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Aquí, en el Reino Unido, el costo de los paneles solares para un hogar promedio es de entre 6.000 y 7.000 libras esterlinas (8.300 a 9.700 dólares). Si tenemos en cuenta ese costo inicial y el tiempo prolongado que llevaría recuperar la inversión mediante la reducción en las cuentas de electricidad, no sorprende que solo cerca de 900.000 casas británicas los tengan. Por otro lado, los cálculos más recientes sugieren que, en Inglaterra, una de cada diez casas padece lo que se denomina “escasez de combustible”. En Escocia, esta cifra es aún más alarmante: una de cada cuatro casas se encuentra en esta situación. Cerca de 2,4 millones de familias no tienen los recursos suficientes para calefaccionar sus casas. Pero, la energía solar sigue siendo, en su mayoría, para quienes pueden hacer la inversión inicial, incluso cuando podría tener un rol importantísimo para ayudar a alcanzar las metas de emisión neta de carbono cero, tan crucial en el contexto de emergencia climática que enfrentamos actualmente.

Pero, si la demanda es tan baja en el Reino Unido, ¿cómo será en otros países menos pudientes? Por ejemplo, en Argentina, muchas familias viven en barrios remotos de bajos ingresos, sin los servicios básicos que permiten calefaccionar y refrigerar sus casas, y sin poder darse una ducha caliente por la mañana. Pero la ONG Ducha de Sol, con sede en Mendoza —uno de los proyectos que se postularon para los Premios Mundiales del Hábitat de este año— encontró una manera de usar la energía solar para hacer que todo esto sea posible, a un costo increíblemente bajo.

Con materiales reutilizados y muy accesibles, fabrican e instalan tecnologías solares en las casas. El uso de plástico, que de otro modo sería material de desecho, no solo es beneficioso para el medioambiente, también hace que los costos sean extremadamente bajos. Esto significa que el producto es gratuito para los residentes, ya que las escuelas, facultades y universidades hacen contribuciones para costear talleres en los que las personas del lugar aprenden a construirlo por su cuenta.

La familia que conforma esta ONG empezó a desarrollar la idea en 2017, primero con duchas de agua caliente, para, luego, expandirse a sistemas completos de calefacción y refrigeración para el hogar. Esta energía solar realmente es accesible para todas las personas. Además de la ventaja del costo-beneficio, los residentes observaron una mejora en la salud y la higiene. Esto se debe a que pueden acceder a agua caliente para lavar y limpiar, y a que disminuyen los niveles de dióxido de carbono en las casas, que antes eran más altos a causa de los sistemas de calefacción precarios e inadecuados.

El concepto de contenido abierto que adoptaron hace que cualquiera pueda aprender a fabricar e instalar las tecnologías: la información es accesible, y fácil de entender y compartir. Los residentes pueden participar mediante la recolección de materiales para reciclar, y luego mediante el uso posterior de estos para construir las instalaciones con el apoyo de más de 100 voluntarios. No se requiere ningún mecanismo complejo ni otra fuente de alimentación, por lo que el mantenimiento es mínimo.

En solo algo más de tres años, Ducha de Sol ya mejoró las condiciones de vida de más de 20.000 personas. El brote de COVID-19 tampoco los detuvo. Rápidamente, trasladaron los talleres de capacitación a la modalidad online, lo que redujo los costos de funcionamiento. El fuerte enfoque de la organización en la transferencia de su idea a comunidades de bajos ingresos de todo el mundo ya permitió su replicación en México, Brasil, Chile, Bolivia, Francia, España, Madagascar e India.

El próximo paso será desarrollar una casa completamente solar (La Casa Solar). Actualmente, esta se encuentra en la fase del prototipo, e incorporará todas las instalaciones solares individuales para ofrecer todos los beneficios en único sistema completo. El plan previsto es construir una casa modelo en un terreno público, como parte de un acuerdo que hicieron con la municipalidad de Godoy Cruz, en Mendoza, que sirva como demostración para estudiantes y vecinos. La municipalidad también mostró interés en equipar los complejos de vivienda que se acaban de construir para personas de bajos ingresos con sus sistemas de calefacción solar.

Es asombroso que una solución tan simple y económica pueda tener un impacto tan grande sobre la vida de las personas. Si bien algunos vecinos aún no tienen acceso a servicios como conexión a la red eléctrica, gas o agua corriente, Ducha de Sol les brinda apoyo para que mejoren lo que puedan de manera rápida y asequible. Esto se traduce en casas cómodas y saludables. Además, transforman el problema de los residuos plásticos en una solución.

En el Reino Unido, nuestras casas suelen incluir todos los servicios básicos que faltan en estos barrios de Argentina. Pero eso no quiere decir que todos tengamos los recursos para pagarlos. Ducha de Sol demostró que la energía solar puede llegar a todas las personas.


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