Hoy se reconoció con un Premio de Bronce de los Premios Mundiales del Hábitat de este año a un proyecto que mejora la seguridad de las casas y las condiciones de vida de residentes de asentamientos informales, y ofrece servicios de asistencia familiar y capacitaciones —relacionados, entre otros temas, con la prevención de la violencia doméstica.
El equipo de Mejora del hábitat y las condiciones de vida en comunidades pobres de Phnom Penh trabaja junto a socios locales, ONG y autoridades del lugar en ocho asentamientos informales grandes, que albergan a alrededor de 10.000 personas. Se da prioridad a familias vulnerables cuyas viviendas son particularmente inseguras, y se hace mucho hincapié en la asistencia a mujeres que sufren violencia doméstica o presentan un riesgo alto en este sentido.
Coordinado por la ONG Planète Enfants & Développment (PE&D) desde 2018, el proyecto se basa en trabajos previos realizados con su socio local, la Organización Samatapheap Khnom (SKO). Hasta la fecha, se mejoraron 88 casas para que tengan una estructura segura, 206 familias recibieron asistencia social —relacionada con situaciones de violencia doméstica—, y cientos de personas realizaron capacitaciones sobre técnicas de construcción sostenible y el enfoque PASSA (un método participativo para reducir el riesgo de catástrofes relacionadas con la seguridad de las viviendas). Además, se dictaron cursos sobre educación financiera y temas de género, grupos crediticios y de ahorros, y asistencia familiar —con un fuerte énfasis sobre la inclusión y la independencia de las mujeres.
El residente Chin Sao, de 51 años, vive en la comuna de Daeum Chan y trabaja en la construcción. Nos contó lo siguiente: “Cuando PE&D dio a conocer su proyecto, decidí unirme para mejorar las condiciones de mi familia. Tenía experiencia en la construcción y realicé capacitaciones técnicas sobre el tema con PE&D. Entonces, yo mismo reconstruí la casa y ahora es segura. Ya no tengo que preocuparme por las goteras del techo ni temer que este colapse cuando llueve. Como mi casa está a orillas del río, tenía miedo de que el agua se la llevara en una crecida. Gracias a la renovación, los medios y el estilo de vida de mi familia mejoraron.
“Al participar en el proyecto, aprendí sobre higiene, mantenimiento del hogar y la importancia de que los niños vayan a la escuela. También aprendí sobre administración y finanzas, y esto me ayudó a mejorar mis ingresos. Hubo muchos cambios positivos en mi vida gracias al proyecto: las condiciones de higiene de la comuna son mejores, mi casa es más apta y más segura, y puedo cuidar mejor a mi familia”.
David Ireland, Director Ejecutivo de World Habitat, dijo: “La migración de las zonas rurales a las ciudades es el cambio más notorio de los últimos años en las poblaciones de muchos países. Los migrantes internos suelen ser las personas más vulnerables, ya que sus ingresos son escasos y tienen pocas posesiones. Terminan viviendo en las tierras más marginales e inseguras. Corren más riesgo de ser víctimas de catástrofes y delitos, en general, sus condiciones de vida son intolerables, y son más propensos a sufrir desalojos. Este proyecto aborda esas problemáticas mediante capacitaciones y mejoras en la seguridad, para reducir el riesgo de violencia al que están sujetas estas personas. Esto les permite tener vidas más sostenibles y seguras”.
El jurado de los Premios Mundiales del Hábitat dijo: “Este proyecto aporta una nueva perspectiva para tratar la necesidad social inmediata de seguridad personal y seguridad estructural para las casas precarias. La inversión de baja escala ofrece una solución más flexible para los hogares vulnerables”.
Cada año se entregan los Premios Mundiales del Hábitat a los proyectos de vivienda más destacados e innovadores del mundo.
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