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Hoy —jueves 16 de diciembre de 2021— se nombró ganador de uno de los Premios de Bronce de la edición de este año de los Premios Mundiales del Hábitat a un proyecto que brindó apoyo a una comunidad para que gestione su propia recuperación, reconstrucción y reubicación después del devastador tsunami que azotó a la bahía de Palu.

En septiembre de 2018, un terremoto intenso desencadenó un tsunami que devastó a la bahía de Palu, en la isla indonesia de Célebes. Murieron más de 4.000 personas, y otros miles se quedaron sin hogar.

Después de la catástrofe, el gobierno propuso la reubicación de las comunidades costeras que estaban en mayor situación de riesgo, incluidos los residentes de la aldea Mamboro Perikanan. Sin embargo, el lugar destinado a la reubicación se encontraba cinco kilómetros hacia el interior, demasiado lejos de la principal fuente de ingresos de los residentes.

La comunidad trabajó junto a la organización no gubernamental Arkom Indonesia, para elegir otra ubicación dentro de la zona segura que les permitiera seguir generando un ingreso a partir de actividades marinas, principalmente, la pesca, el secado y la venta de pescado. El gobierno local aceptó la propuesta —que forma parte del proyecto Building Homes Collectively for Better Habitat (Construcción colectiva de casas para un hábitat mejor) de Arkom—, y los sobrevivientes tuvieron una participación activa en el diseño y la construcción de 38 casas antisísmicas. Las casas nuevas se completaron en diciembre de 2020 y, hasta ahora, resistieron sacudidas de menos de cinco puntos en la escala de Richter.

El costo total del proyecto fue de aproximadamente 8.400 millones de rupias indonesias (586.516 dólares), que se obtuvieron de donaciones y subsidios de la Fundación Air Asia, el gobierno de la ciudad de Palu, la Fundación Sheep Indonesia y el Centro de Investigación y Desarrollo del Ministerio de Obras Públicas y Vivienda. Cada familia hace pagos mensuales a un fondo de desarrollo comunitario que se usará para satisfacer necesidades educativas, económicas y de vivienda de la comunidad en el largo plazo.

El éxito del proyecto motivó un cambio en la política oficial, que podría darles a miles de personas más la oportunidad de decidir cómo y dónde reconstruir sus casas.

La señora Emilia y su familia perdieron su casa y sus medios de vida después del terremoto y el tsunami de septiembre de 2018. Al principio, no sabían qué hacer. Sin embargo, poco tiempo después, ella estaba ayudando a otros sobrevivientes y, luego, se involucró por completo en el proceso de toma de decisiones y reconstrucción. Formó parte de la comunidad que construyó 38 casas. Expresó lo siguiente:

“En el proceso para llegar hasta aquí (el lugar destinado a la reubicación), no estamos solos, nos damos fuerzas los unos a los otros, nos ayudamos, colaboramos, por eso pudimos llegar a este punto”.

David Ireland, Director Ejecutivo de World Habitat, dijo:

“La emergencia climática está provocando incrementos en el nivel del mar, tormentas más fuertes y tsunamis. Esto hace que el riesgo para las comunidades costeras sea mucho mayor. Inevitablemente, algunas regiones costeras dejarán de ser habitables. Desplazar a las comunidades afectadas a zonas alejadas de sus medios de vida no es la respuesta. Al ayudar a las comunidades a reubicarse en zonas seguras con un acceso rápido al mar, este proyecto ofreció una solución válida. Esto les permitió a los residentes seguir adelante con su trabajo en el sector pesquero y otras actividades vinculadas al mar. Además, pudieron reconstruir sus vidas de manera más segura, sin la necesidad de desarraigarse de aquello que representa las bases de toda la comunidad”.

El jurado del Grupo Asesor de los Premios Mundiales del Hábitat dijo:

“El aspecto particularmente interesante de esto es la manera en que se aborda el problema de la tierra. Este proyecto ofrece una solución, y hay muy pocas instancias así para las viviendas de emergencia. Cuentan con un plan de colaboración para la protección del ambiente natural del que dependen sus medios de vida”.

La organización de los Premios Mundiales del Hábitat está a cargo de World Habitat en asociación con ONU-Hábitat.


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