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En Ginebra, el lugar más caro de Europa para vivir, los alquileres imposibles de pagar y la escasez de alojamientos especializados generaron un panorama desafiante para los estudiantes. Muchos se ven obligados a alquilar alojamientos precarios, viajar desde las afueras de la ciudad o tener muchos trabajos durante largas horas para que los números cierren. Sin embargo, surgió una luz de esperanza: establecida en 1986, La Ciguë, cooperativa de vivienda autogestionada para estudiantes más grande del mundo, provee casas asequibles para estudiantes de forma incondicional, lo que representa un salvavidas para este grupo demográfico, en una ciudad famosa por sus costos de vivienda exorbitantes. Hoy, recibe un Premio Mundial del Hábitat de Plata.

Una solución pionera

En la década de 1980, como respuesta a la creciente crisis de vivienda, un grupo de estudiantes determinados y promotores de la vivienda lanzaron La Ciguë, una cooperativa sin fines de lucro que se dedica a ofrecer alojamiento asequible para estudiantes. Desde sus inicios, La Ciguë creció rápidamente, y expandió su cartera hasta administrar cerca de 740 dormitorios en ubicaciones privilegiadas del centro de la ciudad y convertirse en la cooperativa de vivienda autogestionada para estudiantes más grande del mundo.

Un nuevo uso para viviendas deshabitadas

Cerca de un 60 por ciento de los dormitorios de La Ciguë se encuentran en apartamentos compartidos de propiedades deshabitadas que se alquilan a entidades públicas y propietarios privados. El 40 por ciento restante se encuentra en ocho propiedades que la cooperativa construyó especialmente para este fin. Al extender la vida útil de propiedades vacías, y al adherirse a rigurosas normas de eficiencia energética en los edificios nuevos, el enfoque de La Ciguë es sostenible tanto desde el punto de vista medioambiental como desde el financiero.

Asequibilidad como prioridad

En general, los alquileres de estos dormitorios tienen un valor un 55 por ciento más bajo que los del mercado, lo que ofrece un alivio económico a los estudiantes que tanto lo necesitan. Dicha asequibilidad se logra a través del estatus de organización sin fines de lucro de La Ciguë, que garantiza que cualquier ingreso excedente se vuelva a invertir en futuros proyectos de vivienda o en iniciativas solidarias que brinden asistencia a personas en situación de vulnerabilidad tanto de la zona como de otros países.

Un modelo para replicar

Los Premios Mundiales del Hábitat reconocen y destacan ideas, proyectos y programas innovadores, excepcionales y revolucionarios. El enfoque ejemplar de La Ciguë con respecto a la vivienda asequible para estudiantes sirve de modelo para otras cooperativas de vivienda para estudiantes de todo el mundo. Su impacto va más allá de la disponibilización de viviendas asequibles; también contribuye de forma activa para hacer de Ginebra una ciudad más equitativa, inclusiva y animada.

Gaia, residente de La Ciguë de 24 años: “La Ciguë me abrió una puerta para pensar en diferentes maneras de vivir y desarrollar un sentido de comunidad”.

Vincent Gerber, miembro de La Ciguë y ex residente: “Al utilizar viviendas deshabitadas (antes de su destrucción), la cooperativa demostró ser un socio confiable para las autoridades y diversas juntas locales, que han renovado su provisión de viviendas en repetidas ocasiones”.

David Ireland, Director Ejecutivo de World Habitat: “La Ciguë demuestra que, incluso en la ciudad más cara de Europa, es posible proporcionar viviendas asequibles, con la comunidad, la inclusión social y la sostenibilidad como aspectos centrales”.


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