 solicitudes de Libertad de Información, fuentes de noticias locales y una red nacional de organizaciones que colaboraron con el proyecto. Las cifras incluyeron las muertes de personas que vivían en la calle, en el sofá de algún conocido y en alojamientos de emergencia o temporarios para gente sin hogar. Puede ver todos estos nombres, muchos de ellos desconocidos, en nuestro sitio de homenaje.
Cuando publicamos los datos que obtuvimos, encendimos 976 velas en la Plaza de Trafalgar, en Londres, en memoria de las personas que murieron el año pasado. Fue hermoso, y muy duro. Este proyecto me entristece y me enoja. Me recuerda mis propias pérdidas, y me ha hecho llorar por las pérdidas de los demás. Desde una perspectiva más general, los resultados son un crudo recordatorio de que, si bien durante la pandemia se trasladó a las personas a refugios de emergencia, muchas perdieron la vida estando en estos lugares. Nos reunimos para encender las velas porque nos enfocamos en apoyarnos mutuamente y en generar un cambio, aunque sea difícil.
Con el fin de desarrollar el proyecto, durante los últimos meses, trabajamos para conectar a personas de todo el Reino Unido y formar la coalición de lucha del proyecto Dying Homeless. Esta incluye personas afectadas por el sinhogarismo, especialistas en atención médica en contexto de sinhogarismo, organizaciones de caridad que trabajan en sinhogarismo, activistas populares, académicos, periodistas, artistas y voceros políticos. Tras años de cifras cada vez más grandes de personas que mueren en situación de sinhogarismo, la coalición está haciendo un llamamiento para exigir una Encuesta Nacional Confidencial sobre las muertes de personas sin hogar. En el Reino Unido, una encuesta confidencial es un proceso oficial que se utiliza para investigar un área de práctica y hacer recomendaciones nacionales para evitar muertes en el futuro. Esperamos que esto ponga el foco de atención en la implementación de cambios cruciales para salvar vidas.
El proyecto Dying Homeless también tiene como fin ofrecer un apoyo mutuo. Sabemos lo duro que es cuando alguien fallece, y escuchamos a mucha gente que nos dice que necesita un espacio para reunirse y hablar sobre la muerte. Para ello, también organizamos una serie de eventos de “Charlas de café sobre la muerte” de Dying Homeless, para ofrecer un espacio en el que todos podamos explorar temas como la muerte y la pérdida en un ámbito de confianza, y recordar a las personas que ya no están con nosotros.
El primero que realizamos en enero de 2021 fue muy intenso. Estaba nerviosa, no sabía muy bien qué traerían las personas ni cómo podríamos sostener un espacio tan emotivo, sobre todo al ser virtual. El grupo que participó trajo todo tipo de experiencias y reflexiones diferentes y de distintos lugares —incluso hubo una persona de Estados Unidos. Para mí fue muy especial poder hablar entre todos de una manera tan abierta acerca de nuestros sentimientos y pensamientos sobre un tema tan importante. Esperamos volver a realizar un evento de “Charlas de café sobre la muerte”, en el que recibiremos a todas las personas que quieran unirse.
Además, hay muchas otras cosas que tenemos en mente y estamos debatiendo, como una publicación de orientaciones para apoyarnos mutuamente en situaciones de fallecimientos. Si nos permitimos hacer los duelos, podemos aprender muchísimo, al igual que si decimos juntos “hasta aquí llegamos”, y canalizamos la energía hacia un cambio.
Sin embargo, por ahora solo estamos tomándonos un momento para recordar a las 976 personas que murieron en el Reino Unido el año pasado.
Si quiere seguir hablando sobre el proyecto, comuníquese con Miranda Keast: miranda@museumofhomelessness.org
Imagen: Anthony Luvera
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